Lo avisábamos hace menos de una semana, y este pasado domingo la Royal Navy lo anunció: “El portaaviones británico HMS Queen Elizabeth, puesto en servicio en 2017, no participará en el ejercicio Steadfast Defender 2024 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) debido a un problema técnico. Las comprobaciones rutinarias previas a la navegación identificaron un problema con un acoplamiento en el eje de la hélice de estribor".
El portaaviones HMS Prince of Wales zarpará para el ejercicio militar en lugar del HMS Queen Elizabeth "lo antes posible", explica asimismo este comunicado oficial que de alguna manera nos recuerda, sin irnos mucho más atrás, que en 2021 Reino Unido presumía de sus nuevos portaaviones: gigantes de 65.000 toneladas.
Ese año, durante las maniobras "Joint Warrior 21-1" se realizó la fase final de adiestramiento del portaaviones “Queen Elizabeth” y su Grupo Naval en un despliegue operativo de 28 semanas por la región Indo–Pacífico. Y se realizó con una potente agrupación británica formada por dos fragatas (HMS Richmond y HMS Kent), dos destructores (HMS Diamond y HMS Defender), un submarino nuclear de la clase “Astute” y dos buques de aprovisionamiento de la Royal Fleet Auxiliary’s (RFA Fort Victoria y RFA Tidespring).
Ahora, los problemas y coste de reparación del HMS Prince of Wales, que ha permanecido en el mar un tercio del tiempo operado por su hermano, el HMS Queen Elizabeth, y que su última avería (con un eje de hélice) similar al Queen Elizabeth, ponen en peligro la capacidad aeronaval de la Royal Navy (sus cubiertas de vuelo miden 70 metros de ancho por 280 m de largo, lo que les permiten embarcar 36 aviones F-35B, cada uno).
Pendientes de que Francia estrene su Porte-avions de nouvelle génération (PA-NG), que colocará a Francia como un gigante sobre los mares solo comparable a los grandes portaaviones de Estados Unidos o China, y que podrá embarcar 32 aviones de combate Rafale navalizados, o del futuro avión de combate europeo en el que ya trabaja Francia junto con Alemania y España, en el caso inglés, y especialmente en el de la Navy, podríamos decir aquello de estos portaviones son una ruina.