A finales de marzo de 2021 el Consejo de Ministros nombró a Rafael Roldán Tudela como nuevo Comandante General de la Infantería de Marina (COMGEIM). Detrás queda un largo camino desde que, en 1980, con 19 años, ingresó en la Armada y cinco años más tarde recibiera su despacho de teniente. En ese mismo año fue destinado como jefe de una sección de fusiles al Tercio de Armada, unidad a la que ha estado vinculado durante la mayor parte de una extensa carrera en la que distintas misiones internacionales han contribuido a cimentar su impecable trayectoria.
PREGUNTA: General, ¿nos podría describir brevemente las misiones actuales de Infantería de Marina y dar un punto de situación general (medios, adiestramiento, importancia dentro de la Armada) de la Infantería de Marina española en el momento actual?
RESPUESTA: Las unidades de la Fuerza de Infantería de marina (FIM) se encuentran en un continuo ciclo de alistamiento, preparación y disponibilidad o despliegues operativos. Con la reducción del contingente español en Mali, se cerró nuestra participación allí, pero se siguen manteniendo los despliegues de la Fuerza de Guerra Naval (FGNE) Especial en Irak, de la Fuerza de Protección (FUPRO) en el Índico y la Brigada de Infantería de Marina (BRIMAR) “Tercio de Armada” (TEAR) continúa proporcionando un Batallón Reforzado de Desembarco (BRD) en los despliegues DÉDALO, junto con el Grupo de proyección de la Flota. Además, y este asunto es muy relevante, estamos inmersos para el despliegue en Rumanía de un Subgrupo Táctico, con una fuerza efectiva de 250 Infantes de Marina. Para que todo esto suceda es necesario un esfuerzo continuo de toda la organización para asegurar el alistamiento, adiestramiento y preparación, y la certificación de las unidades de la FIM antes de su trasferencia a la cadena operativa.
En estos despliegues operativos participan la práctica totalidad de los medios, sistemas y equipos actuales de la FIM, y habrá momentos en los que tendremos desplegados cerca de 1.000 Infantes de Marina en el exterior, más del 25% de la Fuerza. Es un esfuerzo notable.
P: Respecto al despliegue de 250 Infantes de Marina con la OTAN en Rumania este año, ¿qué va a suponer para el Cuerpo esta misión? Las demandas de OTAN y UE van aumentando para nuestra Armada, ¿tenemos recursos para cubrir todo lo que se nos pide?
R: Esta nueva misión supondrá, sin duda, un reto más para nuestro Cuerpo, para el que estaremos preparados en el momento del despliegue. Supone algunos retos específicos, como el empleo de medios y tácticas en un entorno de clima muy frío, pero que no es nuevo para nosotros, ya que es un entorno similar a los Balcanes donde ya se desplegó con la OTAN y UE; o la integración en un batallón francés con el que habrá que interactuar y conocer sus tácticas y procedimientos, nada nuevo por la propia naturaleza de nuestras unidades capaces de actuar en entornos cambiantes.
En principio este despliegue es permanente y ya se está preparando el contingente de relevo. Independientemente de estos relevos la FIM tiene capacidad para atender otros compromisos con el BRD activado y con otras unidades no implicadas en el relevo en Rumanía, siguiendo nuestros ciclos operativos de las unidades. La participación en otros compromisos adicionales debe ser estudiada caso por caso para dar la respuesta más adecuada.
"Los cambios en los paradigmas pueden a veces no quedar tan rápidamente reflejados en la doctrina, pero pasan a utilizarse de forma experimental en nuestros procedimientos diarios, casi de forma inmediata".
P: ¿Cómo cree que puede afectar al cuerpo de Infantería de Marina los próximos adelantos y cambios de paradigmas en cuanto a tecnología digital, inteligencia artificial y tecnología de drones aéreos y marítimos? ¿Están cambiando ya en IM los protocolos de actuación en el campo de batalla debido al uso de drones aéreos no tripulados por parte del enemigo (y por nuestra parte también)?
R: Es evidente que habrá que adaptarse a los cambios tecnológicos y la innovación será clave, precisamente, en el futuro desarrollo de las capacidades del Cuerpo. Hace años comenzamos a desarrollar el Plan IM 2040 teniendo en cuenta todos estos aspectos. En concreto, los medios técnicos de vigilancia y protección pasiva, los medios de mando y control, inteligencia, vigilancia y reconocimiento y, por último, los medios terrestres y aéreos no tripulados.
A medida que este material se va incorporando a las unidades, se va integrando en los procedimientos. La doctrina, procedimientos, tácticas y técnicas se revisan constantemente. Quizás, los cambios en los paradigmas pueden a veces no quedar tan rápidamente reflejados en la doctrina, pero pasan a utilizarse de forma experimental en nuestros procedimientos diarios casi de forma inmediata.
P: En el contexto geopolítico actual, las noticias y la información sobre seguridad y defensa están aumentando exponencialmente. ¿Cree que esto ayudará o perjudicará para un aumento en el interés de la sociedad civil en alistarse o trabajar para los ejércitos?
R: Siempre habrá personas con vocación de servicio que quieran integrarse en las Fuerzas Armadas. También es cierto que esa incorporación a las FAS puede considerarse como un primer empleo por las ventajas laborales que se ofrecen. Los factores que menciona, contexto geopolítico e información, no creo que sean determinantes para favorecer el alistamiento, particularmente por la audiencia objetivo al que va dirigido. Si es interesante y necesario dar difusión al papel que desempeñan las FAS y el estilo de vida, valores y cercanía a la sociedad, lo que se entiende por “Cultura de Defensa”, que si pueden ser atractivos para nuestros jóvenes.
