A pesar de que el mundo de los videojuegos se percibe como un espacio de ocio sin mayor interés que el puro entretenimiento, se ha convertido en una puerta de entrada a la ciberdelincuencia, debido a la creciente interacción en línea, el intercambio de datos personales y las transacciones digitales que realizan los jugadores. En el ámbito de la ciberdelincuencia, todos los datos personales, sin importar la edad de la persona, tienen un valor considerable.

Con millones de jugadores activos en todo el mundo, plataformas de juegos tan populares como Minecraft, Roblox y Among Us atraen no sólo a los jugadores, sino también a los ciberdelincuentes. Entre julio de 2023 y julio de 2024, se registraron más de tres millones de intentos de ataque a estos juegos, lo que ejemplifica la popularidad y vulnerabilidad de estos entornos. Los datos recopilados por estos ataques, desde información personal hasta datos bancarios, cuentan con un elevado valor en el mercado negro digital, convirtiendo a cada jugador en un objetivo potencial.

¿Por qué los videojuegos se han convertido en el foco de tantas amenazas?

Parte de la respuesta está en los mods, una extensión de software que permite a los jugadores personalizar su experiencia de juego, como niveles, personajes, misiones y gráficos, que amplían la experiencia del mismo. Al permitir el desarrollo de un software adicional, sin los mecanismos de verificación adecuados, las plataformas abren el camino a ataques encubiertos, los famosos troyanos, que pueden albergar malwares, programas informáticos ejecutados sin el conocimiento ni autorización del usuario del equipo infectado, para extraer datos sin que el usuario se percate del robo de información.

Los ciberdelincuentes también utilizan esta técnica de ingeniería social para contactar con los usuarios más jóvenes con intenciones maliciosas, desde la extorsión a la manipulación. Para muchos ciberdelincuentes, los menores, al no disponer generalmente de tarjetas de pago propias, son un objetivo más seguro y lucrativo, ya que suelen utilizar los métodos de pago de sus progenitores.

¿Cómo podemos garantizar la seguridad durante el uso de videojuegos?

En un entorno cada vez más interactivo, la pregunta es: ¿cómo pueden protegerse los jugadores? La respuesta reside en prácticas sencillas, pero esenciales.

En primer lugar, mantener actualizado el software, incluidos el sistema operativo y el antivirus, que deben estar configurados para detectar y bloquear las amenazas recientes. En segundo lugar, evitar descargar juegos y «mods» de fuentes no oficiales, dando siempre preferencia a los sitios web de fabricantes o plataformas oficiales. En tercer lugar, utiliza contraseñas seguras y únicas para las cuentas de juego y las plataformas de pago y, siempre que sea posible, activar la verificación de doble autenticación.

Es importante destacar que la industria de los videojuegos también debe asumir la responsabilidad de minimizar estos riesgos. Aunque es comprensible que las empresas promuevan la creación de extensiones, dado que esta flexibilidad atrae a un amplio abanico de usuarios y contribuye al éxito de títulos como Grand Theft Auto (GTA), se deben impulsar políticas de seguridad más robustas para garantizar la ciberseguridad de los más jóvenes. Cuanto mayor sea el nivel de protección  y de información sobre los riesgos asociados, mayor será el desafío para los ciberdelincuentes.

En resumen, el futuro de los videojuegos es muy prometedor, pero depende de todos nosotros asegurar que la experiencia continúe siendo segura y libre de riesgos. Tomar precauciones y estar informados es clave para disfrutar plenamente de este apasionante mundo sin poner en peligro nuestra seguridad.