La búsqueda a contrarreloj de Arabella, la niña de 14 años que desapareció este pasado lunes en Aiguamúrcia (Tarragona), ha terminado con el peor desenlace posible. Tras casi dos días de intensas labores para localizarla, ayer por la tarde se encontró su cuerpo sin vida, según informaron los Mossos d'Esquadra en un escueto mensaje publicado en su cuenta de X, antigua Twitter.

Arabella, de nacionalidad andorrana, fue vista por última vez el lunes sobre las 13h en una zona boscosa cercana a la ermita de Sant Jaume de Montagut, después de que ese mismo día sobre las 11.45h se escapara del centro terapéutico para menores Can Ros, donde llevaba tiempo ingresada. Al parecer, varios monitores intentaron convencerla para que regresara al centro, pero la menor se volvió a escapar.
Poco después, sobre las 15h, el director del centro denunció su desaparición a los Mossos d'Esquadra, que pusieron en marcha un amplio dispositivo de búsqueda y dieron la voz de alarma en sus redes sociales para pedir la colaboración ciudadana.
Los Bomberos de la Generalitat han liderado las tareas con hasta 15 dotaciones, incluyendo efectivos del Grup de Recolzament d'Actuacions Especials (GRAE), unidades caninas y drones. Por su parte, los Mossos d'Esquadra participaron con patrullas de seguridad ciudadana, la Àrea Regional de Recursos Operatius (ARRO) y la unidad canina.
Según El Caso, Arabella padecía una enfermedad psiquiátrica, estrés postraumático y un cuadro depresivo, condiciones que requerían atención especializada. Además, en ocasiones anteriores, había manifestado intenciones suicidas, lo que incrementó la urgencia en su búsqueda.
Desgraciadamente, ayer se confirmaron los peores presagios con el hallazgo de su cuerpo sin vida, que ha sido trasladado al anatómico forense para que se le practique la autopsia. Sus resultados determinarán las causas exactas de su fallecimiento, pero todo parece indicar que la joven se habría quitado la vida.