Opinión

OTAN Summit 22 Madrid: Putin se acerca, ¿nuestros intereses nacionales se alejan?

Experto en migraciones y analista internacional.

Con el reconocimiento oficial como territorio ruso de, por ahora, una parte de las dos provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk  en la pasada madrugada, se confirman algunos de los peores presagios que Occidente y su Inteligencia ya habían previsto, pero que a la vez y también, paralelamente, podrían acabar con las expectativas de España de recibir más apoyos en la próxima Summit 22 de la OTAN, que tendrá lugar en junio en Madrid y en la que perseguimos dos objetivos principales: un mayor respaldo con respecto a Marruecos y una mayor implicación de la alianza en nuestro Flanco Sur, el Sahel.

Putin se acerca…

Habría que recalcar además que dicha Inteligencia Occidental prevé que Putin no se conforme con la parte de estos Oblast que ya tenía bajo control real (Figura 1 color rojo), y continúe su incursión en territorio ucraniano hasta completar la toma de las dos provincias de Lugansk y Donetsk completas, incluyendo aquí la ciudad portuaria de Mariupol en el Mar de Azov, que se encuentra actualmente bajo control gubernamental ucraniano.

Detalle zonas controladas por fuerzas por-rusas en las  provincias de Donetsk y Lugansk. Fuente: RANE Network 2022.

En un escenario tan volátil como este pueden ocurrir muchas cosas, especialmente si tenemos en cuenta las ya demostradas posibilidades hibridas del Kremlin (ciberataques, ataques de falsa bandera, campañas de desinformación y propaganda, utilización de las migraciones para desestabilizar Estados vecinos…) Pero existiría la posibilidad de que el presidente ruso no avanzara más allá de las anteriormente nombradas zonas que ya estaban controladas por los separatistas rusos y se conformara con oficializar un conflicto congelado, como ya ocurrió en el caso de Osetia del Sur en Georgia, cuya invasión fue suficiente para hacer desaparecer la idea de una Georgia como miembro de la OTAN.

Las ¨ventajas¨ que proporcionaría este supuesto Status Quo, con parte de la provincias ucranianas de Donetsk y Lugansk como suelo ruso, serían tan buenas como deseables, y me explico:

Rusia trataría esta situación como una victoria estratégica y también militar, ya que, además de evitar la entrada en la OTAN de Ucrania de manera indefinida, podría vender a su población que la tan ansiada ¨Seguridad Vital¨ rusa está asegurada y que han sabido pararle los pies al todopoderoso EE.UU. y sus aliados de la OTAN, a la vez que habría demostrado las carencias como actor global de la Unión Europea. Esta situación además mantendría las esperanzas de conseguir el objetivo principal del Kremlin: conseguir un cambio de gobierno en Kiev que le sea beneficioso.

OTAN se quita un grave problema de encima, porque ya se sabía que una entrada de Ucrania en la OTAN era ya harto difícil por su situación política y social (además de económica) y ahora no tendría que darle la espalda a Kiev de manera ¨oficial¨, sino que argumentará que el conflicto congelado que tiene lugar en sus fronteras hace imposible esta posibilidad de membresía. Obviamente las reacciones dentro de la Alianza serán muy diferentes y las pretensiones de intervención y sanciones serán mucho más duras por parte de Polonia y los estados Bálticos que las que demostrarían España y Portugal.  

Además se podría confirmar que la Alianza Atlántica sale fortalecida de esta crisis, puesto que después de los últimos años de crisis de identidad de la Organización, con Trump y Macron dando por muerta a la Alianza, la verdadera razón de ser de la OTAN ha vuelto y si la invasión continúa hacia Occidente es que habrá vuelto para quedarse.

Ucrania, que con la imposibilidad, por la factura electoral y social que supondría, de implementar los Acuerdos de Minsk estaba metido de lleno en un callejón sin salida, con un buen trozo de dos provincias ucranianas perdidas de facto y esperando una intervención Occidental que nunca hubiera llegado manteniéndose esas condiciones. Ucrania ha podido perder el tren de la OTAN y la Unión Europea, pero los beneficios económicos y sociales del futuro podrían ser importantes, ya que dichos organismos además de OSCE y otros apoyarán más si cabe la ¨causa¨ ucraniana frente al gigante ruso.

