Los próximos 22 al 24 de octubre, en Kazán, región del Volga (Rusia) se celebra la próxima reunión de los BRICS, ya ampliada.
Recordemos que en la anterior celebrada en Sudáfrica, a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica se unían en un principio, Egipto, Irán, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Etiopía. La inclusión de Argentina, tras la victoria de Milei en las elecciones de 2023, fue descartada por el gobierno electo.
¿Qué se espera de esta reunión BRICS+ de 2024?
Primero, obviamente al celebrarse en Rusia, Vladimir Putin actúa como anfitrión, y se espera que el presidente ruso se reúna con una veintena de sus homólogos extranjeros en reuniones bilaterales, ya que allí no tiene efecto la orden emitida por el Tribunal Penal Internacional, en marzo de 2023, de arresto contra el presidente ruso Vladímir Putin por crímenes de guerra.
Segundo, que a pesar de los intentos del presidente ruso por politizar los BRICS+ se siga la iniciativa china de que los países del grupo BRICS deban centrarse en la cooperación empresarial, al hilo de lo que solicitó el presidente chino Xi Jinping: "Los países del BRICS deben ser compañeros en el camino de desarrollo y ascenso, oponerse a los intentos de separación, la presión económica y centrarse en la cooperación empresarial".
Y, tercero, aplicar los principios negociados en Sudáfrica para la ampliación del bloque, ampliación que debía comenzar por Argelia, la gran decepcionada en 2023 al verse sustituida por Egipto, y a la que Putin se lo prometió.
Las invitaciones han sido enviadas a 38 países. Treinta y dos de ellos ya han confirmado su participación, de los cuales 24 estarán representados por sus líderes, según ha podido saber Escudo Digital. Todos los países miembros del BRICS+ estarán representados por sus líderes, excepto Arabia Saudita, que según nos avanzan, no está muy proclive a sentarse bajo el mismo techo que Irán.
Y la gran sorpresa: Turquía
Turquía, miembro de la OTAN y país candidato desde 1999 a ser socio de la UE, inició las negociaciones de adhesión en 2005. Dado que Turquía sigue alejándose de la Unión Europea y retrocede en ámbitos de reforma claves para la ampliación, como la democracia, el Estado de Derecho y los derechos fundamentales, las negociaciones de adhesión se encuentran en un punto muerto desde junio de 2018 y con relaciones difíciles con sus aliados occidentales.
Turquía anunció a principios de septiembre que había presentado una solicitud para unirse al bloque BRICS+, en paralelo a que la UE es el principal socio comercial de Ankara, mientras que dicho país ocupa el séptimo lugar como socio comercial de la UE. En 2022, el comercio total entre ellos ascendió a 198.100 millones de euros, lo que representa el 3,6% del comercio total de la UE con el mundo y Turquía puede optar a la ayuda financiera de la UE a través del Instrumento de Ayuda Preadhesión y del Fondo Europeo de Desarrollo Sostenible Plus. Todo ello hace que parezca incompatible la unión de Turquía a los BRICS+, aunque visto lo visto no adelantemos acontecimientos.