Agentes de la Policía Nacional y Científica han sido vistos este jueves realizando una inspección en el domicilio donde residía junto a su pareja Juana Canal Luque, la mujer desaparecida en febrero de 2003, hace ya 19 años, según informa el diario El Mundo, que cita fuentes policiales.
Se pretende encontrar trazas de ADN o nuevos restos con el fin de acarar las posibles circunstancias de su desaparición y homicidio.
Como se recordará, fue en Ávila, donde recientemente se ha producido otro crimen en el que la víctima ha sido una mujer, donde la Policía encontró el cadáver de Juana, desaparecida el 22 de febrero de 2003, sin que nadie hubiera podido facilitar dato alguno fiable sobre su paradero. Y ello a pesar de los carteles de SOS Desaparecidos y las noticias sobre su desaparición aparecidas en la prensa. Según publicó en su momento el diario ABC, un senderista encontró un hueso, un fémur, en un paraje de la provincia de Ávila. Dio parte a las autoridades.
Rubia, de ojos azules, facciones regulares, Juani, que es como la llamaban sus familiares y amigos fue vista por última vez cuando regresaba a su casa, en el distrito madrileño de Ciudad Lineal. Parece ser, según detalla Caso abierto, que había mantenido una discusión con su pareja, de nombre Jesús, y ella había salido corriendo de su casa. Jesús dejó una nota en la que indicaba que había salido a buscarla corriendo, y la nota habría sido leída por su hijo.
La familia siempre descartó la posibilidad de una desaparición voluntaria: era madre de dos hijos
Como no daba señales de vida, se siguió el protocolo habitual en estos casos. La familia interpuso una denuncia, y se empapeló de carteles la zona con la foto y los datos de esta mujer, nacida en el año 1965 con una estatura de 1,70 metros. De estar viva, ahora tendría 57 años, y desapareció cuando solo tenía 38. Cuando desapareció no llevaba ni bolso, ni teléfono ni ninguna documentación encima.
Se especuló con la posibilidad de que se tratara de un tema de violencia de género, dado que Jesús, su pareja, fue la última persona que la vio con vida, pero el caso no se consiguió cerrar.
Y ahora se ha puesto en marcha la investigación gracias a los datos de la autopsia realizada al cadáver. También, según publica El Mundo, se habría barajado otra posibilidad, una huida voluntaria por los supuestos problemas, siempre según este diario, de alcoholismo y depresión de la desaparecida. La familia lo descartó, ya que nunca, afirmaban, habría dejado abandonados a sus dos hijos, fruto de una relación anterior.