Mark Rutte será definitivamente el próximo Secretario General de la OTAN después de que los 32 miembros de la alianza acordaran que el saliente primer ministro holandés sucederá a Jens Stoltenberg. Este pasado día 18 de junio, Eslovaquia y Hungría confirmaron su apoyo al ministro neerlandés saliente, por lo que el otro candidato, el rumano Klaus Iohannis retiraba su candidatura.
Desde luego se puede decir que a Rutte le gustan los desafíos, porque sin haber terminado su mandato como Primer Ministro de Países Bajos, se va a hacer cargo de la OTAN en el momento más crítico de su historia, con un conflicto entre Ucrania y Rusia, que no hace más que “extenderse” al resto del planeta.
El próximo 2 de octubre Mark Rutte comenzará su mandato, y solo tendrá que esperar un mes para ver quien se sienta en la Casablanca y determinar desde ese momento el futuro de Occidente para los próximos años.
Si sale elegido Donald Trump, Rutte tendrá más trabajo si cabe, puesto que peligra el futuro de la ayuda norteamericana a Ucrania a medio plazo y a la mismísima OTAN, además de las posibles interferencias que se producirán con Moscú por el afán de protagonismo del candidato republicano. Aun así parece ser que Rutte sabría “lidiar con Trump”, que en su momento afirmó que Mark Rutte le gustaba, políticamente hablando.
Así pues ya se resolvió el asunto de la sucesión de Stoltenberg antes del 75 aniversario de la OTAN el próximo julio y será el ministro holandés quien cargue con la presión de tener que anunciar avances significativos en la entrada de Ucrania en la OTAN, para lo cual ya estaría recibiendo muchas presiones.
Es irónico que Rutte fracasó estrepitosamente en conseguir alcanzar el objetivo del 2% del PIB en gasto en Defensa, a pesar de que Países Bajos es la quinta economía más grande de Europa, pero hay que decir en su favor que el proyecto para alcanzar esa cifra lo comenzó el, y algunos indicadores como la figura de mostrada abajo (fig 1) facilitada por OTAN, afirma que ya lo ha conseguido.
El proceso para sustituir al actual Secretario General Stoltenberg ha sido largo, ya que en 2017, los aliados optaron por extender el mandato del secretario general hasta finales de septiembre de 2020. En 2019, movieron esa fecha a septiembre de 2022. La invasión de Ucrania por parte de Rusia provocó otra extensión, que se fijó para septiembre de 2023. En julio del año pasado, los aliados de la OTAN acordaron extender el mandato de Stoltenberg como secretario general por un año.
Mark Rutte es un “moderado” con respecto a Rusia y se prevé que su mandato sea continuista con respecto a Stoltenberg, pero seguramente le tocará tomar decisiones y cruzar “líneas rojas” que tengan una complicada vuelta atrás en lo que al conflicto con Rusia se refiere. Si el Kremlin decide usar un arma nuclear táctica en Ucrania, será a Rutte quien le toque decidir qué hacer.