Ha entrado en vigor un protocolo de actuación ante situaciones de acoso sexual, o cualesquiera otras formas de discriminación por cuestiones de sexo, género, orientación o identidad sexual, que establece pautas de actuación para erradicar este tipo de conductas en el seno de la Policía Nacional.
Este protocolo busca formar y sensibilizar en la materia a los integrantes de la Fuerza, para poder detectar estas situaciones y evitar que se produzcan, al mismo tiempo que garantizará la seguridad, integridad y dignidad de las personas afectadas y, asegurará la aplicación de medidas para la protección de las víctimas, incluidas las medidas cautelares.
Otro punto importante de esta nueva medida es que facilitará la recuperación de las personas sometidas a situaciones de acoso sexual, por razón de sexo, género, orientación o identidad sexual en el entorno profesional.
Nuevos espacios de consulta segura
El protocolo crea además una Asesoría Confidencial en cada Jefatura Superior de Policía y en cada uno de los organizamos centrales de la Policía Nacional, que será responsable de recoger y tramitar las denuncias relacionadas con esta materia. Los casos serán reportados al Área de Derechos Humanos e Igualdad y a la Comisión Territorial de Seguimiento.
Estas unidades procurarán, además de asesorar, acompañar estos procedimientos de denuncia apoyando a la víctima durante todo el proceso, brindando información sobre sus derechos y las vías de actuación posibles ante su situación, así como valorar si son precisas medidas cautelares.
Se aplicará a funcionarios y orientará a civiles
El protocolo se aplicará en su integridad cuando la persona afectada y la persona agresora pertenezcan al personal de la Dirección General de la Policía, incluido el personal de cuerpos generales y el personal laboral. Además, será de aplicación al funcionariado en prácticas, así como al alumnado de la Escuela Nacional de Policía.
En el caso de que la víctima sea externa a la Policía, se le brindará apoyo informativo, se la pondrá en conocimiento sobre la existencia de este protocolo, y se le ofrecerán las medidas de prevención del acoso, así como información de los derechos que le asisten. Además, si la víctima lo solicita, a la persona agresora se le aplicará el procedimiento especial establecido en el protocolo y, en su caso, el régimen disciplinario que corresponda.
Desde la Policía Nacional manifiestan el compromiso de la Fuerza “a consolidar una cultura de tolerancia cero respecto a comportamientos que sean constitutivos de acoso sexual o supongan un trato diferente por cuestión de género o por razón de identidad de género u orientación sexual”.