En un comunicado, el Ministerio de Defensa armenio ha afirmado en un comunicado que, "el 2 de septiembre, entre las 16:00 pm y las 16:10 pm, unidades de las fuerzas armadas azerbaiyanas dispararon con armas de fuego hacia los puestos de combate armenios cerca de Norabak".
Azerbaiyán, tras esta información, reaccionó rechazando las acusaciones y tachando la información de falsa.
Esta es solo una muestra más de la tensión que vive esta zona, y es que, desde hace varios años, los tiroteos en la frontera entre Armenia y Azerbaiyán son cada vez menos ocasionales. Los dos países están involucrados en el conflicto de décadas sobre Nagorno-Karabaj, que estalló en septiembre de 2020 y terminaron con una declaración de alto el fuego trilateral mediada por Rusia y firmada en noviembre. Los dos antiguos estados soviéticos acordaron el despliegue de fuerzas de paz rusas en la región.
La última tensión grave entre los dos países tuvo lugar en septiembre de 2022, posteriormente y desde el pasado diciembre, Azerbaiyán comenzó a bloquear el paso a través del llamado corredor de Lachín, que une Armenia con Nagorno Karabaj, y, desde entonces, la situación en este enclave armenio no ha dejado de agravarse. Cada vez resulta más difícil encontrar alimentos, medicinas y otros productos básicos, con lo que la dependencia de un mercado negro abastecido por turcos, rusos, iranies y azerbaiyanos no para de crecer.
En el corazón de la disputa está el conflicto de Nagorno Karabaj. Esta región se encuentra habitada por una mayoría de etnia armenia, aunque las fronteras internacionales la reconocen como parte de Azerbaiyán. Es decir, en medio de una república mayoritariamente musulmana como Azerbaiyán quedó un territorio habitado por cristianos ortodoxos.
Este conflicto es herencia de la política de Stalin, según su visión histórica imperial del pueblo ruso (como en Ucrania) y su diseño de la URSS con la creación de repúblicas rusas dentro de repúblicas étnicas. En este sentido, las complicadas relaciones entre Armenia y Azerbaiyán van camino de convertirse en el segundo conflicto más preocupante del 2023.
Después de ser el vencedor de la Segunda guerra del Alto Karabaj (Nagorno Karabaj), entre el 27 de septiembre y el 10 de noviembre de 2020, Azerbaiyán ha continuado fortaleciéndose militar, económica y geopolíticamente.
Su ejército supera varias veces al ejército de Armenia, está mucho mejor equipado y cuenta con el respaldo de Turquía”. Incluso, a raíz de la invasión de Ucrania, el crecimiento de la demanda de gas azerí –por parte de Europa– parecen haber envalentonado a su presidente.
Mientras, Armenia parece estar perdiendo su potencial militar debido a las interrupciones en el suministro armamentístico de Moscú y por ello cierto giro hacia occidente.
La cooperación actual entre Armenia y la OTAN se basa en el Plan de Asociación Individual (Individual Partnership Action Plan-IPAP) Armenia-OTAN, firmado en diciembre de 2005. Este acuerdo supone la realización de consultas periódicas con la OTAN sobre seguridad regional, la creación de una estrategia para esta seguridad, el desarrollo de la doctrina militar de Armenia, el perfeccionamiento del proceso de planificación en materia de defensa y de presupuesto y otros asuntos.
Para no perder influencia en la zona y verse obligado a posicionarse, Rusia pide "desbloquear rápidamente" el corredor de Lachín en una reunión con Armenia y Azerbaiyán.