La Policía Nacional ha informado a través de un comunicado de una compleja operación en la que ha conseguido detener al líder de una comunidad espiritual que presuntamente utilizaba diferentes técnicas de manipulación coercitiva, entre ellas suministrar sustancias psicoactivas peligrosas para la salud con las que pretendía manipular las voluntades de sus adeptos con fines económicos y de poder.
El líder, autodenominado "Trascendencia Total", ha sido detenido en Abanilla, localidad murciana en la que estaba establecida la comunidad espiritual desde hace aproximadamente 15 años. Las alarmas saltaron gracias a una denuncia ciudadana, trasladada a través del correo sectasdestructivas@policia.es y que dio pie a que el Cuerpo iniciara una investigación.
Coordinada por la Comisaría General de Información y desarrollada por la Brigada Provincial de Información de Murcia, la operación ha requerido la colaboración de otras unidades policiales como la Unidad Aérea de la Policía Nacional, Grupo Operativo de Intervenciones Técnicas, Guías Caninos, Unidad de Prevención y Reacción, Policía Científica y el Servicio de Análisis de la Conducta. Además, el operativo ha contado con el apoyo del Organismo Estatal de Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Consejería de Medio Ambiente y Consejería de Salud, ambas de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia, Consorcio de Bomberos de Murcia, Policía Local de Abanilla y de Abarán (Murcia). Todo ello bajo la dirección del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número Tres de Cieza (Murcia).
La comunidad ocupaba un complejo de más de 10.000 metros cuadrados con multitud de casas cueva y laboratorios clandestinos
Según detalla la Policía Nacional, la comunidad espiritual estaba asentada en una finca de más de 10.000 metros cuadrados, en cuyo interior había multitud de casas cueva, albergue, almacenes, templos, búnkeres y laboratorios clandestinos.
El detenido pasaba la mayor parte del año en una de las cuevas donde se encontraban los laboratorios en los que practicaba la alquimia. También era el encargado de dirigir y organizar todas las actividades de la secta, una responsabilidad que asumía junto a los adeptos más cercanos, quienes residían en casas cueva situadas en torno a la casa del maestro y también ejercían otras tareas y funciones según las necesidades personales de éste o de la Fundación (administración, gestión de redes sociales, jardinería, mantenimiento, formación, etc.), sin cumplir los requisitos legales, además de realizar largas jornadas de trabajo.
La secta se financiaba con el pago y las donaciones de los asistentes a las actividades que organizaba. Además, contaba con la colaboración de una mercantil administrada por los encartados donde elaboraban "elixires", en una nave situada en Lorquí (Murcia), que luego se distribuían en herbolarios, se vendían en la Fundación o incluso en internet.
Por su parte, el líder era reconocido como sanador, guía espiritual y maestro, y no solo conseguía que sus más acérrimos seguidores trabajaran para la asociación, también les incitaba a realizar aportes económicos con los que aumentó su patrimonio "en relativamente poco tiempo".
El maestro pasaba largas temporada en su casa cueva acompañado de varias mujeres, las cuales también le asistían y realizaban las tareas que él disponía.
"La devoción a la figura del líder era tal, que dichas personas habrían abandonado totalmente la relación con su círculo familiar y social para entregarse fielmente a las decisiones de este, las cuales son denominadas 'renunciantes'. Incluso, al igual que su maestro, mantenían 'voto de silencio' durante largos periodos de tiempo".
Según los investigadores, el detenido pretendía elaborar una sustancia llamada "mercurio purificado", utilizando técnicas de alquimia ya que al parecer podría tener efectos energizantes y vitalizadores. Este proceso era realizado por los adeptos, los cuales comenzaron a manifestar diferente sintomatología originada por la neurotoxicidad del mercurio. Además, los residuos de estas prácticas se habrían depositado en una fosa séptica dentro de la comunidad, lo que sería altamente tóxico para el medio ambiente.
Asimismo, durante las ceremonias realizadas en la Fundación se distribuirían diferentes tipos de psicoactivos perjudiciales para salud y de cuyos efectos presuntamente se valdría "Trascendencia Total" para lograr someter la voluntad de los consumidores, apunta la Policía.
Había construido un zulo en el que almacenaba 180 kilogramos de mercurio y cinabrio
Siguiendo la información de la Policía Nacional, el detenido había construido un zulo en Abarán (Murcia) que los investigadores lograron localizar y en el que se han encontrado 180 kilogramos de mercurio y cinabrio, entre otras sustancias.
El operativo policial también ha implicado la realización simultánea de otros dos registros. Uno en la finca de Abanilla que acogía a la comunidad, en la que residían tanto el líder como alrededor de diez de sus seguidores. Y el otro en una nave situada en un polígono industrial de Lorquí (Murcia), donde se elaboraban los "elixires" que luego se comercializaban.
"Fruto de estos registros se han intervenido 90.000 euros en metálico, un revólver, 19 kilos de marihuana, múltiples sustancias para la práctica de la alquimia como el mercurio, así como documentos sobre la experimentación con estas sustancias peligrosas y diverso material pseudo religioso y esotérico", indica la Policía, apuntando que la referida nave del polígono industrial de Lorquí ha sido clausurada por los servicios inspectores de la Consejería de Salud Pública de Murcia "dadas las irregularidades encontradas".
En cuanto al detenido, informa que ha ingresado en prisión provisional después de que pasara a disposición judicial como presunto responsable de delitos contra la salud pública, contra el medio ambiente, contra los derechos de los trabajadores, contra la integridad moral y asociación ilícita.