La inteligencia artificial comporta una peligrosa paradoja si se aplica en el ámbito militar. Por un lado, puede automatizar, sofisticar y mejorar muchos procesos y actividades vinculadas al conflicto bélico. Sin embargo, sus algoritmos son tremendamente sencillos de confundir. De manera que, si se generan las condiciones de engaño adecuadas, esas aplicaciones y robots pueden percibir cosas que no existen y viceversa… de modo que, en muchos ámbitos de cibercriminales, cotiza al alza el aprendizaje de esos sistemas, para confundir así al adversario (un número estimable de ciber-corsarios están trabajando para países como Corea del Norte) y obtener así una ventaja en el ámbito militar.
Principales valores añadidos que ofrece el M-81 en el entorno bélico
Esta introducción permite enmarcar con más detalle el alcance de la noticia que acaba de divulgar la noticia de noticias Ria Novosti. El caso es que, en una exposición militar reciente desarrollada en territorio ruso, se presentó este modelo de robot canino entre cuyas funciones figuran el patrullaje y la seguridad, así como el transporte de armamento y municiones, también la determinación de objetivos y del fuego dirigido. En la noticia difundida por la agencia de noticias rusa se ha presentado un vídeo en el que se aprecia el modelo ciber-perruno M-81 portando un RPG 26, un arma antitanques empleada por unidades de infantería.
Entre las ventajas que proporciona este ingenio mecánico está la posibilidad de desplazarse por el campo de batallas, sin importar los obstáculos que tenga que sortear. Además, el video difundido por la agencia rusa de noticias presenta al M81 en una maniobra de pecho a tierra, con el lanzacohetes en la espalda. También se aprecia como se levanta, gira y se mueve con rapidez.
El modelo bélico de can robótico M-81: gran parecido con Spot, de Boston Dynamics
Los expertos del ámbito de la inteligencia artificial aprecian muchas similitudes entre el M-81 presentado por científicos del ejército ruso y Spot, el perro robot de Boston Dynamics, como explican en la web Hipertextual. Ambos tienen una apariencia y movimientos muy parecidos. Este posible hurto o copia no extraña, dado el amplio historial de réplicas que han elaborado, a lo largo de los años, los servicios de espionaje ruso, inspirados en diversos ingenios elaborados por los científicos occidentales.
Dudas sobre la veracidad de que M-81 haya sido modelado por la industria rusa
Además, los especialistas en robótica también han constatado que el M-81 de Rusia guarda también muchas similitudes con el can cibernético Geo1, de la empresa china Unitree, quien a su vez copió el diseño de Boston Dynamics. En cualquier caso, estos robots comparten una serie de características altamente funcionales para los entornos bélicos, como el hecho de ser capaces de transportar entre 3 y 10 km de carga y llegar a alcanzar una velocidad punta de 17 km hora.
Dadas las restricciones económicas que sufre Rusia, a raíz de las sanciones internacionales a las que ha sido sometida, derivadas de su invasión de Ucrania, en diversos foros tecnológicos se ha dudado también de la veracidad de esta noticia. Hasta el punto de que se especula con que el gobierno ruso pudiera estar importando productos chinos, a raíz de su alianza con el gigante asiático, para nutrir su industria armamentística. En ese contexto, se enmarcan también los comentarios de algunos cibernautas en diferentes redes sociales, en los que estos expresan la posibilidad de que ese perro robot haya podido ser comprado en Aliexpress, una plataforma de ventas on-line creada en el año 2010 por empresas de China y de otros lugares que comercializa productos para compradores internacionales.
En resumen, el fundamento de esta hipótesis es que seguramente la industria de guerra rusa tiene severas limitaciones de creación y producción de nuevo armamento en la actualidad, debido a los problemas económicos que padece el país presidido por Vladimir Putin.