La inteligencia de EE.UU. ha recibido una cantidad creciente de evidencias que sugieren que Irán está trabajando activamente en complots para matar al expresidente Donald Trump, potencialmente en la antesala de las elecciones de noviembre.
Aunque estos indicios parecen no guardar relación con el reciente intento de asesinato en el mitin de Pensilvania el sábado 13 de junio por parte del joven de 20 años Thomas Matthew Crooks, CNN informó que había recibido información sobre un complot iraní para matar al candidato republicano.
Venganza
No es difícil imaginar que Irán ha planeado durante años vengarse de Trump por haber matado al general Qassem Soleimani en 2020, y la amenaza, acorde a estas últimas informaciones, parece estar aumentando.
Según las declaraciones de dos funcionarios estadounidenses relacionados con la comunidad de inteligencia norteamericana, afirmaron haber recopilado información de diversas fuentes, incluidas fuentes humanas, sobre amenazas de Teherán que estarían vinculadas a futuros actos de violencia que podrían matar a Trump, dijeron, sin proporcionar más detalles. También afirmaron que podría haber más atentados contra la vida de Trump en las próximas semanas.
A pesar de que ya han pasado 4 años desde que Trump eliminara al general iraní, Teherán habría considerado un plan para vengarse del expresidente todo este tiempo, pero es que además, y siempre según estos funcionarios de la inteligencia americana, las pruebas de la existencia de estos planes habrían crecido considerablemente al mejorar las herramientas para recopilar información desde el asesinato del militar iraní allá por el 2020.
Estos funcionarios que avisan del complot iraní contra la vida de Donald Trump lo hicieron desde el anonimato y dieron la información al medio POLITICO, al que también aseguraron que no había ningún tipo de conexión entre el atentado del sábado pasado en Pensilvania y el mencionado plan iraní.
Reclutamiento
Por otra parte, pero en la misma línea del complot iraní, el FBI está buscando activamente a Majid Dastjani Farahani, un oficial de inteligencia iraní, que supuestamente ha estado reclutando individuos para realizar operaciones en los EE.UU., incluyendo el asesinato de funcionarios actuales y anteriores del Gobierno estadounidense como venganza por la muerte del general Qassem Soleimani. Farahani también ha intentado reclutar personas para actividades de vigilancia en negocios, sitios religiosos y otras instalaciones en los EE.UU.
El FBI también ha revelado que Farahani viaja frecuentemente a Venezuela desde Irán y habla español, lo que podría explicar por qué la oficina del FBI en Miami emitió el aviso de búsqueda. Irán ha utilizado tradicionalmente a sus proxies en la región para llevar a cabo ataques contra intereses estadounidenses en el Medio Oriente, pero la planificación de operaciones dentro de los EE.UU. es menos común y representa un nivel diferente.
Irán tradicionalmente ha representado una amenaza para las elecciones de EE.UU., principalmente a través de campañas de desinformación e influencia en línea. Los funcionarios estadounidenses han advertido a lo largo de los años contra los intentos de Teherán de influir en los comicios.
Tácticas y estrategias
Las herramientas habituales de Irán para influir en las elecciones de Estados Unidos incluyen una variedad de tácticas que se centran en la desinformación y la ciberactividad maligna. A continuación, se describen algunos de las principales métodos que utilizan:
Campañas de desinformación en línea. Irán ha desarrollado una sofisticada infraestructura de desinformación digital, usando plataformas de redes sociales como Facebook y Twitter para difundir propaganda. Estas operaciones a menudo se presentan como medios de comunicación locales para disfrazar su origen y legitimar sus mensajes. Se ha identificado que Facebook eliminó aproximadamente 2.200 activos iraníes que afectaban a seis millones de usuarios, mientras que Twitter eliminó 8.000 cuentas responsables de cerca de 8,5 millones de mensajes.
Ciberguerra y ataques informáticos. Desde 2020, Irán ha intensificado sus ciberataques y operaciones de influencia, apuntando no solo a Estados Unidos sino también a aliados como Israel y Bahréin. Estas actividades incluyen el robo de datos de votantes estadounidenses y el uso de esa información para campañas de desinformación. Microsoft ha advertido que Irán, además de Rusia y China, planea influir en las próximas elecciones de 2024 por medio de ciberataques y operaciones de influencia.
Medios de comunicación disfrazados. El Departamento de Justicia de EE.UU. ha tomado medidas contra algunos sitios web vinculados a Irán, como la confiscación de 36 dominios en 2021 que estaban siendo utilizados para difundir desinformación y apoyar actividades terroristas. Estos sitios a menudo se presentan como organizaciones de noticias legítimas, pero en realidad son frentes para la propaganda iraní.
Operaciones de influencia indirecta. Irán también ha utilizado tácticas indirectas como el apoyo a milicias y grupos proxy en la región para desestabilizar a los aliados de Estados Unidos y aumentar la presión sobre Washington. Como ejemplos, la confrontación de lanchas rápidas iraníes con buques militares estadounidenses en el Golfo Pérsico y el apoyo a milicias en Irak para atacar posiciones estadounidenses.
Todas estas tácticas reflejan el enfoque multifacético de Irán para influir en las elecciones estadounidenses y en la opinión pública internacional, combinando esfuerzos directos de ciberactividad con estrategias más sutiles de desinformación y propaganda. Aunque se ha podido rastrear durante mucho tiempo la sed de venganza de Irán por la muerte de Soleimani, son relativamente pocas las pruebas que se han encontrado sobre una venganza física contra la vida del e presidente norteamericano.
La mejora en las herramientas de recolección de información y producción de inteligencia de los últimos años ha propiciado considerablemente la aparición de complots y posibilidad de atentados a todo tipo de dirigentes. Todo esto podría estar llevando a una paranoia de seguridad que vaciaría las arcas del Tío Sam en poco tiempo, por los enormes costes de asegurar la vida de los gobernantes políticos americanos presentes… y pasados.