Los ataques de ransomware se han vuelto muy comunes y ello ha hecho que distintas firmas de seguridad realicen estudios periódicos para ver cuáles son las industrias o sectores más atacados, a cuánto ascienden las demandas de rescate o cuál es el coste derivado para las empresas y entes públicos de estos incidentes.
Sin embargo, hasta la fecha hay un aspecto que no se había "medido": el impacto psicológico que tienen estas amenazas en quienes las sufren de primera mano y tratan de contrarrestarlas.
IBM junto a Consulting Group han abordado los efectos del ransomware en la salud mental de los profesionales que responden a los ataques. Para la realización del estudio, se tuvo en cuenta el testimonio de 1.100 personas que se habían enfrentado a incidentes de ciberseguridad.
Más de las tres cuartas partes de los encuestados dijeron que experimentan estrés y ansiedad en su vida diaria como resultado de responder a incidentes cibernéticos. Además, un 65% ha pedido ayuda psicólógica como resultado de tener que enfrentarse a estos ciberataques.
Para un 81% el aumento del ransomware habría exacerbado las demandas psicológicas asociadadas con los incidentes de ciberseguridad.
Los tres primeros días son los peores
El compromiso promedio de respuesta a incidentes tiene una duración de entre dos y cuatro semanas. Además, un tercio reconoce que se ocupa de compromisos durante más de cuatro semanas.
El período más estresante serían los tres primeros días después de darse el ataque. En estas jornadas un tercio de los encuestados dijo trabajar más de 12 horas al día.
El estudio de IBM encontró que la mayoría de los que respondieron a incidentes ingresaron en la industria de la ciberseguridad por un instinto de protección, pero ese sentido de responsabilidad también es uno de los aspectos más estresantes de los incidentes. Aproximadamente la mitad de todos los encuestados mostraba un "sentido de responsabilidad hacia su equipo/cliente".
"Cuando eres lo que potencialmente se interpone en el camino de un actor malicioso y alguien que puede calentar su casa, ir al trabajo o abastecer los estantes de los supermercados, la presión aumenta rápidamente. Sabes que las repercusiones serían palpables para muchas personas. Estos no son escenarios teóricos, sino peleas peleadas”, explica Laurance Dine, responsable global de respuesta a incidentes en IBM Security X-Force.