El experimentado escalador Iago Melón, natural de Vigo de 47 años y miembro del club vigués Montañeiros Celtas, perdió la vida este pasado sábado tras sufrir una caída en la vía conocida como 'Corredor del Pilar', en la subida a Peña Ubiña desde Torrebarrio. La tragedia ha conmocionado a la comunidad montañera y a todo el entorno del deportista no solo por el fatídico desenlace, sino por una coincidencia estremecedora: el padre de Iago, José Ramón Melón Iglesias, falleció en la misma montaña hace 30 años en circunstancias similares.
Ambos eran amantes del montañismo y la espeleología, y contaban con una gran experiencia en este tipo de rutas. Sin embargo, el destino ha querido que ambos encontraran la muerte en el mismo macizo montañoso, como si una maldición pesara sobre la familia Melón.
Tal como recoge La Vanguardia, José Ramón falleció el 30 de octubre de 1994 mientras ascendía la cara nordeste del pico siete de Peña Ubiña, en el concejo asturiano de Lena. Estaba participando en una expedición de la Escuela de Montañismo de Vigo, pero su vida se vio truncada al ser arrastrado por una roca y caer desde una altura de más de 200 metros.
"Es un horror. Ha sido revivir lo de su padre"
En el caso de Iago, su accidente se produjo mientras se encontraba con dos compañeros, también socios del club vigués. Según señala el Faro de Vigo contando con testimonios del club, iniciaron el recorrido desde Torrebarrio, donde la Federación Galega de Montañismo tiene un refugio para los escaladores, con la idea de escalar los 1.260 metros que coronan Peña Ubiña por la vertiente leonesa. Pero a primera hora de la tarde Iago sufrió un resbalón en un tramo especialmente complicado y cayó desde una altura de unos 100 metros, quedando inconsciente.
Según informó el Centro Coordinador de Emergencias (CCE) de la Junta de Castilla y León, su sala de operaciones recibió la alerta del accidente en una llamada registrada a las 16.23. Tras valorar la situación, el CCE derivó el rescate a la Guardia Civil (COS) de León, que envió un equipo a la zona. Desgraciadamente, este equipo no pudo hacer nada por salvar la vida de Iago y solo pudo encargarse de la extracción de su cadáver y de gestionar los tramites judiciales correspondientes.
"Es una zona accesible y muy habitual en época invernal". "Las condiciones meteorológicas no eran malas a esa hora. Hacía viento, pero aún no nevaba, luego sí que se complicó, durante el rescate, pero al mediodía se encontraban bien", cuenta Carmen Pérez Orge, presidenta de Montañeiros Celtas, al citado medio gallego.
"Nos quedamos completamente en shock. Para nosotros es un horror, y queremos mandarle nuestro apoyo a su familia porque ha sido revivir lo de su padre", apunta Pérez.