La realidad sin embargo nos trae a un escenario en el que Rusia no se conformará solo con poseer las zonas ocupadas por los separatistas rusos, y que habrá lucha y batalla (Híbrida y no Híbrida) fuera de dichas zonas, hasta completar quizás la toma de los dos Oblast completos de Donetsk y Lugansk, y casi rezando para ello, porque Moscú podría intentar también conectar el Oblast de Donetsk con Crimea y cerrar el Mar de Azov a Ucrania y producir una desestabilización en Europa sin precedentes desde la Segunda Guerra mundial.

OTAN SUMMIT Madrid 22 Y las esperanzas de una Alianza Atlántica mirando hacia el Sur

El próximo mes de junio se celebrará en Madrid la próxima Summit 22 de la OTAN, una reunión que se produce cada uno o dos años al más alto nivel político y militar donde se reúnen presidentes y jefes de Estado de los 30 países miembros de la Organización Transatlántica. Aquí se hace un punto de situación de las actividades y misiones llevadas a cabo por la Organización y se evalúan las estrategias a seguir en el futuro. Esta sería una oportunidad de oro para dar prioridad y visibilidad a nuestros objetivos estratégicos con la alianza, pero lo que parece claro es que España, y su preocupación por Marruecos y el flanco sur, se van quedando cada vez más solos en la defensa de nuestros intereses según Putin cruza con sus militares hacia la Ucrania occidental.

Detalle zonas de influencia de los grupos armados en el Sahel. Fuente: EFCR, MINUSMA, Op. Barkhane, G5 Sahel.

La situación en Ucrania es muy importante para nosotros, pero no es ¨vital¨ como pudiera ser para los Aliados Orientales además de Alemania y Francia y Reino Unido, por lo que por lo que nuestro deber es apoyar a la Alianza Atlántica con las tareas que se nos demande y esperar a que las aguas vuelvan a su cauce (a poder ser antes de junio) para en el Summit 22 de Madrid mostrar a nuestro aliados que la situación en el Flanco Sur se está deteriorando y que nadie quiere, como ya está ocurriendo, a una vastísima extensión del terreno a no muchos kilómetros de Europa, dominado en parte por grupos yihadistas, y por otra parte por mercenarios y actores no estatales vinculados a Rusia, donde unos y otros podrán controlar el crimen organizado y los flujos de migrantes y refugiados que pongan rumbo a Europa.

Primero fue Afganistan, y ahora Mali con la salida de las tropas francesas, los ejemplos que han demostrado que la estrategia de misiones militares con muchos hombres sobre el terreno en este tipo de escenario geográfico con amenaza yihadista no funcionan, y que debe buscarse otro tipo de solución global para recuperar estos Estados fallidos o semi-fallidos, que deberá involucrar a todo el poder político y militar de la Unión Europea y la OTAN.

Además del Flanco Sur, España necesita un mayor respaldo con Marruecos, que después que el expresidente Trump aceptara la marroquinidad del Sahara Occidental a cambio de que Marruecos normalizara relaciones con Israel, ha supuesta una gran victoria para Rabat, y ahora presiona a España y la Unión Europea sobre este conflicto, a sabiendas de que dispone de la llave de la migración irregular desde Africa hacia España, y por consiguiente, hacia la Unión Europea.  

OTAN y UE deben ser firmes en este aspecto y no permitir que un Estado utilice los flujos de migraciones irregulares como arma política, sobre todo después de la experiencia dramática de la crisis de refugiados del 2015, que supuso entre otras cosas la salida del Reino Unido de la Unión Europea y las complicadas relaciones que mantenemos con Turquia para que no abra la puerta europea a millones de migrantes y refugiados que viven en sus fronteras.

Estas próximas semanas tenemos el derecho y el deber de estar atentos a lo que ocurra en la frontera entre Ucrania y Rusia, pero en junio miraremos hacia Madrid para, en un esfuerzo e interés común, empujar también a la Alianza Atlántica en la dirección adecuada, que nos es otra que hacia el SUR.