La devastadora DANA que la semana pasada asoló la provincia de Valencia y algunas regiones de Castilla-La Mancha y Andalucía ha dejado un reguero de destrucción que ya se ha cobrado la vida de al menos 217 personas. Esta cifra, desgraciadamente aún provisional por las decenas de desaparecidos que todavía se está trabajando por localizar, tiene detrás de sí nombres propios cuyas vidas han sido truncadas por esta terrible gota fría, la mayor catástrofe natural de lo que va de siglo en España y una de las peores de su historia.
Entre las víctimas mortales se encuentran Miguel y Sara Carpio, padre de 61 años y su única hija, de 24 años, residentes en Benetússer. Ambos fallecieron como tristemente muchas víctimas de la DANA, al ir a sacar sus coches del garaje.
"No ha sido un accidente. Lo he perdido todo, todo en mi vida"
En su caso, eran poco antes de las 19.30h, momento en el que quedaron inundados en el subterráneo de forma repentina y abrupta por la intensa riada. Así lo ha confirmado a La Voz de Galicia la viuda y madre de las víctimas, Toñi, quien considera que "no ha sido un accidente" y denuncia que el aviso de la DANA en la Comunidad Valenciana no se dio con suficiente antelación.
Según ha relatado, a las 17h ella misma se dio cuenta de que el barranco que posteriormente causó el desastre tenía el nivel de agua sorprendentemente alto. Recuerda que incluso se lo comentó preocupada a su marido, quien le restó importancia y le dijo que no había ningún problema y que en el caso de que lo hubiera les avisarían. Lamentablemente, menos de tres horas después el barranco se desbordó y se llevó por delante la vida de Miguel y la de su hija Sara.
"No les dio tiempo a sacar los coches del garaje", lamenta una Toñi rota de dolor que asegura que lo ha "perdido todo, todo en mi vida" y culpabiliza a los políticos por su "ineptitud".