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Internacional

‘Hellscape’ y su implementación en Taiwán: un enfoque revolucionario para la defensa global

La estrategia para la defensa de la isla pasa por el uso de enjambres de drones autónomos.

Experto en migraciones y analista internacional.

4 minutos

Dos embarcaciones autónomas de reconocimiento global (GARC) del escuadrón de buques de superficie no tripulados 3 (USVRON 3). (Fuente: US Navy)

En el mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados, las estrategias defensivas, gracias en parte a los actuales conflictos como el de Rusia y Ucrania, no se quedan atrás y evolucionan prácticamente cada día.

Taiwán, la pequeña isla que se enfrenta a constantes amenazas de invasión por parte de China, su particular Goliat, está adoptando una estrategia innovadora y espectacular en sus formas conocida como “Hellscape”. Esta estrategia, defendida e impuesta por altos mandos militares estadounidenses, se centra en el uso de enjambres de drones autónomos para crear un entorno hostil y letal para cualquier fuerza invasora.

La estrategia

La estrategia "Hellscape", propuesta por el almirante Samuel Paparo, jefe del Comando Indo-Pacífico de EE.UU., tiene como objetivo inundar el Estrecho de Taiwán con una combinación de submarinos no tripulados, buques de superficie y drones aéreos en caso de una invasión china. El concepto principal es crear un “infierno no tripulado” que retrase los avances chinos y proporcione tiempo crucial para una defensa coordinada por parte de las fuerzas taiwanesas, estadounidenses y aliadas.

Paparo visualiza esta estrategia con el uso de capacidades no tripuladas para convertir el Estrecho de Taiwán en un entorno extremadamente difícil, y sobre todo costoso (humana y materialmente) para cualquier operación militar china. Esta estrategia se alinea con la doctrina militar estadounidense de utilizar la superioridad tecnológica para compensar desventajas numéricas y geográficas, aprovechando drones autónomos y kamikazes para crear una defensa en capas.

Tipos de drones utilizados

La estrategia "Hellscap"e incluye la utilización de dos tipos principales de drones aéreos; el Switchblade 300 y el ALTIUS 600M-V.

Switchblade 300

  • Desarrollador. AeroVironment.
  • Peso. 2,5 kilos
  • Alcance. 10 kilómetros.
  • Autonomía. 15 minutos.
  • Características. Ligero, portátil y diseñado para ataques precisos con mínima pérdida colateral. Puede ser desplegado desde diversas plataformas, incluyendo tropas terrestres y vehículos.
Dron Switchblade 300. Fuente: AeroVironment

ALTIUS 600M-V

  • Fabricante. Anduril Industries
  • Alcance. Más de 440 kilómetros.
  • Autonomía. Más de 4 horas.
  • Flexibilidad de carga útil. Capaz de llevar diversos sensores y municiones, adaptándose a una amplia gama de misiones.
  • Características de sigilo. Baja firma acústica y sección transversal de radar, mejorando su supervivencia en entornos contestados.
ALTIUS 600M

El objetivo central de los enjambres de drones en la estrategia “Hellscape” es crear un entorno altamente defensivo y hostil que detenga y disuada cualquier intento de invasión china (o al menos retrasarla). Miles de drones aéreos, marítimos y terrestres preparados en las costas de Taiwán podrían convertir las 100 millas náuticas que separan la isla del continente chino en un infierno para las fuerzas invasoras. Estos drones están diseñados para atacar tanto a las embarcaciones en tránsito como a las fuerzas terrestres y aéreas, proporcionando una defensa en capas que es difícil de penetrar.

Defensa en capas

Taiwán está integrando estos drones avanzados dentro de su sistema de defensa en capas (una defensa en capas es una estrategia militar donde se utilizan múltiples niveles de defensas para proteger un objetivo, como un castillo con varias murallas). En términos militares modernos, esto significa usar diferentes tipos de armas y sistemas defensivos en varias etapas antes de que alcance su objetivo final).

Esta defensa incluye misiles guiados de precisión, defensas aéreas con su base en tierra, y ahora, municiones merodeadoras y UAVs. Esta defensa en capas permite una respuesta flexible y robusta a diversas amenazas, proporcionando un escudo autónomo y letal que refuerza la capacidad de disuasión de Taiwán.

El Switchblade 300 y el ALTIUS 600M-V complementan el arsenal existente de Taiwán, permitiendo ataques precisos y vigilancia permanente, lo cual es crucial para detectar y neutralizar amenazas antes de que se acerquen demasiado a la costa. Esta integración de tecnologías de vanguardia podría asegurar que Taiwán mantenga una ventaja tecnológica sobre sus adversarios potenciales, ganando el tiempo necesario para la llegada de refuerzos…

El uso de drones en la defensa militar está marcando una nueva era en la doctrina y estrategias de guerra. La implementación de la estrategia “Hellscape” en Taiwán es solo un ejemplo de cómo estas tecnologías pueden cambiar el campo de batalla. “Hellscape” bebe directamente del proyecto Replicator del Pentágono, anunciado en agosto de 2023. Esta iniciativa busca desplegar rápidamente cientos de miles de drones, creando un efecto disuasorio significativo.

Ucrania como campo de pruebas

Esta “revelación” ha obligado a los planificadores militares chinos (y de todo el planeta) a repensar sus estrategias. Y es del aprendizaje de Ucrania de donde parten la mayoría de estas nuevas estrategias. Los drones han demostrado su eficacia en conflictos recientes, como en el frente ucraniano, donde los drones marítimos de Kiev han dejado inefectiva a la Flota del Mar Negro de Rusia.

Los avances rusos en guerra electrónica han sacado a la superficie la necesidad de desarrollar capacidades para “eliminar enjambres de sistemas no tripulados”. La cibernética y las inversiones cinéticas también juegan un papel crucial en contrarrestar estas amenazas.

Se espera que se puedan entregar a Taiwán estos drones entre 2024 y 2025, y desde luego esto supondrá una mejora significativa en la capacidad de respuesta defensiva de la isla. La estrategia “Hellscape” representa un enfoque innovador y tecnológicamente avanzado para la defensa de la isla de Taiwán. Utilizando una mezcla de enjambres de drones autónomos y sistemas no tripulados, esta estrategia no solo fortalece la capacidad defensiva de la isla, sino que también marca una tendencia hacia operaciones de combate más autónomas y precisas. A medida que estas tecnologías continúan evolucionando, será necesario que las fuerzas armadas globales adapten sus doctrinas y estrategias para mantener la superioridad en el campo de batalla. Los drones han llegado al campo de batalla para quedarse, y la diferencia (y ventaja) en el futuro será para el que disponga de ellos y con la última tecnología. Aéreos, acuáticos y terrestres, los aparatos no tripulados supondrán la diferencia entre la victoria y la derrota en el campo de batalla.