La situación política entre España e Israel ha entrado en una situación crítica. Los continuos posicionamientos del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre la actuación del ejército israelí en Gaza siguen alimentado una escalada de tensión política que puede terminar con la ruptura definitiva de las relaciones diplomáticas entre España e Israel.
Ayer mismo el ministro de Exteriores israelí, Eli Cohen, llamaba a consultas a su embajadora en Madrid, Rodica Radian-Gordon, como reacción a las últimas declaraciones de Pedro Sánchez en TVE. Además, Cohen convocaba nuevamente a la embajadora española en Tel Aviv, Ana Sálomon, para una "reprimenda" por lo que ha calificado de "vergonzosas" manifestaciones de Sánchez.
El presidente español expresó durante una entrevista con la televisión pública que hay que decirle a Israel que tiene que "sostener sus acciones en base al derecho internacional humanitario" y, añadió, que según "las imágenes que estamos viendo y el número creciente, sobre todo de niños y niñas que están muriendo, tengo francas dudas de que estén cumpliendo con ese derecho internacional humanitario".
La respuesta de Cohen, a través de la red social X, fue contundente: "Tras las indignantes palabras del presidente del Gobierno de España, que repite acusaciones infundadas, decidí llamar al embajador de Israel en España para que volviera a consultas en Jerusalén"
Following the outrageous remarks by the Spanish Prime Minister, who once again repeated baseless accusations, I decided to recall our ambassador to Spain for consultations in Jerusalem.
— אלי כהן | Eli Cohen (@elicoh1) November 30, 2023
Israel is acting, and will continue to act, according to international law, and will continue…
Este nuevo punto de inflexión “tendrá consecuencias”, como indican a Escudo Digital fuentes del gobierno de Netanyahu que no quieren desvelar por el momento de qué estaríamos hablando. Sin embargo, otras fuentes israelís nos confirman que han tomado la matrícula al presidente español, igual que lo ha hecho la prensa y la derecha israelita y que no van a olvidar la postura de Pedro Sánchez: “Cómo alguien, y más un primer ministro de un país hasta ahora amigo, puede hablar bien de Hamas en nuestro propio territorio tras nuestro 11-S”.
La pregunta es: ¿por qué lo ha hecho?, algo que no dejan de repetirse nuestros interlocutores que intentan encontrar una explicación a este comportamiento tan poco diplomático: “Lo mismo lo ha hecho para desviar la atención del tema catalán, la controvertida amnistía, y hacer las paces de nuevo con Podemos y todos sus socios de izquierdas. Incluso nos asalta la duda de que quiera liderar una nueva izquierda socialista europea posmoderna al estilo más rancio, especialmente tras lo que se avecina en España tras las elecciones parlamentarias de junio”.
Y lo que si parecen tener claro que este puede ser el final para una supuesta carrera política internacional por parte de Pedro Sánchez. Israel pondrá todo su poder, su influencia y sus relaciones internacionales para frenar en seco cualquier posibilidad que apunte en esa dirección. Y, por si fuera poco, a Francia y Alemania, muy pro-Israel hoy en día, no les ha gustado nada la actitud del primer ministro español, ni las palabras de agradecimiento de la banda terrorista Hamas.
Pero esta no sería la única ocasión en la que Pedro Sánchez ha actuado por libre, poniendo en peligro la política internacional de la UE. Y ponen como claro ejemplo el cambio de posicionamiento en el tema Sáhara-Marruecos del que Francia también ha tomado buena nota.