La Armada del Ejército Popular de Liberación de China (PLAN) se encuentra en un proceso de transformación sin precedentes. Tanto es así que la flota del gigante asiático ya supera las 370 embarcaciones, entre submarinos, portaaviones y buques de asalto anfibio. China está ampliando tanto el tamaño como la sofisticación de su poder naval.
Los astilleros del país producen hasta 14 buques de guerra anualmente, hasta el punto de situarla como la fuerza naval más grande del mundo. Este avance, sumado a proyectos como portaaviones de propulsión nuclear y barcazas diseñadas para operaciones anfibias, subraya su ambición de establecer un dominio marítimo en el estrecho de Taiwán y el mar de China meridional, lo que acentúa la competencia y las tensiones con otras potencias globales.
¿En qué consiste la Armada de China?
La Armada del Ejército Popular de Liberación es la rama naval de las Fuerzas Armadas de China, compuesta por aproximadamente 250.000 efectivos, lo que incluye fuerzas de defensa costera, el Cuerpo de Marines y la Fuerza Aérea Naval. Desde la década de los noventa, ha experimentado una rápida modernización, lo que se ha reflejado en que ha ampliado su flota con portaaviones, submarinos nucleares y buques de guerra avanzados. Recientemente, China ha comenzado la construcción de numerosas barcazas de desembarco, diseñadas para transportar vehículos y tropas del ejército a las playas de Taiwán, lo que ha generado preocupaciones sobre una posible invasión a gran escala.
Además, está desarrollando un portaaviones de propulsión nuclear, apodado provisionalmente Poder del Dragón" que representa un hito significativo para su Marina y podría alterar el equilibrio de poder mundial. La PLAN también emplea una milicia marítima y flotas pesqueras como instrumentos políticos para extender su influencia en áreas disputadas, como el mar de China meridional. Estos avances subrayan el objetivo de China de proyectar su poder naval y proteger sus intereses marítimos en la región y más allá.
¿Cuántas fragatas tiene China?
Según datos recientes, la Armada del Ejército Popular de Liberación de China cuenta con aproximadamente 50 fragatas en servicio. Este conjunto de embarcaciones incluye principalmente las clases Tipo 054A y la nueva generación Tipo 054B; una nómina en la que la fragata Luohe (Tipo 054B) es la más reciente incorporación. La flota total de la Armada china ha crecido significativamente, y ha alcanzado alrededor de 370 buques en 2022, consolidándose como la más grande del mundo en términos de número de barcos. Además de las fragatas, China está desarrollando capacidades tecnológicas avanzadas en estas embarcaciones, como sistemas de misiles modernos y capacidades furtivas en las tipo 054B. Este crecimiento naval forma parte del ambicioso plan de modernización militar de China, que busca tener una armada de “clase mundial” para 2049.
Las previsiones para la Marina china en 2030: 460 buques
La Armada china ha experimentado una expansión y modernización significativas en los últimos años, consolidándose como la fuerza naval más grande del mundo. Según informes del Pentágono, en 2020 la PLAN contaba con aproximadamente 350 buques, cifra que incluía submarinos, portaaviones y buques anfibios oceánicos. Para este 2025, se proyecta que esta cifra alcance los 420 buques, y para 2030, alrededor de 460. Esta rápida expansión se atribuye en parte a la capacidad de fabricación de los astilleros chinos, que producen hasta 14 buques de guerra al año, superando significativamente a otros países en términos de producción naval.
Además de aumentar su flota, China está avanzando en la construcción de buques de guerra más sofisticados. Recientemente, imágenes satelitales han revelado la construcción de barcazas de desembarco estilo Día D en el astillero de Guangzhou, diseñadas para operaciones anfibias que podrían facilitar un potencial desembarco en Taiwán, como apuntan en The New York Post.
Paralelamente, se han identificado proyectos para desarrollar un reactor nuclear terrestre destinado a un gran buque de guerra de superficie, posiblemente un portaaviones de propulsión nuclear, lo que ampliaría significativamente el alcance y la autonomía operativa de la PLAN. Estos desarrollos reflejan la determinación de China por fortalecer y modernizar sus capacidades navales, consolidando su posición como una potencia marítima de primer orden.
Embarcaciones anfibias para invadir Taiwán
China ha desarrollado un nuevo tipo de embarcaciones diseñadas para operaciones anfibias, similares a las utilizadas en el desembarco de Normandía. Según el analista independiente H.I. Sutton, “este diseño podría facilitar una invasión de Taiwán al ampliar los puntos de desembarco disponibles”, en declaraciones que recoge El Confidencial. Las imágenes de los satélites han revelado la construcción de al menos tres de estas naves, aunque se estima que hay más en desarrollo.
El diseño de estas barcazas incluye una pasarela de 120 metros capaz de conectar con terrenos costeros o rocosos. Además, cuenta con plataformas traseras que facilitan la descarga desde otros buques y estabilizadores para operar en condiciones adversas. “China podría usar estos barcos en combinación con ferris civiles para transportar tropas y equipos pesados a gran velocidad”, explica Sutton en el medio Naval News. Estas características se alinean con los planes de expansión naval de China, que busca fortalecer su capacidad militar en el estrecho de Taiwán.
