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Rachid El Younoussi: “El yihadismo se sirve de las redes sociales para reclutar militantes”

El periodista marroquí, autor del ensayo "El movimiento yihadista global" (Aliar Ediciones), disecciona para Escudo Digital el auge de la propaganda en internet.

Periodista y escritor.

7 minutos

Rachid El Younoussi.

Rachid El Younoussi reside en Cataluña desde 2001. Actualmente dirige el diario digital InfoTalQual y participa activamente en facilitar la integración de niños migrantes para la prevención de los procesos de radicalización, la violencia de género y las situaciones de exclusión social. Es autor del ensayo "El movimiento yihadista global" (Aliar Ediciones), "uno de los pocos textos disponibles en castellano que trata la temática del yihadismo considerando el poder de la tecnología en su estrategia de expansión", como explica Rachid.

¿La lengua española sirve para captar combatientes? ¿También en Latinoamérica?

Sí, por supuesto. La población musulmana en América Latina constituye una comunidad que en el caso de Brasil o Argentina alcanza o supera el millón. Los gobiernos latinoamericanos, aunque conscientes, han dado la espalda al fenómeno, considerándolo un asunto ajeno. La escasa inactividad terrorista no ha significado, sin embargo, la ausencia del radicalismo islámico, sino que las condiciones regionales han sido aprovechadas para asentar una infraestructura de financiación de Hezbolá y más tarde de Daesh en América Latina.

América Latina es la región en donde el fundamentalismo islámico de corte chií, en particular, ha encontrado el nicho a explotar fuera de Oriente Medio. Y detrás de este fundamentalismo, Irán ha jugado un papel muy importante a lo largo de las últimas tres décadas. Sin embargo, por primera vez, el Daesh desde 2016 está teniendo espacio en América Latina. Se estima que más de 100 individuos de la región han viajado a Siria e Irak, algunos en compañía de familiares, para afiliarse a las filas de la organización terrorista. Además, ha servido como apoyo ideológico y financiero para la organización. En marzo de 2016, el almirante Kurt Tidd del Comando Sur de Estados Unidos (Southcom), alertaba acerca de la creciente radicalización islámica en América Latina. En este sentido, el caso de Trinidad y Tobago es especialmente preocupante. De acuerdo con las autoridades locales, alrededor de 70 ciudadanos viajaron a Siria e Irak para unirse al Daesh.

Preocupante también es el caso de Brasil. En la víspera de los Juegos Olímpicos de 2016, un grupo radical yihadista autoproclamado Ansar al-Khilafah Brazil declaró lealtad al exlíder del Daesh, Abu Bakr Al Baghdadi, convirtiéndose así en la primera agrupación de América Latina que se declara públicamente afín a un determinado grupo terrorista. Tal como se desprendía de su comunicado apenas un mes antes de los Juegos Olímpicos, el grupo pretendía llevar a cabo un atentado, presuntamente, contra la delegación francesa. Una de las observaciones que puede parecer extraña es que la mayoría de los que se convierten en yihadistas son de origen cristiano y antiguos simpatizantes del nazismo.  

"América Latina es la región en donde el fundamentalismo islámico de corte chií ha encontrado el nicho a explotar fuera de Oriente Medio".

 

Financiación tradicional

¿Existe financiación a través de las redes sociales?

En concreto, el terrorismo yihadista utiliza un método de financiación tradicional denominado “hawala”. Este método es originario del sudeste asiático y, desde el siglo VIII, es utilizado habitualmente para enviar remesas de manera rápida y sencilla a sus países de origen. El método se basa en una red de confianza de quienes ejercen el “hawal”: intermediarios, repartidos por todo el mundo, que reciben y envían dinero llevándose una comisión. Consistiría en contactar con un intermediario de confianza que a su vez tenga otra persona de confianza en el lugar al que se quiere enviar el dinero, se aporta el dinero al primer intermediario, quien se pone en contacto con su intermediario de confianza en el lugar al que se envía el dinero y le pide que dé la cantidad estipulada a la persona que es receptora última del dinero en efectivo.

No existe ninguna transacción económica entre los intermediarios, repartidos ni entre las personas u organizaciones que se pasan dinero. Conforman una comunidad con sus propias reglas, basadas en la confianza mutua y el trabajo en equipo, y las deudas que se establecen entre ellos se van pagando cuando sea posible. Este sistema es el que usan, en muchos casos, los terroristas yihadistas para enviar dinero de un país a otro de manera completamente anónima y sin pasar por ningún tipo de control bancario o fiscal, es decir, que no deja rastro.

El dinero con el que cuentan las organizaciones que se dedican al terrorismo yihadista suele provenir de distintos simpatizantes que se ponen en contacto con los “hawaladores” de su confianza más cercanos, que ya se encargan de contactar con sus compañeros en el lugar de destino del dinero. En España, suelen ser hombres de más de 40 años, sin actividad laboral, aunque con un buen nivel de vida, y asentados en el país desde hace años. No suelen tener conocimientos financieros específicos pero sí tienen vinculación con el mundo islámico a través de organizaciones benéficas y/o religiosas.

Yihadismo on-line

¿Cómo ha evolucionado la propaganda yihadista en internet?

A partir de un estudio realizado por expertos sobre un corpus de más de 1,9 millones de mensajes publicados en Twitter por unos 25.000 simpatizantes del ISIS (Estado Islámico de Irak y el Levante) y de unos 20 grupos de WhatsApp y Telegram, analizados por nosotros en InfoTalQual, exploramos cómo ISIS hace uso de las redes sociales para difundir su propaganda y reclutar a militantes a nivel global, pero con especial énfasis en el mundo árabe. Distinguimos entre contenido sectario y contenido que impulsa a la violencia y, a partir de ahí, rastreamos la conexión entre la retórica en internet y eventos clave en el terreno. O sea, relacionamos lo on-line con lo off-line.

