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Opinión

Libia y el conflicto de Sudán, ¿una posible extensión?

Geopolitical Intelligence Analyst

Más de diez días después del inicio de las hostilidades en Sudán entre el ejército regular y las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF), las posibles consecuencias de esta guerra civil podrían repercutir en Libia. Libia, con su incierto futuro político y su frágil situación de seguridad, podría sufrir las consecuencias de este conflicto a sus puertas, sobre todo porque los combatientes y mercenarios que operan en el país mantienen fuertes vínculos con Sudán.

Por el momento, ninguno de los dos gobiernos libios que se disputan la legitimidad ha tomado partido, especialmente el mariscal Jalifa Haftar, cuyas fuerzas controlan gran parte del este, así como el sur. Abdelsalam Al-Busaifi, jefe de la autoridad militar en el sur de Libia, leal a Haftar, ha ordenado al ejército atrincherarse en las fronteras con Sudán y estar alerta ante cualquier intento de intrusión en suelo libio mediante el despliegue de aviones de reconocimiento.

A falta de un control total en el sur de Libia, los grupos armados han hecho de ciertas posiciones sus bases de retaguardia. Entre estos grupos se encuentran los Janjaweed, de los que han surgido las (RSF) que luchan contra el ejército regular. Los Janjaweed se habían establecido en el sur de Libia para apoyar a las tropas del general Haftar. Estos combatientes habrían desempeñado un papel destacado en la consolidación de las posiciones militares del general y en las ofensivas militares contra Trípoli entre 2019 y 2020.

Es posible que Haftar haya suministrado armas a los rebeldes a través del aeropuerto de Kufra, en el sureste de Libia, lo que fue desmentido el 20 de abril por Ahmed Mesmari, portavoz del general Haftar.

Si las fuerzas de Mohamed Hamdan Dagalo (Hemetti‎) son derrotadas, los Janjaweed podrían verse obligados a reforzar su presencia en el sur de Libia, desde donde pueden utilizar como base de retaguardia para lanzar ataques contra el ejército sudanés. Esto implementaría la tensión entre los dos países y podría implicar una represalia del ejército sudanés hacia Libia como derecho de defensa.