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Seguridad y salud

Funcionarios en el extranjero: la angustia de quedarse sin atención sanitaria

La crisis abierta en el modelo Muface pone en peligro la asistencia de los 8.163 empleados públicos, y sus familias, que prestan servicio fuera de España.

Periodista y escritor.

4 minutos

Afiliados a Jupol y miembros de la Asociación de Diplomáticos Españoles participaron en la manifestación de funcionarios celebrada el 14 de diciembre para exigir solución a los problemas de Muface. Foto: Europa Press / Ricardo Rubio.

Son 8.163 los funcionarios y familiares suscritos a Muface los que reciben cobertura sanitaria a través de la aseguradora DKV, la única que presta servicio a los empleados públicos en el extranjero. Diplomáticos, espías, técnicos comerciales del Estado, personal que trabaja en las Embajadas y Consulados, como policías nacionales, y docentes podrían quedar en el limbo, sin asistencia sanitaria. Según informa El Mundo, DKV ha ofrecido al Gobierno seguir un año más, con incremento de la prima y fuera de la licitación actual.

Ahora están viviendo una situación de incertidumbre sobre el futuro de sus prestaciones. La fecha límite para una solución, era este 15 de enero, a las 10.00 horas, si bien este pasado viernes, in extremis, el gobierno decidió extender el plazo durante 12 días más, hasta el 27 de enero a la misma hora. Ese día terminará el plazo de recepción de las ofertas para cualquiera de los dos convenios de territorio nacional y exterior, porque se trata de  dos licitaciones distintas. Si volviera a quedar desierta, como ya sucedió el año pasado, el horizonte que les queda a los empleados públicos en el extranjero resulta bastante delicado. El pasado mes de octubre, DKV anunció que el último día que iban a prestar cobertura en el exterior sería el 31 de diciembre de 2024. 

Distintos países, con sus circunstancias

Hasta el final de 2024, la cobertura de la asistencia sanitaria en el extranjero a través del Concierto de asistencia sanitaria en el exterior (CASE), suscrito con la entidad de seguros DKV, incluía al colectivo destinado fuera de territorio nacional o que prestara servicios fuera del territorio nacional por un periodo de tiempo superior a seis meses de acuerdo con la normativa de Función Pública y otras situaciones asimiladas.

Según los datos de Muface, Estados Unidos, con 1.917 empleados (23,96%) es la nación que tiene más funcionarios cubiertos por la mutualidad. A continuación se sitúan Marruecos (598), Bélgica (569), Francia (429), Reino Unido e Irlanda del Norte (303), Alemania (224) y Portugal (188). Pero también hay funcionarios españoles en países con contextos más difíciles.

Diplomáticos por el mundo

Los funcionarios destinados en el exterior no tienen la posibilidad de ser atendidos en la Seguridad Social si ninguna aseguradora se hiciera cargo del servicio en la licitación prevista. Esta situación preocupa a los diplomáticos, agrupados en la Asociación de Diplomáticos Españoles (ADE). En un comunicado remitido el pasado mes a sus asociados evidenciaban “la total incertidumbre por el inminente término del convenio sobre prestaciones sanitarias a quienes se encuentran destinados en el extranjero y a sus familiares”. La falta de información y de garantías del Gobierno y del Ministerio de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación tampoco está ayudando a generar tranquilidad.

Policías en Embajadas

En torno a 600 policías nacionales están destinados en las Embajadas de nuestro país por todo el mundo. Laura García, portavoz del sindicato Jupol, aclara a Escudo Digital que es una cifra “que va fluctuando”. “Algunos de los compañeros acaban de llegar a su destino fuera de España, y desconocen el funcionamiento de la asistencia. A ello se le suma la angustia de qué va a pasar con su atención sanitaria”, apunta.

El sistema con el que se opera en el exterior difiere del nacional. Fuera de España se aplica el reembolso. El empleado público o su familiar puede acudir a cualquier médico o clínica. Después solicita la devolución a DKV, que debe autorizar previamente el tratamiento o intervención quirúrgica, no así para un consulta ordinaria.

Aunque en situaciones de previsible alto coste, como las hospitalizaciones y tratamientos de enfermedades crónicas graves, DKV procedía al pago directo y, en su caso, a la anticipación de fondos o cantidades a cuenta a los proveedores sanitarios.

Falta de información

Desde Jupol no se ha detectado ninguna anomalía en la continuación de la prestación en el exterior en este mes de enero, pero reconoce su portavoz que puede deberse a la particularidad del sistema: “Un compañero desplegado fuera me comentaba que en el extranjero nos ponemos menos enfermos”. “Tener que adelantar el coste del servicio para luego solicitar el pago a DKV puede ser un motivo para evitar problemas”, añade.

García se queja de la falta de información recibida sobre los funcionarios en el extranjero: “Es una situación sobrevenida y nadie explica qué pasaría con los funcionarios en el exterior si no hubiera convenio. No tenemos ninguna noticia. Lo único que conocemos es la preocupación que nos hacen llegar los compañeros. Además, cada país tiene su particularidad”. Se lamenta también de que el foco mediático sobre las licitaciones de Muface se está centrado en España, “y se olvidan de los que hay fuera, que no son pocos y repartidos por el mundo”.

Otra peculiaridad del estado de las cosas hasta el 31 de diciembre es que la aseguradora de los funcionarios en el exterior era DKV España, no DKV Internacional, lo que limitaba las posibilidades.

El interés de Allianz

Durante el periodo de diez días abierto con el objetivo de admitir propuestas de las aseguradoras para que se pudiera realizar una licitación más ajustada a las demandas de las compañías, Muface recibió la consulta de Allianz Partners Health, división especializada en salud internacional y asistencia, perteneciente a Munich Re. La compañía aclaró que ese requerimiento de información no implica que acudan a la licitación. A esa consulta pública también se presentó DKV.

El 27 de enero sabremos más sobre la suerte de los funcionarios españoles que ofrecen sus servicios fuera de nuestro país. Nunca antes se han enfrentado a una situación tan crítica en relación con la cobertura de sus problemas de salud y de la de sus allegados. La solución no se antoja sencilla.