Continuando con los análisis de perfiles personales de personajes relevantes de nuestra sociedad, se abordará a continuación el perfil psicológico de Alberto Núñez Feijoo, líder nacional del Partido Popular español y comprometido en la política activa desde 1991. Como es habitual en estos análisis, no nos une ningún punto de contacto ni profesional ni personal, ni nos mueve ningún interés especial más allá del poder tener un conocimiento objetivo de los rasgos potenciales de su personalidad.
Para ello, recurriremos al modelo DISC de personalidad y nos basaremos en la observación y el análisis documental de forma objetiva y respetuosa, hasta confeccionar el posible perfil personal de este personaje público. Se debe recalcar que no se han usado pruebas psicotécnicas, tampoco se evalúa su inteligencia, aptitudes, ideas, creencias, valores o ideario político, a lo sumo, se realizará una somera mención. El resultado de este análisis concreto se desarrolla inicialmente en los siguientes gráficos y se comentará con posterioridad.
Descripción general
Esta persona es reservada, no dominante, paciente y pragmática, y gusta de ceñirse a reglas, normas y métodos predeterminados. Es buena escuchadora, controlada, puede ser más empática que simpática y tiene una importante capacidad de atención concentrada. Soporta bien las rutinas y siente un fuerte apego por las prácticas consolidadas. Sus motivadores básicos son la seguridad y los temores, el cambio, el conflicto o sentirse desconectada de sus rutinas habituales. Prefiere el estilo indirecto a la hora de abordar los problemas. Esta descripción se realiza a partir de los adjetivos reproducidos en los cuatro bloques del grafico anterior, combinados con las intensidades de los respectivos factores.
En el ámbito profesional, Feijoo encajaría exitosamente en funciones de consultoría técnicas, calidad, dar servicio, tratamiento de quejas y funciones burocráticas en general. Mejor trabajar con cosas que con personas. Su perfil está muy recomendado para aliviar tensiones interpersonales en actividades grupales. Este perfil no destaca especialmente por sus capacidades de liderazgo, lo que no inhibe que pueda ejercerlo.
Enfocada su personalidad en el ámbito político, esta persona podría describirse por las siguientes características psicológicas:
Un líder introvertido y con baja dominancia
Está aceptado por las escuelas de liderazgo que los dos factores de éxito de liderazgo: orientación a personas (alta I) y orientación a resultados (alta D). La falta de dominancia de Feijoo le aboca a tener dificultades para decir no, tomar decisiones impopulares, centralizar actividades y ejercer un liderazgo energético y confrontador. ¿Pero se puede ser líder sin ser extrovertido ni dominante? Por supuesto, mediante el aprendizaje de conductas compensatorias. No obstante, la falta de dominancia de Feijoo le aboca a tener dificultades para decir no, tomar decisiones impopulares, centralizar actividades y ejercer un liderazgo energético y confrontador. Por el contrario, tiende a escuchar, dar autonomía y tal vez a delegar en exceso. Esto se resume en un liderazgo con tintes dubitativos, no por “ser gallego” como dice la estereotipia, sino por esa falta de dominancia y extroversión.
Más prudente que ambicioso
Su perfil, alta S y C, hacen a esta persona cauta en las tomas de decisiones y condicionada por sus principales motivadores, la seguridad y trabajar con método y antecedentes previos; sus temores son, la inseguridad y el conflicto. Esta combinación de rasgos correlaciona con factores pasivos y le confiere un carácter poco enérgico a la hora de tomar iniciativas, ser competitivo, asumir riesgos e incluso enfría sus capacidades de confrontación. Todo lo anterior hace de Feijoo un líder moderado, que rehúye los conflictos y que busca equilibrios a través de negociaciones recurriendo a la confrontación como último recurso.
Este talante prudente puede conducirle en ciertas ocasiones, a preferir “la paz a la victoria” pero, no obstante, el proyecto político al que sirve le exige luchas y éxitos que él, responsablemente, asumirá como propios, aunque no están arraigados en la esencia de su personalidad.
Reflexivo, calculador y paciente
Feijoo es un “pensador” más que un “hacedor”, una persona analítica, reflexiva y calculadora que acumula la máxima información posible antes de tomar decisiones. Este exceso de reflexión hace del análisis un obstáculo que actúa como parálisis ante cualquier decisión. Se podría afirmar que es un líder calculador y poco dado a tomar decisiones improvisadas, dato que se refleja en sus debates parlamentarios, siempre bien preparados y calculados. Esta persona tiene como punto fuerte un excelente manejo de datos e informaciones, predominando el cálculo sobre la improvisación En términos de acción, se siente más confortable en la defensa que en el ataque. .
Pobre carisma
Al ser una persona introvertida, carece de carisma personal, pero sus aprendizajes compensatorios y los recursos antes mencionados, los utiliza para potenciar sus limitaciones de líder psicosociológico al actuar como un líder tecnocrático. Su carisma no estaría asociado a su “encanto personal”, sino a los éxitos acumulados en su experiencia política con el logro acumulado de cuatro mayorías absolutas.
Impredecible y enigmático
Algunos analistas a tenor de estos rasgos, le clasificarán como un “típico gallego”, que “no sabemos si sube o baja”, una estereotipia social ya mencionada. Este tipo de perfiles poco expresivos, no dominantes, excesivamente analíticos, prudentes y calculadores, se dan en cualquier territorio del planeta, y devuelven una imagen social de ser pasivos, impalpables, y lábiles, que les hace impredecibles e inquietantes a nuestros ojos. Pero esa imagen es la suma de los rasgos de su perfil DISC personal. Nadie en su sano juicio negaría el origen gallego de Camilo José Cela, Fraga Iribarne o Francisco Vázquez, con personalidades distintas a Feijoo, y “no parecerían gallegos”, al no ajustarse a esa cuestionable estereotipia ya rechazada en los estudios sobre Cultura y Personalidad.
Conclusiones
Núñez Feijoo es el ejemplo de un liderazgo moderado, con limitaciones, de perfil evanescente y difícil de visibilizar, pero está amparado por un principio no escrito en Psicología según el cual, cualquier persona puede desempeñar cualquier tarea. Sabemos que hay perfiles de personalidad más idóneos para desempeñar ciertos roles espontáneamente, mejor, con más eficacia y con mayor satisfacción personal, pero los menos dotados, con tesón y experiencia pueden superarse.
Un ejemplo claro del siglo pasado sería el binomio compuesto por el presidente Roosevelt, líder nato, frente a Truman, conocido como “el vendedor de corbatas” y su sucesor al fallecer el presidente, líder por accidente. Pero sería Truman quién tendría que decidir lanzar las dos bombas atómicas sobre Japón en Agosto de 1945, para rendir a los japoneses. Lo anterior evidencia que hay muchos ejemplos de perfiles personales y tareas que no se ajustan a priori, pero que al final se acoplan exitosamente.
Pues bien, en estos días, el tándem Roosevelt-Truman, encontraría su versión española en la pareja Díaz Ayuso-Feijoo, aunque en contextos diferentes. Si ateniéndonos a las capacidades psicosociológicas de liderazgo Roosevelt es Diaz Ayuso y Truman es Feijoo, esto me hace pensar que la derecha española tiene un dilema, ¿quién ganará en este “duelo” interno, el líder moderado o el confrontador? El tiempo nos lo dirá.
Publicaciones del autor relacionadas con este artículo:
(2014) “Políticos españoles, liderazgo y personalidad” Madrid: Edit. Última Línea.