Volodímir Zelenski sabe que su zona de confort tiene los días contados. Sigue siendo presidente de Ucrania, no hay elecciones, la oposición está silenciada y mantiene su presencia en los altos foros internacionales en camiseta y disfrazado de militar. Pero por fas o por nefas, todo apunta a que la situación va a cambiar notablemente.
Uno de los objetivos principales de Donald Trump desde que fue elegido presidente de Estados Unidos es acabar con la guerra de Ucrania. Por varios motivos: por su cercanía con Putin y porque está harto de poner dinero en una guerra europea. De hecho, ya ha avisado al resto de países de la OTAN de que no estaría mal que elevaran el gasto del PIB en defensa al 5%.
Europa es consciente (y Zelenski también) de que mantener la contienda con Rusia es prácticamente imposible si Estados Unidos decide retirarse (al estilo de Afganistán). Tal vez no hay ideales. Solo es negocio, todo por la pasta. En este caso la que se podría ahorrar Washington si considera que ya ha hecho negocio suficiente.
Preparando las negociaciones
El viejo lema de “sálvese quien pueda” parece haberse apoderado del presidente de Ucrania, quien en una reciente entrevista afirmó que aceptaría renunciar a los territorios ocupados por Rusia a cambio de entrar en la OTAN, según informó EP.
Ha llegado a asegurar que está dispuesto a negociar el fin de la guerra con la Rusia de Putin como paso final tras una reunión con Donald Tump, y con representantes de la Unión Europea (UE) y con la obtención de garantías de seguridad satisfactorias para Ucrania.
En una entrevista con el estadounidense Lex Fridman, Zelenski se excusó por la imposibilidad de celebrar elecciones en Ucrania hasta que la guerra haya terminado y se levante la ley marcial. Sus argumentos (8,5 millones de ucranianos se hallan en el extranjero, mientras que millones viven en los territorios ocupados por Rusia) ocultan otra realidad: del entusiasmo que llevó al poder ha pasado a una impopularidad palmaria.
Sin apoyo de la ciudadanía
Un ucraniano (que desea preservar su identidad por miedo a represalias contra su persona o gente de su entorno) explica a Escudo Digital el balance que hace la ciudadanía: “Han subido los impuestos durante la guerra, ha aumentado el precio de la electricidad, el agua y el gas, y todo esto mientras las bombas caen cada noche desde hace tres años”.
Entra dentro de lo previsible que la firma de cualquier acuerdo incluya la exigencia de Putin de apartar de la primera línea a Zelenski. Por eso se está preparando para salvarse. No resistiría unas elecciones ni investigaciones judiciales, aunque antes de parar la guerra todavía le queda un margen de actuación. El descontento es generalizado, según el relato de la fuente: “La gente ya no quiere vivir en Ucrania y no puede salir. Esta guerra nunca terminará. Lo que ocurre actualmente es un genocidio del pueblo ucraniano, perpetrado en primer lugar por nuestro propio Gobierno. Hace tres años, todos estaban listos para luchar contra la Federación Rusa, pero ahora la situación se ha agravado mucho y la gente está al borde. Es un infierno absoluto: las bombas caen cada noche, no hay trabajo. La gente está ya muy desilusionada con el presidente Zelenski. Además, las persecuciones políticas están en pleno auge”.
La corrupción irrumpe en todos los ámbitos, algunos escabrosos, como nos cuentan: “Algunos familiares no pueden recoger los cuerpos de sus familiares muertos del campo de batalla, porque ciertos comandantes los esconden y los incluyen en la lista de desaparecidos para poder recibir el salario del militar”.
¿Nuevas movilizaciones?
El arte de la guerra muestra que para forzar un mejor acuerdo hay que intentar machacar al enemigo. El pasado mes de noviembre, Ucrania lanzó por primera vez misiles de largo alcance de EE. UU. contra territorio ruso. Además, los ataques ucranianos con drones se recrudecen en los últimos días.
¿Está dispuesto Zelenski a realizar una nueva movilización con el objetivo e prolongar el estado de guerra. La reconquista de algunas zonas serviría para partir de una mejor posición en unas hipotéticas negociaciones. Este diario se ha hecho eco de la delicada situación que ha afrontado el ejército ucraniano por la falta de soldados.
Faltan soldados
La escasez de ‘mano de obra’ para el frente de batalla aumentó la importancia de los centros de movilización territorial (TCC), desde donde proceder a la convocatoria de la población masculina para la guerra. Aunque quizá ya no se puede ordeñar más a la vaca. La situación en ciudades y pueblos se puede calificar de diversas maneras, y abarcan toda la gama de lo escandaloso.
“La mayoría de los militares profesionales o están en la reserva o cuentan con certificados de discapacidad falsa o están asignados a tareas menores, como vigilar lagos en el oeste del país”, nos dicen. Señala esta fuente que algunos de estos militares “incluso están en Europa, financiados por el Gobierno de Kiev”.
Redadas para el frente de batalla
Mientras que los rusos han tenido que recurrir a chechenos o coreanos del norte para suplir la carestía de soldados, Ucrania se ha dedicado a la cacería de civiles en las calles. “Los reclutadores —indica— salen de los arbustos y fuerzan a las personas a ir a los campos de entrenamiento. Realizan redadas en empresas que aún funcionan, capturan a los hombres y los llevan a la guerra por la fuerza. Integrantes de estos centros de movilización irrumpen en propiedades privadas y asaltan los hogares para perseguir a sus objetivos”.
Los oficiales de reclutamiento utilizan perros y dispositivos de descarga eléctrica en su misión. “No dejan a nadie libre, ni a personas con discapacidad ni a enfermos. A mi vecino lo sacaron del hospital mientras estaba en tratamiento”, afirma nuestra fuente. Y no hay salida para los apresados: si se niegan a firmar los documentos, son golpeados, se les priva de comida y agua, confiscan sus teléfonos… Según el informante, “hay personas que desaparecen en las calles; los militares detienen vehículos, se llevan a los hombres y abandonan los coches en la carretera o se los quedan para su propio uso”. ¿Está dispuesto Zelenski a seguir exprimiendo a su pueblo con el fin de tener alguna oportunidad de salvarse?