La administración de Joe Biden anunció el pasado jueves la imposición de una dura tanda de sanciones contra Rusia por "las acciones de su gobierno y servicios de inteligencia contra la soberanía y los intereses de Estados Unidos". En concreto, principalmente acusa al Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) –también conocido como APT 29, Cozy Bear y The Dukes– de interferir en las elecciones presidenciales de 2020; de perpetrar un ciberataque masivo; de llevar a cabo "actividades internacionales dañinas" en Ucrania y Afganistán; y de violar principios establecidos en el derecho internacional, incluido el respeto por la integridad territorial de los países.
La Casa Blanca emitió un comunicado en el que expone su lista de acusaciones así como todas las sanciones que ha interpuesto contra Rusia. En total, estas recaen sobre seis empresas tecnológicas rusas por sus actividades de ciberespionaje, 32 organizaciones e individuos rusos por injerencia electoral, y otras ocho personas y entidades asociadas con la actual "ocupación y represión" por parte de Rusia en la península ucraniana de Crimea.
Las sospechas pasan a ser una acusación formal
Hasta este momento, EE.UU. solo había hablado de sospechas al apuntar que Rusia estuvo detrás de la campaña de ciberespionaje que comenzó presuntamente en 2019 y que penetró en los sistemas del Gobierno estadounidense y en grandes compañías, mediante un hackeo al proveedor de software la SolarWinds. Pero estas sospechas se han convertido ahora en una acusación formal y, por vez primera, Washington dice estar "completamente seguro" de la implicación del servicio de inteligencia ruso.
"Hoy, Estados Unidos está nombrando formalmente al Servicio de Inteligencia Exterior de Rusia (SVR) como el autor de la campaña de ciberespionaje de amplio alcance que explotó la plataforma SolarWinds Orion y otras tecnologías de la información e infraestructuras. La Comunidad de Inteligencia de los Estados Unidos tiene una gran confianza en su evaluación de la atribución a la SVR".
"Al comprometer la cadena de suministro del software de SolarWinds, la agencia rusa SVR pudo espiar o alterar potencialmente más de 16.000 sistemas informáticos en todo el mundo. El alcance de este compromiso es una preocupación de seguridad nacional y pública. Además, impone una carga indebida a las víctimas, en su mayoría del sector privado, que deben soportar el costo inusualmente alto de mitigar este incidente", señala la Casa Blanca.
Coincidiendo con la publicación de este comunicado, la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la Agencia de Seguridad de Infraestructura y Ciberseguridad (CISA) y la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) han emitido conjuntamente un aviso de ciberseguridad. Lleva por título "la SVR rusa apunta a las redes estadounidenses y aliadas" y ofrece detalles específicos sobre las cinco vulnerabilidades de software que explota la SVR, para que los "defensores de internet puedan identificar y defenderse de la actividad maliciosa del SVR".
Las sanciones que ha impuesto EE.UU. a Rusia
El presidente Biden ha firmado una nueva orden ejecutiva de sanciones que la Casa Blanca considera "una señal de que EE.UU. impondrá impactantes costos estratégicos y económicos a Rusia si continua o intensifica sus acciones internacionales desestabilizadoras".
Esta orden ejecutiva ha venido acompañada de varias acciones del Departamento del Tesoro de Estados Unidos en conformidad con la misma. Entre ellas, se encuentra la emisión de una directiva que prohíbe a las instituciones financieras estadounidenses participar en el mercado de bonos emitidos por el Banco Central ruso y otras instituciones del país a partir del próximo mes de junio.
Además, el Tesoro estadounidense ha impuesto varias sanciones que afectan a entidades e individuos, y que incluyen la expulsión de una decena de miembros del personal diplomático ruso en Washington. En cuanto a las sanciones relacionadas con la "ocupación y represión" de Crimea, que llegan en un momento de fuertes tensiones entre Rusia y Ucrania, la Casa Blanca indica que el Departamento del Tesoro las tomó en coordinación con la Unión Europea, el Reino Unido, Australia y Canadá. "La comunidad transatlántica se mantiene unida para apoyar a Ucrania contra las provocaciones unilaterales rusas a lo largo de la Línea de Contacto en el este de Ucrania", afirma el comunicado.
Asimismo, la Casa Blanca indica que entre "las acciones que ha emprendido el Gobierno ruso contra nuestra soberanía e intereses", también figuran las supuestas recompensas que ofreció Rusia a los talibanes para que atentaran contra tropas estadounidenses en Afganistán, reveladas el año pasado por el diario The New York Times. En este sentido, señala que "dado lo delicado del asunto, que compromete la seguridad y el bienestar de nuestros soldados", la investigación discurrirá por canales diplomáticos y de inteligencia.
