El ministro de Defensa sueco, Pal Jonson, ha anunciado que Suecia se siente orgulloso de haber sido considerada para este papel, destacando que se trata de una propuesta que aún se encuentra en una fase inicial y que requiere la aprobación de los miembros de la Alianza Atlántica, así como del Parlamento sueco.
En una rueda de prensa celebrada en Estocolmo junto a su homólogo finlandés, Antti Hakkanen, Jonson explicó que el objetivo principal es actuar como disuasión frente a posibles amenazas de Rusia, tras la adhesión de Finlandia a la OTAN en abril de 2023. Esta incorporación ha extendido significativamente la frontera de la Alianza con Rusia, planteando nuevos desafíos de seguridad.
Por su parte, el ministro de Defensa de Finlandia aclaró que la implementación de esta presencia militar aún necesita un acuerdo marco entre los países implicados. Aunque no se ha detallado el número de tropas que se desplegarán ni las ubicaciones exactas de las bases, Hakkanen subrayó que este es un paso importante en la cooperación bilateral entre Suecia y Finlandia en materia de defensa. Ambos países han intensificado su colaboración militar en los últimos años, y este nuevo acuerdo podría consolidar esa relación de manera significativa.
La OTAN, por su parte, ha estado evaluando la posibilidad de desplegar batallones multinacionales en Finlandia, similares a los que mantiene en su arco oriental, desde los países bálticos hasta Rumanía.
Sin embargo, el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, descartó en junio la posibilidad de un despliegue permanente de brigadas de la OTAN en el país nórdico, aunque no se opuso a una presencia militar temporal o de menor escala, lo que facilita este tipo de acuerdo.
Este anuncio refuerza la postura defensiva de los países nórdicos en un momento en que las tensiones con Rusia siguen siendo un tema central en la política de seguridad europea. Con la posibilidad de que Suecia tome un rol activo en la defensa de la frontera finlandesa, la región podría contar con una fuerza militar más integrada y preparada ante cualquier eventualidad.
¿Qué fuerzas armadas tienen en la actualidad Suecia y Finlandia?
Suecia cuenta con unas Fuerzas Armadas denominadas Försvarsmakten, que se componen de los siguientes cuerpos: el Ejército de Tierra (Armén), la Marina (Marinen), la Fuerza Aérea (Flygvapnet) y la Guardia Nacional (Hemvärnet).
Aunque Suecia ha mantenido un ejército relativamente pequeño en tiempos recientes, tras la reinstauración del servicio militar obligatorio en 2017, ha aumentado su capacidad. Actualmente, Suecia cuenta con unos 25.000 efectivos en activo, a los que se suman unos 30.000 reservistas. Además, la Guardia Nacional está compuesta por voluntarios que complementan las fuerzas regulares.
Las Fuerzas Armadas suecas están centradas en la defensa territorial. Sin embargo, en los últimos años, han incrementado su cooperación con la OTAN y otros aliados nórdicos, especialmente ante las tensiones en el Báltico y con Rusia. También tienen una fuerza aérea moderna y una marina especializada en la defensa costera y en operaciones en entornos fríos y marítimos.
En general, el presupuesto de defensa de Suecia ha crecido en respuesta al contexto geopolítico. En 2022, alcanzó alrededor del 1,5% del PIB, y se prevé que siga aumentando. Y es que, cabe tener en cuenta que el ejército sueco está equipado con material moderno, incluidos aviones de combate Saab JAS 39 Gripen, vehículos blindados CV90 y submarinos de clase Gotland, especializados en guerra antisubmarina.
Estas fuerzas están diseñadas para garantizar la defensa del país y participar en misiones internacionales, y su enfoque actual está en la modernización y la mejora de su capacidad de respuesta ante amenazas regionales, en especial en el Mar Báltico.
Por su parte, Finlandia cuenta con una Fuerzas Armadas dividas en tres ramas principales: Ejército de Tierra (Maavoimat); Fuerza Aérea (Ilmavoimat); y Marina (Merivoimat)
Además, cuentan con una organización auxiliar, la Guardia Fronteriza, que aunque normalmente está bajo la autoridad del Ministerio del Interior, puede ser movilizada bajo el mando militar en tiempos de crisis o guerra.
Con su incorporación a la OTAN, la Alianza ha incorporado un ejército, el finlandés, que tiene una combinación de personal en activo, reservistas y ciudadanos que participan en el servicio militar obligatorio.
El país mantiene un sistema de conscripción (servicio militar obligatorio) para los hombres, con una duración de entre 6 y 12 meses, dependiendo del entrenamiento. Las mujeres pueden alistarse de manera voluntaria. Este sistema permite que Finlandia, en caso de conflicto, pueda movilizar una gran fuerza de hasta 280.000 soldados.
La estructura de las Fuerzas Armadas se apoya en una reserva activa de alrededor de 900.000 personas, debido a la alta participación de la población en el servicio militar, lo que le otorga una capacidad de reacción considerablemente rápida.
En las últimas décadas, Finlandia ha enfocado sus esfuerzos en la modernización de sus fuerzas. El Ejército de Tierra está equipado con sistemas avanzados, como tanques Leopard 2, vehículos blindados y artillería pesada. Mientras, que la Fuerza Aérea cuenta con cazas F/A-18 Hornet, aunque está en proceso de adquirir F-35, lo que mejorará considerablemente su capacidad de defensa aérea y ataque.
En cuanto a la Marina, Finlandia tiene una fuerte presencia en el Mar Báltico y está equipada con corbetas y embarcaciones rápidas capaces de operar en sus complejas aguas litorales. La marina se centra en la defensa costera y en operaciones en condiciones árticas.
El ingreso de Finlandia en la OTAN ha ampliado de facto su compromiso con la defensa colectiva, reforzando sus vínculos con países aliados. Su posición geográfica y la extensa frontera de 1.340 km con Rusia hacen que Finlandia juegue un papel clave en la seguridad regional, especialmente en el norte de Europa y el Báltico.