Un hombre ha sido detenido por la Policía Nacional en El Ejido (Almería) acusado de realizar grabaciones no autorizadas de índole sexual que tenían como protagonista a la propietaria de una papelería, a la que solía vigilar desde los alrededores del local para abordarla cuando se quedaba sola.
El varón utilizaba la técnica conocida como 'upskirting', que básicamente consiste en captar imágenes por debajo de la falda de una persona sin su consentimiento. Para ello, utilizaba dos dispositivos de grabación de pequeñas dimensiones ocultos entre el zapato y el calcetín, con las lentes apuntando hacia arriba, según constataron los agentes una vez que le arrestaron. Así lo ha señalado la Policía Nacional, que ha explicado detalles del caso en una información recogida por Europa Press.
Según indica, fueron los trabajadores del negocio quienes sospecharon que el ahora detenido podría estar "obsesionado" con la dueña del establecimiento, ya que se trataba de un cliente habitual que "tan solo aparecía cuando la mujer se encontraba en el local". Además, se dieron cuenta de que sus visitas eran cada vez más frecuentes, llegando incluso a ser diarias.
"Siempre solicitaba el mismo servicio en una máquina cortadora, situada fuera del mostrador, que requería que la víctima tuviera que inclinarse para hacerla funcionar". Era entonces cuando el hombre se colocaba detrás de la mujer, "a escasos centímetros, pero sin llegar a rozarla", como refleja este vídeo compartido por la Policía Nacional en su cuenta oficial de X (antigua Twitter).
Con el trascurso del tiempo, la víctima se percató de que cada vez que acudían a la máquina cortadora, el individuo "elevaba de forma extraña su pierna izquierda, pensando en un primer momento que podría tratarse de un tic nervioso".
El gesto que encendió todas las alarmas
Siguiendo siempre la información de la citada agencia, la situación se prolongó hasta que un día la mujer percibió que el hombre "se quitaba un dispositivo electrónico del zapato y se lo guardaba en el bolsillo", lo cual "encendió todas las alarmas, provocando que se revisasen las cámaras del circuito cerrado de televisión (CCTV)".
Gracias a esta revisión pudo comprobar que el ahora detenido apuntaba con su zapato debajo de su falda y después se llevaba la mano al tobillo para coger un objeto y guardarlo en el bolsillo del pantalón. Todo ello "provocó en la mujer una sensación de inquietud, por lo que puso los hechos en conocimiento de la Policía".
La operación policial
Al interponer la denuncia, la víctima también puso en manos de la Policía las imágenes del hombre captadas por el CCTV de su comercio. Una vez que los investigadores analizaron la grabación, los agentes desplegaron un dispositivo en las inmediaciones del comercio en el que interceptaron al varón.
Ante la sospecha de que pudiera haber realizado estas mismas acciones delictivas con otras mujeres y de que pudiera tener guardado material videográfico de estas características, se llevo a cabo un registro en el que se intervinieron distintos dispositivos de almacenamiento.
Los especialistas en ciberdelincuencia exploraron la existencia de otras posibles víctimas y comprobaron que el investigado no había llegado a compartir las imágenes en internet.