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Nuevo choque entre EE.UU. y Rusia: por un misil antisatélites ruso que ha hecho peligrar la Estación Espacial Internacional

La NASA y el Comando Espacial de EE.UU. están entre los organismos que han lanzado esta acusación, que desde Rusia niegan.

Redactora especializada en Seguridad y Tecnología.

4 minutos

Nuevo conflicto entre Estados Unidos y Rusia por un misil antisatélites ruso

Estados Unidos y Rusia están inmersos en un nuevo conflicto en medio de sus crecientes tensiones por la concentración de tropas rusas en la frontera con Ucrania. En este caso, su choque se ha producido porque Washington ha acusado a Moscú de realizar una prueba de misiles que destruyó un satélite de vigilancia en desuso de la era soviética, dispersando miles de fragmentos de escombros que pusieron en peligro la Estación Espacial Internacional (EEI) y que representarán una amenaza para las actividades espaciales durante años. Rusia no ha tardado en desmentirlo, pero sus versiones de los acontecimientos son muy diferentes y vamos a comenzar recogiendo las de Estados Unidos.

Según ha explicado la NASA en un comunicado, el equipo de control de la EEI tuvo conocimiento del estallido del satélite este pasado lunes y procedió a despertar a la tripulación – compuesta por cuatro astronautas estadounidenses, uno alemán y dos rusos – para que siguieran el protocolo de seguridad. Así, se les ordenó que cerraran las escotillas de los módulos de la estación y que se refugiaran durante dos horas en las cápsulas acopladas por si fuera necesaria una evacuación rápida de la nave.

De acuerdo al Comando Espacial de Estados Unidos (USSPACECOM), la prueba de misiles rusa ha generado hasta el momento "más de 1.500 piezas de desechos orbitales rastreables y probablemente generará cientos de miles de piezas de desechos orbitales más pequeños". Asimismo, señala que los escombros permanecerán en órbita "durante años y potencialmente durante décadas, lo que representa un riesgo significativo para la tripulación de la Estación Espacial Internacional y para otras actividades de vuelos espaciales tripulados, así como para los satélites de varios países".

Para el comandante del Comando Espacial, el general del ejército estadounidense James Dickinson, "Rusia ha demostrado un deliberado desprecio por la seguridad, la protección, la estabilidad y la sostenibilidad a largo plazo del dominio espacial para todas las naciones".

"Rusia está desarrollando y desplegando capacidades para denegar activamente el acceso y el uso del espacio por parte de Estados Unidos y sus aliados y socios. Las pruebas de Rusia de armas antisatélite de ascenso directo demuestran claramente que Rusia continúa buscando sistemas de armas contraespaciales que socavan la estabilidad estratégica y representan una amenaza para todas las naciones", ha afirmado Dickinson.

El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, también ha condenado esta prueba ya que en su opinión demuestra claramente que Rusia, "a pesar de sus afirmaciones de oponerse a la militarización del espacio exterior, está dispuesta a poner en peligro la exploración y el uso del espacio exterior por parte de todas las naciones a través de su comportamiento imprudente e irresponsable".

Por su parte, el director de la NASA, Bill Nelson, ha emitido la siguiente declaración sobre el incidente:

"(…) Como el secretario Blinken, estoy indignado por esta acción irresponsable y desestabilizadora. Con su larga e histórica historia en vuelos espaciales tripulados, es impensable que Rusia ponga en peligro no solo a los astronautas estadounidenses e internacionales asociados en la EEI, sino también a sus propios cosmonautas. Sus acciones son imprudentes y peligrosas, y también amenazan a la estación espacial china y a los taikonautas a bordo (…). La NASA continuará monitoreando los escombros en los próximos días y más allá para garantizar la seguridad de nuestra tripulación en órbita".

EE.UU. también ha advertido que "no tolerará" este tipo de actividad

El portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, también se ha pronunciado sobre esta prueba, calificándola como "peligrosa, imprudente e irresponsable" y señalando que "aumentará significativamente el riesgo para los astronautas y cosmonautas en la Estación Espacial Internacional, así como para otras actividades de vuelos espaciales tripulados".

"Hemos hablado varias veces con altos funcionarios rusos para advertirles de la irresponsabilidad y peligrosidad de tal prueba", manifestó Price. "No quiero adelantarme a medidas específicas que podamos seguir, pero trabajaremos con nuestros socios y aliados para seguir dejando muy claro que no vamos a tolerar este tipo de comportamiento irresponsable", agregó Price apuntando que puede poner en un gran peligro sus intereses y los del colectivo de la comunidad internacional.

Rusia desmiente las acusaciones de EE.UU. y las califica de "hipócritas"

La agencia espacial rusa, Roscosmos, no ha confirmado ni desmentido la destrucción del satélite y ha restado importancia al incidente: "La tripulación de la Estación Espacial Internacional realiza trabajos regularmente de acuerdo con el programa de vuelo. La órbita del objeto, la cual obligó a la tripulación a trasladarse a naves espaciales siguiendo los procedimientos estándar, se alejó de la órbita de la EEI. La estación está en la zona verde", escribió en su cuenta de Twitter.

El Ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, sí ha confirmado la realización de la prueba del misil antisatélites, pero ha asegurado que los escombros no representan ningún peligro, y que Washington es consciente de ello.

"De hecho, probamos con éxito un sistema prometedor. Golpeó el viejo satélite con una precisión extrema. Los fragmentos que se formaron no representan una amenaza para la actividad espacial", ha garantizado Shoigu.

El ministro de Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, también ha salido al paso de las acusaciones y ha instado a Estados Unidos a presentar pruebas que las sustenten. "Decir que Rusia crea riesgos para el uso del espacio con fines pacíficos es como mínimo hipócrita", señaló Lavrov en una comparecencia ante la prensa.