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Interior

JUCIL denuncia la escasez de guardias civiles en la España rural, patente en los asesinatos de Mocejón y Otero

El cuerpo respondió a ambos crímenes en unos tiempos "inaceptables", según la asociación, que reclama "medidas urgentes".

Redactora especializada en Seguridad y Tecnología.

2 minutos

Dos guardias civiles en los alrededores de la vivienda de Otero en la que una adolescente de 17 años ha sido asesinada por su padrastro de un disparo en la cabeza | Foto: Europa Press

La Asociación Justicia para la Guardia Civil (JUCIL) ha denunciado la escasez de agentes en las áreas rurales a colación de los terribles asesinatos ocurridos este fin de semana en la provincia de Toledo, que han acabado con la vida de una adolescente de 17 años y de un niño de 11.

En un comunicado, emitido ayer horas antes de la detección del presunto asesino del niño de 11 años de Mocejón, la asociación sostiene ambos crímenes han puesto de manifiesto que "el modelo actual de despliegue de la Guardia Civil no ofrece la seguridad adecuada a los habitantes de las zonas rurales de España".

JUCIL incide en el "preocupante" déficit de efectivos que adolecen las provincias de Castilla-La Mancha y "se extiende por toda España". En el caso de Toledo, indica que se necesitarían "al menos 200 guardias civiles adicionales para cubrir adecuadamente las necesidades de seguridad de esta provincia".

Según la asociación, este déficit "deja a muchas comunidades rurales en una situación creciente de vulnerabilidad" y compromete seriamente las labores de la Guardia Civil, como ha evidenciado la demora de sus intervenciones en los dos asesinatos. En el caso de Mocejón, explica que, aunque se activaron dos patrullas, una desde Seseña, a 39 kilómetros de distancia, y otra desde una localidad cercana, junto con el apoyo del Seprona desde Illescas, situado a casi treinta minutos, el tiempo de respuesta fue de cuarenta minutos, un intervalo de tiempo que "permitió al asesino huir".

En el caso del asesinato en Otero, en el interior de una vivienda donde una joven de 17 años murió de un disparo en la cabeza a manos de su padrastro, quien también hirió de gravedad a su mujer y posteriormente fue detenido, JUCIL asegura que "la situación fue aún más grave".

"El primer aviso de la discusión se produjo a las siete y fue media hora después, según los testigos, cuando se escucharon los disparos, sin que ninguna patrulla hubiese llegado en este lapso hasta el lugar donde se produjo la llamada de emergencia", subraya JUCIL, agregando que esta tardanza dejó "a la comunidad desprotegida en un momento crítico y en el que una presencia preventiva de los guardias civiles podría haber arrojado un resultado diferente a los hechos".

"Estos tiempos de respuesta son inaceptables", recalca Javier Montero, portavoz de JUCIL. "En situaciones de emergencia, cada minuto cuenta, y los residentes en las áreas rurales no pueden seguir soportando esta situación de desprotección. No podemos permitir que la distancia y la falta de recursos pongan en riesgo la vida de los ciudadanos", advierte.

JUCIL reclama medidas urgentes

La Asociación Justicia para la Guardia Civil remata su comunicado solicitando la adopción de "medidas urgentes" que garanticen "una presencia y una respuesta más efectiva de las fuerzas de seguridad" en las zonas rurales. Asimismo, reclama que se abra una reflexión "inmediata" para ampliar la cifra de efectivos y la forma de despliegue de la Guardia Civil.

"Es imperativo repensar y reforzar el despliegue de la Guardia Civil en todo el territorio nacional, especialmente en las áreas rurales", afirma Montero. "Todos los ciudadanos, sin importar dónde vivan, tienen derecho a una protección adecuada y eficaz. No podemos permitir que ocurran de nuevo situaciones como las sufridas este fin de semana en dos pueblos de Toledo", apunta.