Ocurrió durante el relevo, sobre las 9:30 del miércoles, y según los que vieron la escena, la víctima tuvo suerte de poder contarlo. Un jefe de servicio estaba a unos metros de un interno que saltó por encima de otros funcionarios de prisiones para clavarle un cristal en la yugular. Los cuerpos de los hombres situados en medio amortiguaron la caída del recluso sobre el cuello de la víctima, y el cristal quedó a escasos milímetros de la yugular, una de las venas del cuerpo más importantes, que si se seccionan, pueden producir la muerte de la víctima. La herida fue suturada, pero el ataque fue muy grave y pudo tener terribles consecuencias.
El interno llevaba pocos días en libertad vigilada y había vuelto a prisión por una agresión sexual en Tarancón cometida el pasado día 22 tras quitarse la pulsera telemática con la que se le controlaba. Ya había provocado numerosos incidentes en su anterior ingreso en la prisión de Villena. Uno de ellos muy conocido, ya que las imágenes de la intervención de los funcionarios fueron filtradas a diversos medios de comunicación. Diversos medios dieron la razón al preso, cuando fue él quien empezó a agredir a los funcionarios. Y hasta la secretaría general de Instituciones Penitenciarias abrió una investigación contra ellos. Este reo es muy peligroso.
Los hechos, según ha explicado el sindicato ACAIP UGT ocurrieron así:."El miércoles por la tarde, el recluso había estado alterado, llegando a romper todos los cristales de su celda. Al relevo de funcionarios, se atrincheró en el baño, por lo que tuvo que acudir el jefe de servicios acompañado de tres funcionarios, durante la intervención, el recluso saltó desde el aseo por encima de los funcionarios con un cristal en la mano para atacar al jefe de servicios, llegando a cortarle en el cuello, a pocos milímetros de la yugular, provocándole una herida muy sangrante, que fe valorada en un primer momento por la enfermera de guardia pero, ante la gravedad, fue trasladado al hospital Recoletas de Cuenca, siendo derivado posteriormente al Hospital General para que fuera atendido por un cirujano por lo delicado de la herida. En estos momentos se encuentra estable y en su domicilio".
Los funcionarios de prisiones, indignados por la falta de respeto de sus gestores
Al ingreso, se le advirtió a la dirección del centro de la peligrosidad del recluso sin que se tomaran medidas adicionales ni se realizara una conducción especial y directa de manera urgente a una prisión más acorde al perfil del mismo. Por este motivo, fueron los jefes de servicios quienes tomaron la precaución de que, siempre que hubiera que intervenir con el reo, fueran un mínimo de dos funcionarios.
Hay que destacar los problemas de personal que tiene el centro de Cuenca, y la escasez de funcionarios en el servicio diario, lo que dificulta esta medida; como ejemplo, el viernes, cuando se produjo el ingreso, este fue atendido únicamente por el jefe de servicios y un funcionario en prácticas. Además, cuando se producen los hechos, no había médico en el centro, lo que supone un mayor riesgo, por la falta de atención al agresor, y la imposibilidad de atención médica de urgencia al funcionario herido.
El sindicato, en un durísimo comunicado en el que manifiesta que están hartos de la falta de respeto de sus gestores, así como de la dejadez administrativa para solucionar el grave problema que "se acumula en las prisiones españolas. Se es excesivamente laxo con los internos violentos, no se toman las medidas adecuadas, y se coarta de manera sistemática la actuación de los trabajadores, falta personal médico para atender a reclusos con problemas psiquiátricos y que puedan pautar la medicación adecuada, por lo que la situación de riesgo aumenta exponencialmente".