Por su parte, la doctora Emma Salisbury, investigadora del Council on Geostrategy, señala que “la morfología de Taiwán dificulta los desembarcos, pero estas barcazas permiten superar los límites geográficos”. Salisbury destaca que China podría usarlas no solo para una invasión directa, sino también como una estrategia de disuasión. Su capacidad para crear puertos móviles abre nuevas posibilidades tácticas, evitando la dependencia de los puertos taiwaneses, que están bien defendidos.
Estas embarcaciones representan un avance en la logística militar china, ampliando su capacidad de proyección de poder. “El aumento de la construcción de este tipo de buques refleja una preparación estratégica de largo plazo por parte de Pekín”, sintetiza Salisbury. La rápida evolución de la tecnología naval china refuerza las tensiones en la región, consolidando su posición como un desafío militar significativo en el eje Asia-Pacífico.
Construcción de un gran buque en Longxue
Entretanto, China avanza rápidamente en la construcción de un enigmático buque de grandes dimensiones en el astillero Guangzhou Shipyard International, ubicado en la isla de Longxue, Guangdong. Según las imágenes del satélite, el barco presenta características propias de un portaaviones ligero o un buque de asalto anfibio, aunque también podría destinarse a investigaciones oceanográficas.
Tom Shugart, investigador del Center for a New American Security (CNAS) y excomandante de la Marina de Estados Unidos, señala que la estructura es “más pequeña que los portaaviones Type 075, con una longitud aproximada de 200 metros”, lo que sugiere un diseño para operaciones de bajo riesgo, patrullaje y vigilancia. Además, los mástiles angulares y la doble superestructura de isla podrían facilitar el uso de radares, helicópteros y drones.
La expansión naval de China refleja su interés por consolidar su presencia marítima y su capacidad tecnológica con una flota versátil que permita cumplir tanto objetivos militares como civiles. Shugart destaca que “el buque podría emplearse en misiones científicas o como plataforma militar, una versatilidad que está en consonancia con la política de 'fusión militar-civil' del gobierno chino”.
Además, el astillero donde se construye es conocido por diseñar naves modernas, desde portaaviones ligeros hasta buques para pruebas con drones. Aunque el uso final de la embarcación aún es incierto, los expertos consideran que podría participar en el patrullaje del estrecho de Taiwán o el mar de China meridional, lo que contribuirá al crecimiento de la influencia marítima del titán asiático.
Claves del primer portaaviones de propulsión nuclear chino
En este contexto, investigadores estadounidenses han detectado que China está desarrollando un reactor nuclear terrestre como prototipo para su primer portaaviones de propulsión nuclear, lo que representaría un avance significativo para la Armada china. Según Tong Zhao, miembro sénior del Carnegie Endowment for International Peace, este desarrollo “colocaría a China en las filas exclusivas de las potencias navales de primera clase, un grupo limitado actualmente a Estados Unidos y Francia”. El análisis, realizado por el Instituto Middlebury de Estudios Internacionales de California, concluyó que el reactor, alojado en la Base 909 y operado por la Corporación Nuclear Nacional de China, está diseñado para equipar grandes buques de guerra.
Aunque inicialmente se pensó que el reactor podría servir para producir plutonio o tritio con fines bélicos, los expertos han determinado que su objetivo es propulsar un portaaviones, un proyecto que el Pentágono considera parte de la rápida modernización de la flota china. “El Proyecto de Desarrollo de Energía Nuclear se refiere con toda seguridad a un esfuerzo de desarrollo de portaaviones de propulsión nuclear”, indican los investigadores en un informe detallado. Esta capacidad permitiría a China competir directamente con Estados Unidos, cuya Armada dispone de once portaaviones nucleares capaces de operar a escala global.
Type 076: en construcción el mayor buque de asalto anfibio
China está construyendo el Type 076, el mayor buque de asalto anfibio del mundo, según el Center for Strategic and International Studies (CSIS). Este barco, más grande que los de clases similares de EE. UU. y Japón, contará con un diseño de dos superestructuras que mejorará las operaciones aéreas, permitiendo gestionar aviones no tripulados y aeronaves de ala fija. CSIS detalla que el buque tendrá una cubierta de vuelo de 13.500 m², sistemas de catapultas y ascensores para maximizar su capacidad aérea. “Representa un avance significativo en la proyección de poder de la Marina del Ejército Popular de Liberación”, indica el informe.
Además, The War Zone señala que este diseño incluye un sistema de lanzamiento electromagnético (EMALS), tecnología avanzada que solo poseen China y EE. UU., y que permitirá el despegue de drones de combate y aeronaves más pesadas. Según el CSIS, el Type 076 “será capaz de transportar decenas de aeronaves, lanchas de desembarco y más de 1.000 marines”. Está previsto que sea lanzado en 2025, pero su incorporación oficial a la Marina podría tardar varios años.
Conclusiones
En síntesis: la rápida expansión y modernización de la Armada china no solo altera el equilibrio militar en el mar de China meridional, sino que también plantea un desafío a la supremacía naval de Estados Unidos y sus aliados. La incorporación de buques anfibios, tecnología de propulsión nuclear y embarcaciones de doble uso amplía las capacidades de Pekín para proyectar poder y asegurar rutas marítimas estratégicas.
A escala mundial, esta pujanza naval china incrementa las tensiones geopolíticas, ya que otras naciones ven amenazada la libertad de navegación en una región clave para el comercio global. La creciente influencia marítima de China marca el inicio de una nueva era de rivalidades estratégicas en los océanos del mundo.