La escena es surrealista. En plena cumbre de la OTAN, ante las cámaras de medio planeta, el presidente electo de los Estados Unidos, Joe Biden, introduce a su homólogo ucraniano, Volodymir Zelenski. Pero no lo hace con su propio nombre, sino con estas palabras: “damas y caballeros, el presidente Putin”.
Enseguida es consciente de su error y rectifica, pero en la era digital enseguida es demasiado tarde. El candidato a la reelección en las presidenciales norteamericanas ya es hoy “carne de meme” en todas las redes sociales. Y es que no hablamos de un simple viral, sino de una escena que pasará a la historia.
Aunque nada como ver el video –y observar la reacción de Zelenski- para comprender la magnitud del asunto. No es tanto un ‘lapsus linguae’ sino la preocupación que genera la capacidad de atención de un político que tiene 82 años y cumplirá 86 en el cargo si sale reelegido en las próximas elecciones.
Además, el de Putin no fue el único error del día en una jornada que sus asistentes no podrán olvidar tan fácilmente. En rueda de prensa, el presidente de los Estados Unidos sufrió de nuevo un lapsus al llamar por error “Trump” a su vicepresidenta, Kamala Harris. “No habría elegido a la vicepresidenta Trump como vicepresidenta si creyera que ella no estaba calificada para ser presidenta”, apuntó, tras una pregunta sobre si Harris estaría lista para ocupar la presidencia en caso de que fuera necesario.
De nuevo, las redes sociales se hicieron eco de la reacción del equipo presidencial cuando Biden llamó a Kamala Harris "vicepresidente Trump". Ciertamente, las caras de su equipo no tienen desperdicio.
Protagonismo de Ucrania
Más allá de los lapsus, o inmediatemente por debajo de estos, Ucrania se ha convertido en protagonista absoluto de la Cumbre de la OTAN, donde ha recibido un fuerte apoyo para su futura adhesión a la Alianza. Lo que se busca con ello, tal como apuntábamos en este artículo el pasado 18 de junio, es llevar a cabo la institucionalización de parte del apoyo bilateral que actualmente se brinda a Ucrania para que no quede solo como una colaboración bilateral, colocándolo bajo el mando de la OTAN.
La OTAN ha decidido mejorar la coordinación de su apoyo militar a Ucrania. Un ejemplo concreto es la entrega de sistemas de defensa aérea avanzados como el sistema de misiles Patriot, que ha sido crucial para proteger las infraestructuras críticas en Ucrania de los ataques aéreos rusos.
Además, se han intensificado los programas de formación militar en países vecinos a Ucrania, optimizando la preparación de las tropas ucranianas para operaciones complejas y el uso de nuevo equipamiento militar.