Ocurrió el pasado 15 de marzo, durante la entrega del premio Soldado Idoia Rodríguez. Al final del acto, el teniente coronel Manuel Hernández subió al escenario para interpretar a capela un fragmento del tema 'The Impossible Dream', del musical 'El hombre de la Mancha'. Su actuación -realizada ante los ojos de la ministra Margarita Robles- no ha dejado a nadie indiferente y ha provocado un incendio en redes sociales, donde muchas personas han expresado su indignación ante lo que consideran una interpretación poco apropiada para las Fuerzas Armadas.
The Impossible Dream
No es la primera vez que la música y la danza se cuelan en un evento oficial del Ministerio de Defensa. El año pasado, en la gala de los Premios Ejércitos 2023, un grupo de soldados protagonizó un baile que recordaba poderosamente las escenografías vistas habitualmente en la entrega de los Premios Goya, algo hasta entonces poco habitual en el Ejército Español.
Estas actuaciones han generado todo tipo de reacciones en las redes sociales, si bien predominan las que se posicionan en contra de las interpretaciones musicales. La red ahora conocida como X no ha tardado en mostrar su furia con lo que algunos consideran como vergonzoso y humillante para un estamento encargado de garantizar la paz dentro de nuestras fronteras.
No han faltado tampoco los políticos a la hora de opinar sobre el asunto, cada cual desde su punto de vista. Entre ellos se encuentran posturas tan alejadas como la del antiguo portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, o el activista Bertrand Ndongo, conocido como “el negro de Vox”.
Y por supuesto, los memes o comentarios jocosos, tan propios de la cultura española. Hay quien compara el ejército con Operación Triunfo, apuntan que hubiera sido mejor elegir una canción de ‘los Miserables’ o lo comparan con Florence Fester Jenkins, una soprano que se hizo famosa por su falta de habilidad musical.
También, aunque menos, hay voces que defienden al que ya han apodado como “teniente coronel Sinatra”. Y es que, más allá de su conveniencia, la actuación musical casi a capela -sonaba muy levemente algo de música de fondo- requiere cierta dosis de valentía. No en vano, se trata del tema central de un musical que lleva interpretándose en Broadway desde 1965 y para el que han prestado sus voces estrellas de la talla de Elvis Presley, Il Divo y el mentado Frank Sinatra.
Sea como fuere, la actuación ha puesto sobre la mesa el debate sobre cómo deben ser los eventos y presentaciones oficiales en el Ministerio de Defensa. ¿Tienen cabida los bailes o interpretaciones musicales en un departamento encargado de velar por la seguridad nacional? Y de ser así, ¿cuál es la calidad mínima exigible para ello?
Una cuestión abierta a mil interpretaciones, pero que deja una enseñanza clave para el futuro. En la era de los smartphones y las redes sociales nadie escapa al escrutinio de la sociedad. Ya no existen los eventos privados. Hay formas más discretas de, como dice la letra de la canción, soñar el sueño imposible.