Las asociaciones de la Guardia Civil presionan al Ministerio del Interior para que el gobierno de España presione a su vez al gobierno de Marruecos y este detenga y entregue a los presuntos asesinos de los dos Guardias Civiles fallecidos en Barbate, entrega que el gobierno de Marruecos o no quiere o ve difícil cumplir y está poniendo todo tipo de pegas.
La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha exigido al Ministerio del Interior y a su titular, Fernando Grande-Marlaska, que acelere los trámites diplomáticos con Marruecos para detener a los asesinos de sus dos compañeros el pasado mes de febrero en el Puerto de Barbate:
"Queremos expresar nuestro más absoluto respaldo a los compañeros que están llevado a cabo una labor impecable en la identificación y localización de los responsables de los asesinatos de nuestros compañeros en Barbate (…) Es fundamental que, a la mayor brevedad, se obtenga la autorización de las autoridades marroquíes para proceder a la detención y extradición de los implicados, garantizando así que se haga justicia por este grave delito. Por ello, instamos al ministro del Interior Grande Marlaska para que agilice los trámites diplomáticos necesarios con Marruecos para que estos asesinos sean puestos a disposición de la justicia española", ha manifestado Pedro Carmona, portavoz nacional de AUGC.
El principal sospechoso es un joven de 40 años, sobrino de uno de los capos locales de la droga cuyo nombre es Karim Gabarde, y el lugar de localización es Dalia. El problema es que esta es una localidad marroquí perteneciente al municipio de Quetzama, en Alhucemas, con más de 55.000 hectáreas dedicadas al cultivo de marihuana, lo que convierten a esta zona en el epicentro del cultivo mundial de cannabis. Y es que el 40% del hachís consumido en el mundo y el 80% del consumido en Europa provienen de Marruecos. Esta situación llevó a los cultivadores y sus familias a convertirse en rehenes de los capos de la droga, obligados a seguir abasteciéndolos bajo amenaza, y a utilizar semillas híbridas importadas de Europa para aumentar la productividad de las parcelas.
“El 80% del hachís consumido en Europa es muchísimo dinero, suficiente para comprar voluntades políticas, mediáticas, judiciales, incluso militares, más aún en una de las zonas más separatistas e independentistas de Marruecos, el Rif”, narran a Escudo Digital fuentes policiales que tienen claro dónde radica el problema.
El poder político del Sultán de Marruecos, tradicionalmente, no ha superado el 25% de su mapa actual: las franjas incluidas entre Tánger, Fez y Rabat; y Rabat, Marrakech y Mogador; el denominado ‘Blad el-Majzen’ o zona del Gobierno. El resto del “actual” Marruecos es lo que se denomina ‘Blad es-Siba’ o zona rebelde, unida a Rabat por la presencia del Ejército Real, sobre todo el Sahara y Rif.
En esa zona del Rif, “te asegura más la supervivencia ser amigo o del clan de los pus pus, al que pertenece Karim Gabarde, quien se mueve libremente por la zona e incluso alardea de sus fechorías (ya que es uno de los sobrinos y hombres de confianza de su líder), que ser un hombre del gobierno, que manda lo que manda. Se han hecho muchas películas de los carteles mexicanos, y esto es similar, aunque más cercano y sin tanta violencia porque el Gobierno negocia, no intenta acabar con ellos por la cuenta que les tiene y los beneficios que directa o indirectamente también obtienen”, apuntan las mismas fuentes que dudan mucho de que finalmente el gobierno marroquí entregue a Karim y al resto de los miembros que le acompañaban en la embarcación justo cuando se cumplen seis meses de aquel terrible asesinato a cámara lenta.
Bajo estas reglas de juego, el Convenio que en 2019 firmaban los ministerios de Interior de España y de Marruecos para agilizar este tipo de colaboración entre ambos países funciona como papel mojado. En ese acuerdo se dejaba claro que habría “intercambio de información y prestación de ayuda en la actividad operativa de investigación para la búsqueda de las personas que hayan cometido o sean sospechosas de haber cometido delitos en el territorio de alguna de las partes”. Esa es la foto de los políticos, la realidad sobre la posible implicación policial que ayude a este caso es otra cosa totalmente diferente.
Un ejemplo parecido y comparable sería el ocurrido con el prófugo Abdellah El Haj Sadek El Menbri, 'El Messi' del hachís, quien más droga movía por el Estrecho, y a quien precisamente también se le ha podido ver disfrutando de vida social, fiestas y días de ocio y de fútbol, mientras tenía protección especial al otro lado de la frontera.
El acercarse a un restaurante de lujo en Tamuda Bay es una profesión de muy alto riesgo si haces fotos. Allí puedes encontrarte con cierta facilidad a perseguidos en jornada de hermandad y compañía con sus supuestos perseguidores al otro lado de la frontera.
Y si esto viene sucediendo en esa zona del Estrecho, las mismas fuentes consultadas por Escudo Digital avisan de que un suceso como el de Barbate podría volver a ocurrir en estos momentos en Mallorca, donde se empieza a librar una verdadera pugna entre clanes marroquíes y argelinos por controlar la distribución de droga en la isla, apoyándose en cada caso en clanes gitanos que hasta ahora eran los que la controlaban.