Estas medidas han llegado poco después de la conversación telefónica que mantuvieron Joe Biden y su homólogo ruso, Vladímir Putin, el pasado martes. Durante esa llamada, el presidente estadounidense advirtió a Putin que "actuará con firmeza" en defensa de sus intereses nacionales y le propuso un encuentro en un país tercero. Según asegura la Casa Blanca, su deseo es que la relación con Rusia sea "estable y predecible" y no cree que deban continuar en una "trayectoria negativa". No obstante, insiste en que va a defender sus intereses nacionales y va a imponer sanciones "por las acciones del gobierno ruso que busquen dañarnos".
Rusia responde y advierte que su contestación será "contundente"
En respuesta a las sanciones, Rusia citó ese mismo día al embajador de Estados Unidos, John Sullivan. La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, fue la primera en reaccionar públicamente y adelantó que su conversación "no será del agrado de la parte estadounidense".
Según declaró en una rueda de prensa, "un comportamiento tan agresivo tendrá, por supuesto, una contestación contundente de parte de Rusia. La respuesta a las sanciones será irreversible".
La portavoz rusa subrayó que "Washington debe darse cuenta de que la degradación de las relaciones bilaterales tendrá su coste. La responsabilidad de lo que está sucediendo recae totalmente de Estados Unidos. Nosotros advertimos en más de una ocasión a EE.UU. de las consecuencias de sus pasos hostiles, que aumentan peligrosamente el nivel de confrontación entre nuestros países".
Zajárova también aseguró que en la citada conversación telefónica entre los mandatarios de ambos países del pasado martes, Putin expresó a Biden "el interés en la normalización de las relaciones ruso-estadounidenses".
"Pero los actos de su Administración (de Biden) evidencian lo contrario. Dicho rumbo no responde a los intereses de los pueblos de dos importantes potencias nucleares que tienen responsabilidad histórica por el destino del mundo", recalcó.
Tras esta comparecencia, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, también advirtió que, en caso de sanciones, Moscú aplicaría el principio de "reciprocidad".
La Unión Europea ha trasladado su apoyo a EE.UU.
La Unión Europea, que en los últimos meses también impuso sanciones contra el Kremlin tras el envenenamiento del opositor Alexéi Navalny, también ha reaccionado a estas sanciones de EE.UU. a Rusia para trasladar su apoyo al país estadounidense.
"La Unión Europea y sus Estados miembros expresan su solidaridad con Estados Unidos por el impacto de las actividades cibernéticas maliciosas, en particular la operación cibernética SolarWinds que, según evalúa Estados Unidos, ha sido realizada por Rusia", declaró el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell.
"Compartimos las preocupaciones de nuestros socios sobre el creciente número de actividades cibernéticas maliciosas", añadió.
El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, también expresó la conformidad de su país con las sanciones de EE.UU. a Rusia al considerarlas como una forma de hacer que el Kremlin rinda cuentas por su ocupación de la península de Crimea.
Biden asegura que ha vuelto a hablar con Putin y que su conversación fue "respetuosa y sincera"
Joe Biden tampoco se ha escondido en medio de la tensión diplomática que se ha desatado por las sanciones que ha impuesto su país a Rusia. El presidente demócrata aseguró que ya había hablado por teléfono con Putin para informarle de estas medidas y calificó su llamada como "sincera y respetuosa".
"Fui claro con el presidente Putin que podríamos haber ido más lejos, pero decidí no hacerlo. Elegí ser proporcionado", manifestó.
Además, Biden aseguró que ahora es el momento de reducir las tensiones y que todavía hay espacio para que los dos países trabajen juntos, dado que ambos juegan un papel crucial en la estabilidad mundial.
Sin embargo, a primera hora de hoy el Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) ha anunciado en un comunicado la detención del cónsul de Ucrania en San Petersburgo, Alexander Sosoniuk, tras recibir una "información secreta" relativa a los servicios de seguridad rusos.
"El 16 de abril de 2021, el Servicio Federal de Seguridad detuvo al cónsul del Consulado General de Ucrania en la ciudad de San Petersburgo, Alexander Sosoniuk, durante su reunión con un ciudadano ruso", he informado la agencia de seguridad rusa.
En el mencionado encuentro, el cónsul habría recibido "una información secreta de las bases de datos de las fuerzas del orden y el FSB de Rusia", según la nota.
Para el FSB, la actividad del detenido "es incompatible con el estatus de un funcionario diplomático y tiene un claro carácter hostil hacia la Federación de Rusia", y anuncia que tomará "todas las medidas necesarias de acuerdo con el derecho internacional", de acuerdo con el comunicado, recogido por la agencia oficial de noticias rusa Sputnik.