Lo que en un principio se planteó como una guerra rápida por parte Rusia se ha convertido en una guerra duradera que ha llevado consigo muchos cambios, el primero el fortalecimiento de la Unión Europea que ya celebró también su Cumbre con la Unión Africana basada en la construcción de nuevas alianzas estratégicas.
La Guerra de Ucrania ha hecho que Europa mire a África por varios motivos, pero principalmente por la necesidad de tener distintos proveedores de gas y la necesidad de recursos naturales.
Sin embargo, la posición de África es muy vulnerable, ya que peligra su seguridad alimentaria después de que la invasión de Ucrania, considerado el "granero del mundo", amenace los suministros de trigo y fertilizantes.
Por lo que respecta a Rusia, en los últimos años ha hecho acto de presencia en África en distintos ambitos, pero muy especialmente en el de la seguridad, el militar y la venta de armas a muchos países del continente. Y lo ha hecho coincidiendo con la salida de otras naciones como es el caso de Francia o EE.UU. y la entrada en paralelo de China, principal proveedor de infraestructuras.
A cambio de ofrecer ayuda en el ámbito de la seguridad o militar, Rusia obtiene recursos energéticos y minerales, y en la actualidad es el principal proveedor de armas a África seguido del gigante asiático.
Entre los distintos países del continente africano, destaca la presencia en Argelia, donde Rusia es el principal proveedor de armas y la empresa de gas rusa Gazprom está implantada desde 2006. Asimismo, ambos han firmado acuerdos en materia nuclear para, entre otros objetivos, construir una central en suelo argelino.
Y también hay que resaltar el caso de Mali, donde los mercenarios de Wagner están presentes desde 2021 coincidiendo con los dos golpes de Estado y con la salida de Francia. Según el gobierno maliense, se trata de formadores militares, pero se tiene constancia del acceso a distintos recursos naturales, especialmente minas del país.
"Es significativo cómo en la Asamblea General de la ONU del pasado 27 de febrero la mayoría de los 17 países africanos que se abstuvieron o que, como Eritrea, votaron en contra de la resolución, son regímenes autoritarios o híbridos."
Desde el ámbito económico, África es uno de los continentes con mayor consumo de trigo y depende totalmente de Ucrania y Rusia. Basta decir que, si se produce escasez, esta conducirá a la hambruna y a posibles revueltas internas.
África importa casi dos tercios del trigo que consume, el 8,3% del cual proviene de Ucrania y el 22% de Rusia. Las consecuencias del conflicto ucraniano podrían ser brutales.
El Magreb depende especialmente de las importaciones de trigo, pero también del maíz comprado en un 70% en el extranjero. Por otro lado, la crisis ucraniana tendrá un impacto en los precios de mercados particularmente volátiles y poco conocidos por su racionalidad, y los estados africanos no necesariamente tienen suficientes recursos financieros para absorber el stock.
La explosión podría ser aún más grave, ya que el aumento de los precios de los hidrocarburos ya ha causado una alta inflación en las necesidades básicas, obligando a los gobiernos a tomar medidas para tratar de limitar el fenómeno, como Senegal o Argelia.
En otras palabras, casi 500 millones de africanos viven en países que dependen de Rusia y Ucrania para obtener más de la mitad del trigo que importan, lo que hace que África sea especialmente vulnerable a lo inesperado, pero ciertamente previsible para Putin.
La respuesta de África a la invasión de Ucrania
Tenemos que decir que Rusia ha aumentado su influencia en África al conseguir la lealtad de sus principales líderes, lo que ha llevado a que tanto particulares como empresas rusas hayan obtenido acceso a recursos naturales y contratos opacos.
Es significativo cómo en la Asamblea General de la ONU del pasado 27 de febrero la mayoría de los 17 países africanos que se abstuvieron o que, como Eritrea, votaron en contra de la resolución, son regímenes autoritarios o híbridos. Estos incluyeron Argelia, Angola, Burundi, República Centroafricana, Congo, Guinea Ecuatorial, Madagascar, Malí, Mozambique, Sudán del Sur, Sudán, Tanzania y Zimbabwe. Algunos de estos tienen estrechos lazos militares e ideológicos con Rusia que a veces se remontan a la Guerra Fría.
