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El doble reto que afrontan las profesionales que emprenden con 50 o más años: edad y género

El emprendimiento es una oportunidad para volver al mercado laboral, pero sólo el 20% de las personas que emprenden en España son mujeres.

Periodista

5 minutos

Las mujeres de 50 años o más encuentran barreras significativas en el ámbito laboral.

El edadismo y la discriminación de género imponen barreras significativas para las mujeres de 50 años o más en el ámbito laboral, especialmente cuando afrontan la desocupación profesional. Estas profesionales a menudo se encuentran lidiando con estereotipos arraigados que limitan sus oportunidades. Entre los prejuicios que afrontan estas profesionales de ese tramo generacional se  encuentran estas dos: la disminución en la productividad y la falta de capacidad de adaptación a nuevas tecnologías.

Otro ejemplo concreto de las barreras que sufren esas profesionales es la invisibilidad en procesos de contratación, donde a menudo se valora más la juventud que la experiencia. Además, la brecha salarial de género persiste, exacerbando las dificultades económicas para estas mujeres. Por si fueran pocos factores adversos: la presión social y los prejuicios contribuyen a un ciclo perjudicial que socava el potencial y la contribución valiosa que estas profesionales pueden aportar al mundo laboral. 

Esta doble discriminación, por edadismo y género, se ve reflejada en los datos publicados en la última Encuesta de Población Activa (EPA), que sitúan el número de mujeres sénior desempleadas en 479.200 personas, frente a 368.200 hombres. De ahí que resulte imperativo abordar estos problemas sistémicos para fomentar la igualdad de oportunidades y el reconocimiento del talento sin importar la edad o el género.

El desafío y la oportunidad que representa el emprendimiento 

Aunque España cuenta con unos datos muy estimulantes sobre emprendimiento, esta opción es explorada en menor medida por mujeres. En este sentido, resulta interesante constatar que España se posiciona como el cuarto país europeo con mayor número de startups. En esa línea, se espera que en los próximos tres años un 10% de la población se encuentre embarcada en su propio proyecto empresarial.

Según un informe de PwC, el ecosistema emprendedor español incrementó su valor un 8,6% hasta alcanzar los 93.000 millones de dólares en 2022. Este progreso económico se debe a que el emprendimiento se ha convertido en una solución cada vez más popular para hacer frente a las dificultades del mercado laboral. No obstante, según el “Mapa del emprendimiento 2023” de South Summit, tan solo un 20% de las personas que deciden apostar por este camino son mujeres frente al 80% de hombres. Lo más revelador de este dato es que, a pesar del crecimiento que ha experimentado el emprendimiento en los últimos años, el número de mujeres que optan por esta vía casi no ha variado en la última década.

Claves del emprendimiento femenino 

El reciente Día de la Mujer Emprendedora, que se celebró el 19 de noviembre, permite  visibilizar la necesidad de la aportación de las mujeres al mundo del emprendimiento, al tiempo que se conocen con mayor alcance las soluciones y apoyos disponibles para acompañar a las mayores de 50 años en el camino del emprendimiento. Para favorecer esa dirección, Generación SAVIA, el proyecto de la Fundación Endesa en colaboración con la Fundación máshumano que apoya a profesionales sénior a reincorporarse al mercado laboral, ha desarrollado una trayectoria de más de 5 años, fortaleciendo el emprendimiento como una vía relevante y llena de posibilidades para abandonar la condición de desempleo y volver a enrolarse en el ámbito laboral con múltiples posibilidades de desarrollo profesional. 

El emprendimiento femenino entre profesionales de 50 o más años emerge pues como un fenómeno enriquecedor para el tejido empresarial. Estas mujeres aportan una combinación única de experiencia, sabiduría y resiliencia, consolidando sus habilidades profesionales acumuladas a lo largo de décadas. Su capacidad para identificar oportunidades de mercado y gestionar situaciones desafiantes es extraordinaria.

