El software espía Pegasus sigue trayendo cola. Jaroslaw Kaczynski, vice Primer Ministro de Polonia y presidente del partido Ley y Justicia (PiS), ha admitido públicamente que el país se hizo con el famoso spyware de origen israelí. Sin embargo, ha matizado que no se ha utilizado para atacar a opositores políticos.
En los últimos días el gobierno polaco se ha visto sometido a una gran presión por las acusaciones de haber utilizado esta herramienta para llevar a cabo el espionaje de sus rivales políticos.
The Associated Press había publicado que Krzysztof Brejza, un senador polaco de la principal opositora Plataforma Cívica (PO), había sido pirateado con Pegasus en 2019.
Esto habría sido confirmado por Citizen Lab, un laborario canandiense de monitorización de ciberseguridad. Sus expertos aseguran que el spyware se habría utilizado contra tres personas en Polonia, incluyendo a Brejza. Los otros dos objetivos polacos identificados por Citizen Lab fueron Roman Giertych, un abogado que representa a políticos de la oposición en varios casos políticamente delicados, y Ewa Wrzosek, una fiscal independiente.
Amnistía Internacional también ha insistido en que el teléfono del senador de PO fue intervenido hace tres años.
Mal de muchos, consuelo de tontos
Kaczynski ha querido zanjar el tema en una entrevista, en la que ha tratado tirar balones fuera aludiendo a que los servicios de seguridad de muchos países usan Pegasus para combatir el crimen y la corrupción, según se hace eco Euronews. "Sería malo que los servicios polacos no tuvieran este tipo de herramienta", ha comentado.
El político ha desestimado las acusaciones y asevera que la oposición "perdió porque perdió". "Ningún Pegasus, ningún servicio, ninguna información obtenida en secreto de ningún tipo jugó ningún papel en la campaña electoral de 2019", ha apostillado.
Para tratar de acallar la polémica el líder de PiS ha insistido en que cualquier uso de Pegasus siempre estaba bajo el control de un tribunal y la fiscalía.
Pegasus es un software de interceptación de comunicaciones móviles creado por la empresa privada israelí NSO Group. Este se puede adquirir por parte de gobiernos, fuerzas y cuerpos de seguridad y agencias de inteligencia de todo el mundo, aunque parece que también se ha distribuido entre compradores menos benevolentes.
Hace unos meses estuvo en el candelero porque algunos de los gobiernos, unidades policiales o agencias de inteligencia, habían usado presuntamente las licencias del spyware para acceder al conocimiento de las comunicaciones que periodistas y personalidades de todo el mundo estaban teniendo.