Varias democracias como Namibia, Sudáfrica y Senegal también se abstuvieron. Todos tienen fuertes afinidades con Occidente, pero en el caso de Namibia y Sudáfrica, sus respectivos partidos gobernantes, la Organización Popular de África del Sudoeste y el Congreso Nacional Africano, recibieron el apoyo de la Unión Soviética durante sus luchas por la independencia.
El caso de Senegal es más desconcertante. El país es un favorito de Occidente debido a su larga tradición democrática. El gobierno senegalés declaró que su abstención se ajustaba a los "principios de no alineación y solución pacífica de controversias". Sin embargo, la declaración oficial de su presidente como actual presidente de la Unión Africana, junto con el presidente de la UA, podría interpretarse como un apoyo a la integridad territorial de Ucrania.
Esto nos lleva a una conclusión que si la guerra en Ucrania se intensifica a nivel mundial y se establece una Guerra Fría 2.0 que incluya a China, los países africanos se dividirían en bloques en lugar de presentar un frente común.
Así aumenta la presencia rusa en África
La influencia diplomática rusa está creciendo en el continente africano, al igual que su importancia económica y militar.
En el caso de la República Centroafricana (RCA) se llegó a un acuerdo con Rusia para armas, mercenarios y una fuerza de protección a cambio del acceso a sus minas de diamantes y oro. Un ruso, Valery Zakharov, es ahora el asesor de seguridad nacional del país. Una vez que Rusia obtuvo el control del Estado, Francia se vio obligada a retirarse, promoviendo aún más los intereses geoestratégicos de Moscú.
Unido a ello el Grupo Wagner, fuerza paramilitar vinculada a la inteligencia de defensa rusa, se ha centrado menos en su papel de estabilización que en proteger las minas y mantener a Touadéra en el poder.
En el caso de Mali, Rusia es el principal patrocinador externo de otra junta militar. La desinformación rusa fue fundamental para fomentar las protestas que condujeron al golpe de Estado que derrocó al presidente democráticamente electo Ibrahim Boubacar Keita en agosto de 2020. Se estima que 1.000 mercenarios de Wagner se encuentran actualmente en Malí ayudando a apuntalar a la junta.
Adoptando la postura antioccidental de sus socios rusos, la junta militar maliense ha tomado decisiones estratégicamente dañinas que resultan en la retirada de 5.000 soldados franceses y de la UE frente a la grave amenaza del terrorismo yihadista que se ha intensificado desde que la junta tomó el poder. Al igual que en la República Centroafricana, los abusos contra los derechos humanos cometidos por Wagner y las fuerzas malienses han empeorado y las voces de la oposición están cada vez más marginadas.
"No es casualidad que los líderes africanos más atraídos por el abrazo de Rusia sean aquellos con los controles y equilibrios democráticos más débiles."
Consecuencia de todo ello es que la presencia de Rusia en África supone un coste muy caro para sus ciudadanos, ademas de la pérdida de soberanía, democracia, seguridad y desarrollo económico.
Existen más países africanos cuyos líderes están dispuestos a sacrificar los intereses de sus nacionales por los beneficios personales que provienen de la "asociación" rusa. Se puede esperar que Rusia intensifique su cultivo de tales colaboraciones africanas mientras busca mitigar el aislamiento internacional después de su invasión de Ucrania.
No es casualidad que los líderes africanos más atraídos por el abrazo de Rusia sean aquellos con los controles y equilibrios democráticos más débiles. También se encuentran entre los regímenes más corruptos del continente. Los socios mencionados anteriormente, junto con los de Angola, Camerún, República del Congo, Guinea, Sudán del Sur y Uganda, también en la lista de preseleccionados de noviazgo de Rusia, se encuentran en el cuartil inferior del índice anual de percepción de la corrupción de Transparencia Internacional. Reveladoramente, también lo hace Rusia.
Los regímenes antidemocráticos y propensos a la corrupción son el vientre débil de África, dejándola vulnerable a los intereses depredadores de Moscú.
La guerra de Rusia en Ucrania cambiará el tablero europeo, pero posiblemente más y de forma más inmediata el africano. En pocos meses podremos ver cómo Rusia domina África a través de la guerra en Ucrania.