Las FAS es una de las instituciones mejor valoradas por la sociedad española y esto es un factor muy importante para facilitar la captación. En el caso de Infantería de Marina, ahora tenemos por delante un horizonte prometedor. Estamos integrando del orden de 400 infantes de marina en los dos ciclos de forma anual para ir supliendo las bajas y al mismo tiempo crecer para llegar a un horizonte en 2028 de 5.500 efectivos de tropa.
P: En lo que se refiere a la Fuerza de Guerra Naval Especial (FGNE), ¿qué papel está desempañando ahora mismo a grandes rasgos? ¿es necesario incrementar sus efectivos?
R: La FGNE está especialmente preparada para poder realizar operaciones especiales tanto en el entorno marítimo como en el entorno terrestre. Como unidad de operaciones especiales, el personal que la compone se somete a un riguroso y selectivo proceso previo a su incorporación. La tasa de fracaso en los procesos selectivos es muy superior al de cualquier otra unidad. Es el resultado de tener que superar un currículo muy exigente que garantice habilidades específicas, necesarias para asegurar el alto grado de preparación de la FGNE para asumir sus cometidos. Este es realmente el factor que dimensiona la fuerza efectiva de la unidad: calidad frente a cantidad. Actualmente la plantilla de la unidad está dimensionada para las necesidades de la Armada y su aportación a la Fuerza Conjunta.
Los currículos de los cursos se revisan continuamente para incorporar procedimientos nuevos y se fomenta la captación mediante la difusión, en escuelas y unidades, de los cometidos, forma de vida y posibilidades de la unidad.
Las operaciones especiales proporcionan la capacidad de poder influir en conflicto en el nivel operacional o estratégico, en algún caso de manera decisiva, con la particularidad de ser unidades de entidad muy reducida. Seguirán siendo un recurso crítico en cualquier conflicto y la guerra en Ucrania lo está demostrando.
"España tiene empresas con capacidad tecnológica suficiente para proporcionar la mayoría de las capacidades operativas que se demandan."
P: ¿Cómo cree que se percibe el papel en la sociedad de nuestras fuerzas y cuerpos de Seguridad del Estado en la sociedad en el actual contexto de seguridad mundial?, y especialmente, ¿cómo ve a la sociedad española a la Infantería de Marina?
R: Nuestras unidades contribuyen a la Cultura de Defensa. Se está haciendo un esfuerzo muy importante de comunicación, a través de los planes de comunicación externa de la Armada, y se cuenta con muchos seguidores en las diferentes redes sociales. La Infantería de Marina está plenamente integradas en la difusión de noticias y actividades y tiene mucha aceptación. Lógicamente, somos más conocidos en aquellos ámbitos geográficos en los que la Infantería de Marina tiene presencia. Aunque con los actuales medios digitales de comunicación social, las redes sociales, nos permite llegar cada vez más a la sociedad española, difundir nuestro trabajo y nuestra forma de trabajar. La asignatura pendiente son las provincias interiores, pero estamos en ello.
Creo que el ciudadano de pie nos ve como lo que somos, una institución con una antigüedad de casi 500 años, pero completamente moderna, ya que gracias a nuestra permanente transformación hemos sabido adaptarnos a las exigencias del siglo XXI sin perder nuestra herencia histórica, tradiciones, y valores, que han hecho que las unidades de la Fuerza de Infantería de Marina posean un sólido espíritu de Cuerpo. Un Cuerpo que, por su capacidad expedicionaria, es una fuerza de primera respuesta para la disuasión y la defensa, la gestión de crisis y la proyección exterior, al tiempo que se contribuye a la seguridad marítima.
En cuanto a la Cultura de Industria, España tiene empresas con capacidad tecnológica suficiente para proporcionar la mayoría de las capacidades operativas que se demandan. Pero lo más importante es que respondan a todos los requerimientos operativos que se demandan, sin escatimar. Nuestras unidades están contribuyendo al desarrollo de estas capacidades en comunicación permanentes con estas empresas como futuros usuarios, aportando nuestros conocimientos y requerimientos. El producto final mejora considerablemente cuanto mejor es la disposición de la empresa en cuestión. Estoy convencido que el empleo, por parte de nuestras unidades, de un determinado sistema será una excelente carta de presentación de cara a su comercialización posterior.
P: ¿Cree que este momento “dulce” para la Defensa e Industria de Defensa sería una buena oportunidad para mostrar a la sociedad (civil y empresarial) los valores y capacidades de los militares españoles propiciando un reciclaje de todos los veteranos del cuerpo que terminen su compromiso con las FAS, facilitándoles por fin seguir siendo productivos a España, pero en la sociedad civil? ¿Cree que de alguna manera debería imponerse por las instituciones este reciclaje?
R: Como siempre afirmo, el principal activo del Cuerpo de Infantería de Marina es su personal. De sus valores, compromiso, dedicación y preparación dependerá el futuro del Cuerpo. Pero es cierto que, conforme a la legislación vigente, al igual que en el resto de FAS, no todo el personal, en concreto el de la escala de tropa, puede finalizar su vida laboral en las unidades, por lo que su transición a la vida civil es necesaria. Hoy en día ya existen iniciativas, dentro del Ministerio de Defensa, como promociones para el empleo, acuerdos con el resto de administraciones del estado, entidades privadas, etc., que facilitan ese trasvase o reciclaje como indica, pero es muy importante que este personal que cesa, haga un esfuerzo personal importante y aproveche las oportunidades que se le brindan.