Ejemplos concretos de los aportes que hacen estas profesionales son la creación de consultoras especializadas, el liderazgo en sectores tecnológicos y el desarrollo de iniciativas de responsabilidad social corporativa. El emprendimiento femenino maduro no sólo revitaliza la carrera de estas mujeres, sino que también inspira a generaciones más jóvenes, promoviendo un ecosistema laboral más diverso y equilibrado.

Datos que perfilan el retrato promedio del emprendimiento en España 

La radiografía del emprendimiento en España pone de relieve que el perfil de emprendedor predominante en nuestro país es el de hombre joven, según los datos recogidos en el informe “GEM España 2022-2023”, aunque cabe destacar que en España se emprende más tarde que en otros países. A su vez, el mayor porcentaje de abandonos de iniciativas emprendedoras se produce entre los 35 y los 44 años, y a medida que aumenta la edad de los emprendedores los abandonos se reducen.

Si además atendemos a los datos de trabajadores por cuenta propia suministrados en el III Mapa de Talento Senior, confeccionado por el Centro de Investigación Ageingnomics, existen muchos más autónomos sénior (977.000) que jóvenes (189.000). Dentro de la modalidad de trabajo por cuenta propia, los trabajadores sénior son el 31,1% del total en España. Sin embargo, tanto en el caso de los jóvenes como de los sénior, el peso de las mujeres es menor que el de los hombres en este tipo de empleos.

Ante este panorama, Generación SAVIA brinda orientación y formación, especialmente modelada hacia las mujeres mayores de 50 años que deciden emprender, lo que resulta esencial, considerando la doble discriminación a la que se enfrentan. Elsa Novo de Miguel, responsable de proyectos en la Fundación Endesa, señala que “brindar apoyo y reconocer el talento y la experiencia de las emprendedoras +50 es imprescindible en el momento actual que vivimos. No solo ayudamos a impulsar sus proyectos, sino también a potenciar su figura como referentes y que puedan servir de inspiración a otras mujeres”.

La referencia senior que ofrece la trayectoria emprendedora de Ana Cabezas 

Generación SAVIA dispone en su haber de múltiples ejemplos de emprendedoras sénior cuyas experiencias funcionan como una referencia e inspiración para otras mujeres en su situación. En esas coordenadas, se enmarca la singladura laboral de Ana Cabezas, profesional de 63 años y creadora de “SOY calidad” y ganadora de la última edición de los Premios +50 Emprende. Esta emprendedora considera que “siempre fue intraemprendedora”. Hace 10 años, Cabezas emigró a Perú y se percató de la importancia y necesidad de implementar la automatización de las normativas ISO. A partir de esa percepción, concibió “SOY calidad”, una empresa que aspira a apoyar en la digitalización de las normativas de calidad y mejorar la eficiencia organizacional.

Su testimonio ilustra con claridad la lacra que representa la discriminación por edadismo “aunque me hayan tratado de discriminar por edad, no lo permití, demostré que tengo tantas ganas o más de aprender y mejorar que alguien más joven. Las arrugas de la piel son lo que son, pero la actitud frente a la vida y las ganas solo depende de uno mismo y no del tiempo”, afirma. Ana también relata con lucidez y esperanza las barreras de género que deben afrontar las mujeres en el mercado laboral “las mujeres somos el 50% de la población y de los trabajadores, por ello no podemos tener un papel secundario emprendiendo porque nosotras también tenemos todo lo que se necesita para seguir por el camino del emprendimiento”.

El caso de Ana, una mujer valiente y dedicada, que mantiene vivos su determinación y optimismo, se convierte en un motivo de inspiración y esperanza de largo aliento para numerosas profesionales que, al igual que ella, buscan resaltar sus virtudes y habilidades como trabajadoras mayores de 50 años. Este ejemplo demuestra que es viable para las mujeres senior emprender y abrirse camino laboral en el otoño de su trayectoria profesional, aportando sus fortalezas. En resumen: estas profesionales seniors aportan una rica experiencia acumulada, brindando sabiduría y perspectiva estratégica. Su madurez enriquece el entorno laboral al fomentar la mentoría y contribuir a un ambiente laboral más equilibrado y diverso.