Según informa el sindicato de prisiones ACAIP-UGT, el pasado martes 6 de septiembre el interno R.R.Q. protagonizó unos altercados muy graves en el centro penitenciario Ocaña I. Además, de los insultos y amenazas de muerte que profirió contra los funcionarios de servicio y tres directivos del centro, agredió a dos ellos: el Administrador del Centro, que fue atendido en la enfermería de la prisión por lesiones leves y al Subdirector de Seguridad.
Este interno es un viejo conocido de los trabajadores del centro de Ocaña. Desde el año 2007 que se produjo su primer ingreso en esta prisión, su trayectoria penitenciaria ha estado salpicada de múltiples episodios conflictivos dentro de la misma que van desde peleas y agresiones a otros internos a numerosos enfrentamientos con los funcionarios por su clara y manifiesta inadaptación a la vida regimental ordinaria.
Un comunicado remitido a Escudo Digital por el citado sindicato de prisiones, mayoritario, afirma: "Estamos ante un interno que supone un peligro para los trabajadores y para el resto de internos. En abril de este año se produjo su última entrada en prisión y, a pesar de las advertencias de los trabajadores de que algo grave podría ocurrir, y que se estaba poniendo en riesgo la seguridad de la prisión si este interno permanecía en ella, a nadie le importaron las limitaciones arquitectónicas de la misma, la carencia de personal, la falta de formación a los trabajadores de ese centro, ni la falta de medios materiales y estructurales para preservar la seguridad".
La política del “buenismo” aplicada por Instituciones Penitenciarias agrava la violencia en las cárceles españolas.
Lamentablemente, como señalan desde el sindicato,el tiempo ha dado la razón a los trabajadores. Sin embargo, a pesar de los hechos tan graves acaecidos el día 6 de septiembre y con dos trabajadores del centro agredidos, a este interno agresor no se le traslada a otro centro hasta el jueves 8 de septiembre, y no se llevó a cabo en un traslado especial y directo hacia el centro penitenciario de Murcia II, sino que previamente se fue haciendo escala en diferentes centros penitenciarios.
Los funcionarios de prisiones, acuciados por una gravísima problemática derivada de la nula atención que, según denuncian reciben por parte del Ministerio del Interior, afirman que nos encontramos ante un hecho más que evidencia la nula sensibilidad que se demuestra ante las agresiones y la falta de empatía hacia las víctimas por parte de los responsables de Instituciones Penitenciarias, ya que en el transcurso de esas 48 horas que este sujeto permaneció en el centro desde los incidentes, los funcionarios afectados tuvieron que seguir sufriendo improperios, amenazas, ser escupidos, insultados…
Desde la Sección Sindical de ACAIP en el Establecimiento Penitenciario Ocaña I, se ha remitido un escrito dirigido al Director General de Ejecución Penal y Reinserción Social de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, manifestando nuestra más enérgica QUEJA por el retraso en el traslado del interno que había protagonizado esos graves incidentes en un centro que, como se ha dicho anteriormente, no reúne medidas de seguridad para albergar a este tipo de internos. Se trata de un centro donde se realizan trabajos que son remunerados, y son muchos los presos que quieren dedicarse a ello.
Este “in crescendo” de las actuaciones violentas de los internos, entre otros factores, deriva, según el mencionado sindicato, de la política del “buenismo” que se está aplicando en los últimos tiempos por parte de los dirigentes de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias y que se extiende en último término a la gestión de los centros penitenciarios, y el Centro Penitenciario de Ocaña I no es una excepción. En varias ocasiones, funcionarios de prisiones han manifestado a Escudo Digital que se sienten tratados como "los malos de la película", e incluso como si tuvieran que estar "dando las gracias por ir a trabajar y que se les permita existir".
Se premia a los presos peligrosos con trabajo en la empresa en detrimento de otros con mejor trayectoria penitenciaria
Numerosos internos con un perfil de peligrosidad alto o que han sido protagonistas de alteraciones de la vida regimental y de la seguridad del centro, con una evidente falta de respeto a los profesionales de la prisión, empiezan a trabajar en los talleres productivos que la empresa Knorr-Bremse España, S.A.- División HVAC (MERAK) tiene en Ocaña I en detrimento de otros internos con mejor trayectoria penitenciaria. Es más, se está potenciando por parte de los dirigentes penitenciarios el traslado desde otras cárceles del territorio español, a las prisiones de Ocaña, a este tipo de internos. Los presos fabrican componentes para los aparatos de aire acondicionado. Como señalan fuentes expertas consultadas por Escudo Digital , el trabajo dignifica tanto dentro como fuera de la prisión: "el trabajo en prisión está bien si se gestiona bien. Es un aliciente para el que quiere llevarlo bien en la carcel pero si al final se lleva a press conflictivos ea las prisiones en las que están estos talleres, su finalidad se desvirtúa"
El sueldo en esta empresa productiva externa puede rondar entre 700/800 mensuales. Evidentemente el “premiar” a internos que han protagonizado incidentes regimentales frente a otros que tienen un buen comportamiento en prisión, no ayuda a mantener una convivencia ordenada dentro del centro penitenciario. Los internos están percibiendo que ser conflictivo tiene recompensa, afirman fuentes sindicales.
El comunicado que han remitido desde ACSIP-UGT a nuestra redacción termina así:
"Esperemos que el Secretario General de Instituciones Penitenciarias se replantee la deriva a la que está abocando a la institución antes de que tengamos que lamentar una tragedia de irreversibles consecuencias. Asimismo, pedimos que demuestre mayor empatía con los trabajadores agredidos. Cabe recordar, que el 14 de julio, se produjeron concentraciones a las puertas de las Delegaciones de Gobierno de todas las Comunidades Autónomas denunciando que los últimos meses estaban siendo especialmente duros en las prisiones españolas con una sucesión de incidentes de extrema gravedad que parecen tener un mismo nexo, que es la dejadez de los gestores de la institución, una inadecuada clasificación interior y una política de “buenismo”, que están llevando a que cada vez los ataques que sufren los trabajadores sean cada vez más graves. De media, cada 36 horas un trabajador es agredido en una prisión".