Hace unos días explicamos las artimañas legales que utilizan los okupas para alargar los procesos de desahucio y adquirir cuatro derechos, con matices que también precisamos, al instalarse en una casa ajena. Asimismo, advertimos que para los propietarios afectados no es tarea fácil echar a los okupas de su propiedad y a día de hoy no cabe duda de que la okupación sigue siendo un problema real que debemos afrontar en el panorama español.
Según afirma la Organización Nacional de Afectados por la Okupación, el pasado mes de octubre en nuestro país había aproximadamente 120.000 viviendas habitadas por okupas y, de acuerdo a la Fiscalía General del Estado, se producen 9 usurpaciones de casas al día. Además, estos delitos no solo no se vieron reducidos por motivos relacionados con la pandemia o con las derivadas restricciones de movilidad, sino que incluso llegaron a incrementarse en un 1,58% con respecto al año 2019.
Las viviendas con más probabilidades de ser okupadas son las que están situadas en zonas rurales, que bien se utilizan como segunda residencia o que se encuentran vacías, así como las que están ubicadas en zonas dormitorio. Las tasas de okupación también varían entre las distintas comunidades autónomas y, según datos del INE de 2021, las más afectadas son Andalucía, con 736 usurpaciones de vivienda, la Comunidad de Madrid, con 624, y la Comunidad Valenciana, con 519.
Ante esta situación, desde Movistar Prosegur Alarmas han subrayado en un comunicado la importancia de tomar medidas para evitar sufrirla en primera persona.
"Contar con algún sistema de seguridad profesional en el hogar puede ayudar a evitar este problema, incluso a resolverlo en menos tiempo. Uno de los principales inconvenientes de la okupación radica en que los procesos de desalojo legales se alargan en el tiempo durante meses o, incluso, años en España", ha señalado Ignacio Aller, CCO de Movistar Prosegur Alarmas y a quien recientemente hicimos una vídeo entrevista en Escudo Digital.
La alerta temprana de la okupación, clave para evitar un largo proceso de desalojo legal
Frente a este inconveniente, las alarmas en el hogar sin un elemento claramente disuario tanto para los okupas como para los ladrones, gracias a los detectores que se activan en caso de intrusión, placas disuasorias que alerten de la presencia de una alarma y un sistema eficaz de comunicación que permita un contacto directo y eficaz con la Central Receptora de Alarmas (CRA). "Esa alerta temprana de la okupación hace que la policía pueda acudir inmediatamente a la vivienda y, en ese momento, el delito se considera allanamiento (en las 48 horas siguientes a la entrada a la vivienda)", ha puntualizado Aller. Y es que este protocolo establece que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado pueden proceder sin autorización judicial a desalojar el inmueble, identificar a los okupantes y, en caso de ser necesario, proceder a su detención.
En cambio, cuando el okupa pasa más de 48 horas en el inmueble, se considera usurpación de vivienda u okupación y, en este caso, la policía no puede desalojarlo sin una autorización judicial y el propietario es quien debe acreditar la propiedad y comprobar la ausencia de un título jurídico que legitime la presencia de los okupas, lo que puede llevar mucho tiempo.
Por ello, y para impedir una posible okupación, desde Movistar Prosegur Alarmas recomiendan instalar un sistema de seguridad conectado a una Central Receptora de Alarmas. Así, el usuario está seguro de que hay personas 24/7 velando por la seguridad de su hogar y que, si hay una intrusión, avisan de forma inmediata a la policía alegando un delito de allanamiento de morada.
"Desde Movistar Prosegur Alarmas queremos poner el foco en la prevención y adecuada reacción ante este tipo de delitos, con una oferta capaz de ofrecer a nuestros clientes la total seguridad de que su vivienda estará protegida las 24 horas del día, los 365 días del año. Un buen sistema de alarma puede disuadir a los potenciales okupas en los domicilios y, gracias a la rápida respuesta de nuestra CRA (menos de 29 segundos), alertar inmediatamente a la policía en el caso de que se llegara a entrar en la vivienda", afirma Ignacio Aller, y apunta:
"Simular que la casa está habitada o disponer de rejas y puertas blindadas son algunos de los métodos que utilizan los usuarios para evitar una okupación. Y, en este sentido, las alarmas han demostrado ser una de las medidas más eficaces para evitar este tipo de delito".
Además de las alarmas y de estos trucos mencionados por el experto de la joint-venture, la Policía Nacional ha difundido materiales en los que explica otras medidas que se pueden aplicar para prevenir tanto la okupación como los robos en las viviendas.