ACAIP-UGT ha decidido denunciar las condiciones en las que se está realizando el curso del Cuerpo Especial de Instituciones Penitenciarias. Los 70 trabajadores que atienden a las clases han sido ubicados en un espacio muy reducido, con un mobiliario destinado a escolares, sin aire acondicionado en el aula cuando la temperatura ambiental es cercana a los 40 grados, y sin ventilación natural.
Según comentaban los propios empleados públicos el pasado viernes, al menos, había cinco funcionarios positivos en COVID presentes en las condiciones expresadas. Escudo Digital, que en reiteradas ocasiones se ha hecho eco de las quejas de un colectivo sobrecargado de trabajo y falto de medios, ha recibido un comunicado con fecha 17 de junio en el que se expone la terrible situación por la que pasan. Hoy, al cierre de estas líneas, ya son 16 los contagiados de Covid. La carta que ha hecho circular uno de los trabajadores afectados no tiene desperdicio. Compara las condiciones del centro a las de un campo de concentración en Camboya, y aporta bases científicas. Merece la pena leerla en el siguiente tuit.
El comunicado relataba que el pasado 2 de junio comenzó en la residencia “María Molina” en la ciudad de Cuenca el curso selectivo a los 70 funcionarios que habían superado las dos primeras fases del proceso selectivo de promoción interna del Cuerpo Especial de Instituciones Penitenciarias que se prolongará hasta el próximo día 24. Denunciaban las pésimas condiciones en las que se está llevando a cabo el curso que hemos mencionado. Pero lo más grave no son las sillas infantiles, sino el hecho de el viernes hubiera al menos cinco funcionarios positvos en COVID presentes en unas condiciones en las que es casi imposible, sin ventilación natural, que no contagien la enfermedad a sus compañeros. Hoy son ya 16. Por mucho que se quiera gripalizar la enfermedad, se trata de un mal contagioso, que puede perjudicar la salud de otros compañeros, al igual que ocurría con la gripe, por la cual los médicos recomendaban antes no asistir tres días al trabajo, o daban directamente la baja. Y más tratándose de personas que trabajan en un entorno que ha sufrido dramáticamente las consecuencias de esta enfermedad, tanto los trabajadores como los presos.
No se cumplen las normas mínimas de seguridad en el trabajo
El comunicado afirma lo siguiente: "Desde ACAIP-UGT, entendemos que estas no son las condiciones ni idóneas ni razonables para poder realizar este curso formativo y es una falta de respeto más hacia los profesionales penitenciarios, ya que no reúne las condiciones mínimas de salud laboral. Según establece el Código Técnico de la Edificación, en el ámbito docente debe existir, como mínimo 1,5 metros cuadrados por alumno. En este supuesto, con 70 alumnos, deberíamos encontrarnos con un aula de más de 100 metros cuadrados, circunstancia que no se cumple. Por otro lado, El Real Decreto 486/1997 establece que en los locales donde se realicen trabajos sedentarios propios de oficinas, la temperatura deberá de estar comprendida entre los 17 y 25 grados centígrados, teniendo en cuenta el episodio de calor extremo que estamos viviendo en este mes de junio, sin una climatización adecuada, el estrés térmico al que están sometidos los 70 funcionarios en formación es, cuanto menos, insalubre".
Señalan que resulta incomprensible que la administración penitenciaria se comporte de esa manera con sus propios trabajadores, por lo que han decidido denunciar ante los máximos responsables de Instituciones Penitenciarias la situación para que se solucione el problema. Y es que, como aseguran: "Seguimos con unas temperaturas muy elevadas y las instalaciones donde se está realizando el curso no reúne las condiciones adecuadas. La propia administración parece que quiera distinguir entre funcionarios de primera o de segunda categoría ya que ha optado por otras aulas situadas en la universidad de Cuenca, que sí reúnen las condiciones adecuadas, para realizar el curso del Cuerpo Técnico, por lo que la misma solución se puede articular para estos servidores públicos".