El Gobierno español recibirá en Madrid el próximo mes de junio a los jefes de Estado y de Gobierno de los países más importantes del mundo desarrollado, con excepción de Vladimir Putin. Los días 29 y 30 de junio las delegaciones de los 30 países que forman la OTAN, más algunos invitados, estarán en Madrid, ciudad que se convertirá en una burbuja segura para lo cual el Ministerio de Defensa, la Policía Nacional, Guardia Civil y la OTAN llevan meses trabajando.
Además del despliegue de cerca de 25.000 policías, muchos de ellos venidos de fuera de la ciudad, y del control de la zona de Ifema sede de la cumbre,se blindarán los principales hoteles y avenidas de la ciudad.
El Gobierno no ha estimado gastos e invertirá casi 40 millones de euros en los alquileres, infraestructuras y más medios materiales y humanos necesarios para que la cumbre sea un éxito, según informó recientemente 20 Minutos. La Policía ha comprado 6.000 pistolas taser con motivo de esta reunión en la que se prevé la llegada de miles de personas en las delegaciones oficiales, pero también grupos anti-sistema.
La cumbre servirá también para conmemorar la firma hace 40 años de la adhesión de España a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, que supuso todo una revolución para los tres ejércitos españoles que se integraron en los sistemas de defensa de la alianza.
Pero si en tierra el despliegue será espectacular, también lo será en el aire. Aviones Awacs de la OTAN, helicópteros de Policía Nacional, y Guardia Civil, aviones de menor tamaño y medidas electrónicas anti drones vigilarán el cielo madrileño.
Las autoridades han preparado un dispositivo para un “evento de alta visibilidad” en el que se abrirá desde días antes un 'paraguas' de protección que estará coordinado por el Macon (Mando Aéreo de Combate) del Ejército del Aire.
Los cazas del Ejército estarán, como siempre 24 horas al día, preparados para cualquier emergencia que se pueda producir en estos días.
El Macon del Ejército del Aire se ocupará de coordinar todas las actividades de vigilancia en las que estarán implicados todos los sistemas de radar y control disponibles en España y a los que se añadirán aviones Avacs de la OTAN.
Además estarán coordinados con el Centro de Operaciones Aéreas Combinadas de la OTAN, que está situado en la base de Torrejón de Ardoz, y donde se ocuparán especialmente de la zona externa a este primer paraguas.
En ese centro trabajan cerca de 250 militares, de 18 países, y personal civil que se ocupa del control de la zona sur OTAN con un área de vigilancia de 10,95 millones de kilómetros cuadrados, una extensión similar a los Estados Unidos.
Además de los radares españoles y de los Avacs, y de otros aviones del Ejército del Aire, están incorporados al dispositivo helicópteros de la Guardia Civil y la Policía Nacional y habrá un sistema de vigilancia y control de drones, con medidas electrónicas para evitar el vuelo por el paraguas de seguridad.
El presidente español, Pédro Sánchez, dijo el año pasado, al ser designada Madrid como sede de la cumbre, que le gustaría ser capaces “de alumbrar un nuevo Concepto Estratégico que nos sirva de guía en los años venideros".
La Organización tenìa preparado entonces un documento llamado “Otan 2030” que contemplaba nueve prioridades: aumentar las consultas políticas y la coordinación entre aliados; reforzar la disuasión y la defensa; mejorar la resiliencia; preservar la ventaja tecnológica; mejorar la cooperación con socios en adiestramiento y generación de capacidades; luchar contra el cambio climático; renovar el concepto estratégico; y asignar recursos para llevar a cabo estos temas.
Sin embargo, tras la invasión de Rusia a Ucrania este programa se verá variado con toda posibilidad. Un militar de alta graduación del Ejército español dijo recientemente que aunque Rusia abandonara de manera inmediata Ucrania, “las cosas ya no serían como antes”.