Como informamos hace unas semanas, la reciente designación del general ruso Serguei Surovikin como nuevo comandante de las fuerza rusas en Ucrania ha derivado en un cambio de estrategia del Kremlim que se espera sea bastante más agresiva. Una muestra de ello fue el parte del día 10 de octubre, en el Rusia lanzó alrededor de 84 misiles y unos 20 drones con explosivos que impactaron en al menos 12 ciudades ucranianas y provocaron cerca de una veintena de víctimas mortales y más de 100 heridos, además del corte de suministro de agua y electricidad para gran parte de la población ucraniana.
La ola de ataques con drones por parte de Rusia se ha venido repitiendo en las últimas semanas y está causando mucho daño en Ucrania. No obstante, la primera vez que se tuvo constancia de su uso en este conflicto fue el pasado mes de septiembre, cuando el Ministerio de defensa ucraniano compartió varias imágenes de estos drones después de que hubiesen sido derribados por su defensa aérea. Según señaló, se trataba de los vehículos aéreos no tripulados (UAV, por sus siglas en inglés) "Shahed-136", de fabricación iraní, algo que Estados Unidos ya había adelantado el pasado mes de julio al advertir que el gobierno iraní se estaba preparando para proporcionar a Rusia hasta "varios cientos" de drones.
Desde el inicio de la invasión Rusia ha disparado cerca de 4.500 misiles, según estimó hace unos días el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, señalando que se estaría quedando sin arsenal. "Por eso han empezado a buscar armas accesibles en otros países, para continuar con el terror. Y las han encontrado en Irán", afirmó resaltando también que las fuerzas armadas rusas han comprado a las autoridades de Irán otras 2.000 unidades de sus drones. Pero, ¿cómo son exactamente estos drones? Lo explicamos a continuación.
Geran-2, el dron kamikaze de Rusia y que supone una actualización del Shahed 136
Los drones Shaded ("mártir" en persa) 136 son pequeños aviones teledirigidos y no tripulados fabricados por la Compañía Industrial de Aeronaves de Irán HESA. Entraron oficialmente en servicio con el ejército iraní el año pasado pero, según Newsweek, ya los había desplegado en 2020 en la guerra de Yemen.
Son denominados "kamikazes" o "suicidas" porque su ataque implica la autodestrucción del aparato cuando se estrella contra el objetivo. También se conocen como "municiones merodeadoras", ya que sobrevuelan pacientemente alrededor de la localización del potencial objetivo a la espera de localizarle y, acto seguido, atacarle.
Miden 3,56 metros de largo y 2,59 metros de envergadura, mientras que su peso ronda los 200 kilos a los que se pueden sumar entre 5 y 50 kilos que, dependiendo de la misión, pueden portar como explosivo. Y es que en la base de su parte trasera tiene una compuerta de la que se pueden liberar entre dos y cuatro drones que se dirigirán contra el objetivo designado.
Rusia no está utilizando exactamente el Shahed 136, sino una versión actualizada de este modelo que ha sido bautizado como "Geran-2". Ai Telly, creador de contenidos informativos en formato 3D, ha dedicado su último vídeo a analizar las principales características de ambos y las ligeras diferencias que mantienen.
Según explica, una de las más destacadas es que el Shahed 136 iraní utiliza un sistema de navegación inercial que no puede sabotearse por interferencias de radio frecuencia, pero que tiene algunas desventajas como que sus datos de posicionamiento real son menos fiables que otros drones con GPS y que, una vez que se lanzan, son difíciles de rastrear y de dirigir.
Rusia ha actualizado estos drones con "glonass", una alternativa del GPS de origen ruso. La ventaja es que puede merodear y atacar a sus objetivos cuando los datos del GPS, en tiempo real, así se lo ordenan. No obstante, también presenta inconvenientes como que podría saturarse al ser bombardeado con interferencias de radio frecuencia, lo que provoca que el dron se estrelle.
El vídeo también resalta que el dron cuenta con una implementación que le ha permitido aumentar su rango de actuación y su nivel de letalidad desde los 1.000 kilómetros a los 3.000. "Esto significa que puede alcanzar casi cualquier parte de Europa desde Rusia, habiéndose probado además que es un misil de crucero eficaz y de bajo presupuesto", señala, apuntando que su precio ronda entre los 10.000 y los 40.000 dólares, según el modelo, mientras que otro proyectil ruso cuesta un millón de dólares y el misil Tomahack americano ronda los dos millones de dólares.
Estos drones kamikaze operan en grupos de entre cinco y 10 unidades y son transportados en camiones de carga que tienen capacidad para albergar a cinco de ellos y que también sirven como su plataforma de lanzadera. Además, el vídeo específica muchos más detalles de estos UAV, así como otras ventajas y desventajas que tienen a la hora de alcanzar a sus objetivos.