Las elecciones en Cataluña son la gran preocupación de estos comicios.La tensión se palpa en el ambiente.La policía y los mossos están preparados para garantizar el derecho al voto en Cataluña, pero tampoco esconden su inquietud. En el mejor de los escenarios, se contemplan desordenes y acciones aisladas de grupos minoritarios en el acceso a algunos colegios electorales. Para los 4.500 efectivos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado desplegados en Cataluña, así como para los 8.000 mossos d’ esquadra, el objetivo del 10-N está muy claro para ambos: conseguir que todos los ciudadanos de Cataluña puedan depositar con libertad su voto en el colegio electoral correspondiente.
"Sería una locura y un desastre que hubiera que repetir las elecciones en algún lugar de Cataluña"
“Sabemos que se van a hacer notar – afirman en fuentes policiales consultadas por ESCUDO DIGITAL -, pero estamos preparados y disponemos de los efectivos necesarios para impedir la actuación de grupos radicales y violentos. Sería una locura y un desastre que hubiera que repetir las elecciones en algún lugar de Cataluña”. Sin embargo, nadie puede garantizarlo y la incertidumbre y la preocupación es inevitable. Son más de 7.000 colegios electorales repartidos por la geografía catalana y los últimos acontecimientos violentos no permiten, en ningún caso, bajar la guardia.
Las elecciones de Cataluña son un escaparate peligroso en el exterior
De aquí al lunes pueden pasar muchas cosas. En las calles de las ciudades y pueblos de Cataluña comienzan a dejarse notar cada vez más los efectivos policiales, mientras que se pide a los responsables políticos que insistan y hagan llamamientos a la calma.Y que avisen también de las consecuencias penales que puede tener para aquellos actuaciones que dificulten o impidan el derecho a votar de forma libre y democrática. “Los mossos – informan a este periódico – están colaborando, como no lo habían hecho hasta ahora. Y el consejero de Interior, Miquel Buch, está en su sitio, sin dejarse coaccionar. No es un loco, aunque eso le cueste tener que dejar el cargo después de las elecciones”. Por si acaso, Busch ya ha anunciado que facilitará su salida y que lo que menos le preocupa en estos momentos es su continuidad.
En medio de esta tensión generada por grupos independentistas radicales, se avisa de que la Ley Orgánica de Régimen Electoral (LOREG) incluye una serie de delitos y penas para quienes se manifiesten en la jornada de reflexión y el día de las elecciones. Esta ley prevé penas de entre seis meses a tres años de cárcel y multas importantes para quienes perjudiquen el libre ejercicio de los derechos de los votantes llamados a las urnas.
"Esperamos que no se atrevan a consumar las amenazas que están haciendo”
La policía está preparada para impedir que se produzca el boicot, pero no esconde su incertidumbre y preocupación. Después de muchas reuniones entre los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y los mossos d’ escuadra, todos los dispositivos están activados, aunque nadie ha podido garantizar a ESCUDO DIGITAL que se puedan impedir algunos brotes violentos de radicales. “Son más de siete mil colegios, repartidos por pueblos y ciudades. Lo más positivo – afirman fuentes policiales – para nosotros en este momento es la colaboración que estamos encontrando en los mossos y en el consejero de Interior de la Generalitat, que está pidiendo a los ciudadanos que vayan a votar. En estas circunstancias – y sabiendo que impedir el derecho al voto es un delito grave – esperamos que no se atrevan a consumar las amenazas que están haciendo”.
Otro tema que preocupa a la policía, aunque algo menos que los citados, es el de la utilización y manipulación de las redes sociales. Está claro que se van a utilizar, pero sobre todo para difundir a través de ellas “fake news”, montajes y fotos que no se correspondan con la realidad. “Eso nos preocupa menos. Hackear a la policía en estos momentos no les interesa – comentan otras fuentes –, aunque las 'fakes news' que se mueven entorno a Tsunami Democràtic formen parte del entramado que han montado para desprestigiar a la democracia española”.
Aunque con todas las precauciones que requiere el caso, encima de la mesa de los altos mandos policiales, tanto de las fuerzas del Estado desplegadas en Cataluña como de los mossos d'esquadra hay una cuestión prioritaria: nadie podrá impedir que se celebren, dentro de un orden, las elecciones en Cataluña, porque de no ser así la imagen de España en el exterior sufriría un varapalo tremendo.