"Las publicaciones en árabe constituyen más del 95% de la actividad propagandística del ISIS. Sin embargo, son pocos los estudios que abarcan el contenido árabe. Esto es debido, quizá, a los numerosos desafíos técnicos que ello implica".

Gran parte de las investigaciones disponibles se centran en la propaganda del ISIS en inglés y francés, cuando este es un material que solo representa el 5% del total de la propaganda yihadista. Yo, en cambio, me he dedicado a analizar el contenido en lengua árabe, lo que nos permite descubrir nuevos e importantes patrones de conducta. Hay que tener en cuenta que la mayoría de los simpatizantes del ISIS provienen del mundo árabe. Y, por ello, las publicaciones en árabe constituyen más del 95% de la actividad propagandística del ISIS. Sin embargo, son pocos los estudios que abarcan el contenido árabe. Debido, quizá, a los numerosos desafíos técnicos que ello implica -la tecnología está más pensada para manejarse en inglés-.  Ahora bien, también es cierto que el ISIS es el único grupo que ha podido publicar propaganda en muchos idiomas distintos al árabe: inglés, francés, alemán, chino mandarín, turco, kurdo, ruso y hasta en dialectos africanos.

¿Cómo camuflan sus mensajes?

Hay cuentas que se autoidentifican, especialmente en WhatsApp y Telegram. En este caso, hablamos de cuentas sobre formación militar o de propaganda de material yihadista del ISIS. En cambio, otras son difíciles de identificar. Estas últimas son las que forman la base para la captación. En este caso, se evita utilizar palabras y expresiones (tokens), como “Estado Islámico”, “Daesh”, “Yihad” o “matar”, por citar algunos ejemplos. Es la manera de pasar desapercibidos. Sin embargo, utilizan un contenido teológico y teórico radical, dirigido a captar a jóvenes musulmanes que se sienten o han sido tratados injustamente o de forma indiscriminada en algún momento.

¿Cuáles son las redes favoritas?

A hora mismo, los grupos en Telegram y WhatsApp pueden clasificarse según su función. Encontramos grupos que se concentran en la incitación a la violencia; otros, en la cuestión teológica para justificar la violencia y convencer de la legitimidad de sus actos. Muchos grupos se dedican a demostrar la injusticia hacia los musulmanes en todo el mundo y, por último, están los especializados en formación militar, los que hablan por ejemplo sobre cómo fabricar bombas o cómo atacar y escapar.

España en el imaginario

¿Funciona el mito de al-Ándalus en internet?

España ocupa un lugar especial en el imaginario de los yihadistas por razones que trascienden a los gobiernos, sus decisiones y la coyuntura política del país.  En 1998, año en el que Osama Bin Laden hizo referencia a la caída de al-Ándalus en una entrevista para el canal Al Jazeera. Precisamente la caída de al-Ándalus es uno de esos temas vinculados a España que son mencionados recurrentemente en la propaganda yihadista a lo largo del tiempo como metáfora de decadencia y desunión del mundo musulmán. Al-Ándalus es importante porque los territorios que una vez fueron musulmanes y que actualmente forman parte de países que no lo son, como es el caso también de Palestina y Cachemira, tienen un valor especial en el imaginario yihadista.

Las referencias a al-Ándalus en la propaganda yihadista abunda a lo largo de los años en la propaganda de Al Qaeda y Daesh, alternándose los mensajes triunfalistas que anticipan una futura reconquista musulmana de España con los lamentos por su pérdida y la nostalgia por aquellos tiempos idealizados. En 2013, por parte de Aymán Al Zawahiri, el exlíder de Al Qaeda, y la organización regional Al Qaeda en el Magreb Islámico, al objetivo de establecer un califato islámico “desde Indonesia hasta al- Ándalus”.

¿Internet favorece la aparición de lobos solitarios?

Es la primera fuente de auto radicalización.

¿Qué aborda el libro “El movimiento yihadista global”?

Es uno de los pocos textos disponibles en castellano que trata la temática del yihadismo considerando el poder de la tecnología en su estrategia de expansión. Y lo abarca desde una perspectiva no occidental, centrada en la posibilidad de construcción de contranarrativas que resulten útiles para contrarrestar este movimiento. El ensayo comienzo focalizándose en describir los orígenes del movimiento yihadista, retrocediendo unas décadas en la historia para explicar cómo se ideó y utilizó el islamismo (islam político) bajo fines políticos occidentales en algunas potencias islámicas. Es de esta semilla de la que brota el yihadismo, como violencia de teología islamista ejercida en nombre de la ‘yihad’ (guerra santa).

El texto profundiza después en las estrategias de comunicación yihadistas, basadas en mensajes y propaganda que es difundida por internet, generando una narrativa audiovisual propia dirigida al crecimiento de la práctica terrorista de naturaleza islamista a nivel global. También se analizan los errores y aciertos de la contranarrativa emergida desde Occidente frente al discurso yihadista, clave para contenerlo y evitar el fenómeno de la radicalización de los jóvenes.

Y la obra concluye incorporando los testimonios de algunos de estos jóvenes, así como historias, entrevistas y noticias que aportan valiosos datos que muestran la importancia de que la lucha contra la narrativa del yihadismo recaiga sobre la sociedad civil, el activismo y el ámbito académico, como sectores que pueden generar una contranarrativa eficaz.