Es la prueba de vida de toda la vida, adaptada a la era digital y al lenguaje infantil. Los teléfonos móviles, y sus funcionalidades y aplicaciones, están mostrando esta invasión a Ucrania (sí, "invasión", señor Putin, por mucho que censure el uso de esta palabra en su país, resulta que en la Europa amiga de los "neonazis" podemos emplearla, al igual que cualquier otra) desde cientos de prismas diferentes, ángulos muy contradictorios en los que la vida se funde con la muerte, la amistad con el odio y la generosidad con la necesidad de acopiar enseres.
También la tecnología está sirviendo para que que los combatientes que se han separado de sus familias puedan mantener el contacto y que, aunque estén a cientos o miles de kilómetros, puedan sentirse, aunque sea con una pantalla de por medio, un poco más cerca.
Es el caso, entre otros muchos, del soldado ucraniano Alex Hook, quien sube diariamente vídeos a TikTok para que su hija sepa que sigue vivo. Una idea muy inteligente, pues tras los videos en los que se graba bailando con su traje de soldado, a veces también acompañado por sus compañeros ucranianos, lo que realmente consigue, y es lo que busca, es tranquilizar a su hija sin dramatismos. Hook, mediante estas entrañables grabaciones, consigue transmitir a su hija de cinco años que todo sigue bien, que él sigue así, e incluso le quita dramatismo al hecho de que él mismo lleve uno de esos uniformes militares.
@alexhook2303 #🇺🇦🇺🇦🇺🇦🇺🇦🇺🇦🇺🇦🇺🇦 #🇺🇦🇺🇦🇺🇦💙💛 #Топ #ЗСУ #Рек #украинатикток #славаукраїні #Армия #ООС #огонь ♬ πρωτότυπος ήχος - Giannis Karaolis
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La popularidad de los bailes de este ingenioso combatiente han traspasado las fronteras de TikTok y los medios de comunicación de todo el mundo se han hecho eco del pequeño gesto del hombre, que, como tantos pequeños gestos, son tan o más importantes que las grandes gestas.