El ejército ucraniano, según sus propias fuentes, se estaría enfrentando a una importante falta de soldados que podría derivar en una situación peligrosa para los planes de guerra de Kiev, justo cuando Rusia recupera la iniciativa ofensiva en el campo de batalla.
Fuentes militares entrevistadas por el Washington Post, incluidos tropa y oficiales, han expresado que la carencia de efectivos es ahora su problema más crítico. Un comandante de batallón ha confirmado que en su unidad de infantería es un problema que está llevando a sus soldados a la fatiga extrema y a la disminución de la moral en el frente ya que solo cuenta con apenas 40 soldados de infantería disponibles para el combate en primera línea, una cifra muy por debajo del número ideal de más de 200 para un batallón plenamente equipado. Esta escasez de tropas llega en un momento crucial, ya que Rusia intensifica sus ataques a lo largo del frente.
Esta situación coincide además con la preparación del presidente Volodymyr Zelensky para reemplazar al jefe militar del país, el general Valery Zaluzhny, debido precisamente a desacuerdos sobre la cantidad de nuevos soldados que Ucrania necesita movilizar para avanzar en el conflicto. Zaluzhny ha sugerido la necesidad de casi 500.000 nuevas tropas, una cifra que Zelensky ha cuestionado, pidiendo que se justifiquen esas cifras por lo preocupante de financiarlas. Sobre este asunto, la asistencia financiera de Occidente, aunque muy significativa, no puede utilizarse para pagar los salarios de los soldados, y el presupuesto de Ucrania ya está bajo una importante presión.
Esta información sobre la falta crítica de personal llega en un momento en que la moral de las tropas ucranianas en el campo de batalla podría estar en riesgo. Los comandantes dicen que los nuevos reclutas suelen llegar poco y mal entrenados, lo que plantea un dilema sobre si enviarlos inmediatamente al combate. El origen de este problema es la carencia de efectivos, lo que podría desencadenar en "mucho más muerte, un fracaso global y, muy probablemente, el colapso del frente", según palabras de un comandante entrevistado por el Washington Post.
La escasez de personal militar también tiene un efecto dominó, prolongando la duración de los despliegues de los soldados o forzando a personal no preparado o entrenado para el combate a cumplir tareas de primera línea. Esta situación no solo afectaría a la infantería, sino a todo el ejército ucraniano, acusándose de sobremanera el agotamiento físico y mental de las tropas.
El debate interno en Ucrania sobre la movilización de tropas primero, y la capacidad del gobierno para explicar y justificar la necesidad de más soldados a la opinión pública después, solo añaden dificultades a una situación ya de por si complicada.
La guerra de desgaste que comenzó Moscú cuando se dio cuenta que no podrían llevar a cabo sus planes de control total de Ucrania, podría estar dando sus frutos a pocos días del segundo aniversario del comienzo de la invasión y la falta de soldados ucranianos podría influir significativamente en el futuro de la guerra, afectando potencialmente la capacidad de Kiev para defenderse de los avances rusos y recuperar territorios.
Este desafío destaca la necesidad urgente de una estrategia eficaz para aumentar y mantener la fuerza de combate de Ucrania en este momento crítico del conflicto. Pero las fuentes sobre esta falta de personal son propias, es decir ucranianas, por lo que también podría tratarse de una estrategia de desinformación o desviación de la atención ucraniana. Si finalmente Estados Unidos decide no seguir ayudando militarmente a Kiev sí que, sumado a esta carencia de tropas ucranianas, podría plantearse un escenario muy complicado para Kiev y Europa.