En plenadesescalada – para algunos, escalada, por las dificultades - todo se nos vuelveinterrogante de cara al futuro. Después de esta crisis, ¿evolucionaremos comoun punto y seguido o más bien dibujando un punto y aparte? Profesoresuniversitarios, gestores de la Administración, CEOs, militares, periodistas,guardias civiles, investigadores, son solo algunos de los colectivos y profesionalesa los que se ha dado voz para analizar esta realidad.
En el informe “La Continuidad de Negocio después del Covid-19: Visión de Expertos” treinta y dos personalidades han querido aportar su visión y su experiencia ante los desafíos que estamos viviendo, elaborando un documento de consulta que ayude a facilitar la paulatina reanudación de las diferentes actividades y que precisamente, dé respuesta a algunas de las dudas reinantes.
Elrecopilatorio de los distintos planes de contingencia empresariales de estegrupo ha sido impulsado por La Alianza Española de Seguridad y Crisis (aesYc),un ejemplo más de su actividad divulgativa y su afán por dar visionesmultidisciplinares; en este caso para facilitar la adaptación al cambio que hasupuesto o puede suponer el desconfinamiento, “una disrupción social yeconómica derivada del Covid-19 que ha venido para quedarse”, opinan desdela institución.
A los expertos,tanto del sector privado como del público, se les plantearon dos preguntas:
- ¿Quéaspectos de los requisitos de continuidad de negocio le parecen más importantesa cumplir por una compañía para poder afianzar su disponibilidad durante ydespués de la contingencia?
- Una vez quela pandemia quede erradicada, ¿cómo concibe esa vuelta a la normalidad tantopara las empresas como para la ciudadanía?”.
El resultado esun compendio de respuestas, completo y diverso, con perspectivas desde el puntode vista legal, económico, de negocio o de comunicación. Casi todos losentrevistados muestran una visión positiva en lo que a la vuelta a lanormalidad se refiere, aunque con ciertos matices, afirmando que lo que antesse consideraba normal, ya nunca volverá a serlo, puesto que nos enfrentamos ados problemas principales, de índole social y humana, más el miedo y lavulnerabilidad que ha generado esta crisis sanitaria. A ello se unen ahora lasdificultades económicas que arrastraremos durante algún tiempo comoconsecuencia de la paralización de la actividad empresarial.
“Si no nosponemos a trabajar desde ya en otros posibles escenarios y nos retroalimentamoscon las lecciones aprendidas, estamos destinados al caos. Esta afirmación estáavalada porque el efecto de la contención de la pandemia es inversamenteproporcional a los efectos que causa en la economía”, anticipan.
“Si nos retroalimentamos con las lecciones aprendidas de esta experiencia, estamos destinados al caos”
El paro, elmiedo a la crisis económica y la incertidumbre empresarial ponen sobre la mesala necesidad de soluciones como la transformación digital, el fomento delconsumo en pymes, aparte de la reindustrialización de España y Europa paraevitar en el futuro la dependencia de China y otros países asiáticos comoproveedores.
El informe, que está disponible en la página web de la organización en www.aesyc.com, también refleja lo importante que es que las administraciones y empresas sean muy previsoras para encarar eficazmente otras crisis venideras. Pueden hacerlo mediante el establecimiento de planes de continuidad, resiliencia y flexibilidad, tres actitudes necesarias para adaptarse y minimizar el impacto.
Los expertosconsultados coinciden en la importancia de realizar planes de capacidad,principalmente basados en entornos tecnológicos modernos, maduros, estables,remotos y seguros, tal y como la experiencia nos ha demostrado. E igualmente,ponen el punto de mira en el cambio cultural que se aprecia orientado alcuidado personal de los trabajadores, de la salud y de la vida para que “lavuelta a la ‘nueva normalidad’ sea más solidaria, con instituciones más ágiles,empresas dispuestas a mermar beneficios e individuos que sientan que su trabajoes también un servicio a la sociedad”.
“El incremento de los ciberdelincuentes nos ha hecho ser conscientes de la necesidad de una red segura”
La aesYs enorigen fue planteada para fomentar una cultura de ciberseguridad en línea a laEstrategia Nacional de Seguridad, y colaborar así en el desarrollo de unasociedad más concienciada en todo lo referente a amenazas y desafíos a los quenos enfrentamos en lo profesional y lo personal. “Si en los últimos años laconcienciación en materia de ciberseguridad empezaba a cobrar peso, ahora, elincremento de los ciberdelincuentes nos ha hecho ser conscientes de quenecesitamos, más que nunca, una red segura para poder existir. Urge protegerlos intereses corporativos en materia de información”.
Al margen deese propósito fundacional, que la Alianza Española de Seguridad y Crisismantiene, en este momento, con la pandemia que aún nos tiene en estado dealarma, han querido amoldarse a circunstancias tan excepcionales y dar ejemplode esa “adaptación” que recomiendan a través del estudio presentado. Las 32visiones compiladas dejan claro que, después de estos dos meses y medio deconfinamiento, hay que hablar de un antes y un después, “porque lo queconsiderábamos normal, ya nunca volverá a serlo” opinan.