Tarás, refugiado ucraniano de 13 años cuya desaparición fue denunciada por su madre este lunes por la mañana en la Comisaría de la Policía Nacional de la ciudad de Badajoz, fue hallado sin vida apenas unas horas después, sobre las 19h. Su cuerpo fue encontrado por unos paseantes en la ladera de La Alcazaba, a los pies de la muralla, en una zona con vegetación poco transitada, muy cercana a su domicilio, informa Hoy.
Los paseantes dieron la voz de alarma a los servicios de emergencias, que rápidamente movilizaron a varias patrullas de la Policía Nacional y la Policía Local. A las 20.45 llegó al lugar un furgón del Instituto de Medicina Legal para proceder al levantamiento del cadáver, que fue trasladado al anatómico forense para someterlo a la autopsia.
Será ese examen médico el que determine la causa exacta de la muerte. No obstante, según señala Hoy, la principal hipótesis que barajan los investigadores es que el menor se ha quitado la vida precipitándose desde lo alto de la Alcazaba, si bien no descartan que se trate de una caída accidental u otro tipo de muerte violenta.
"Era un niño muy introvertido y no estaba bien de ánimo"
Tarás fue visto por última vez el domingo alrededor de las 17:30h, cuando salió de casa, en la zona del Campillo, sin dinero, sin documentación y sin llaves de casa, indica el Periódico de Extremadura, y añade.
"Antes de salir, borró el historial de páginas visitadas en su ordenador, algo que inquietó a la familia, puesto que era un niño muy introvertido y no estaba bien de ánimo, según detalló su entorno".
Llevaba dos años en Badajoz y vivía solo con su madre
Siguiendo su información, Tarás residía en Badajoz desde hace dos años, tras huir con su familia de la cruenta invasión rusa de su país natal, Ucrania. Vivía solo con su madre, aunque tiene una hermana mayor viviendo en Inglaterra, y actualmente cursaba 1º de la ESO en el Instituto Castelar.
"Era un chico que tenía un poco de dificultad con el idioma, pero que se relacionaba poco a poco con el resto de sus compañeros. Era un poco introvertido, pero como muchos otros", describe el jefe de estudios de este centro, quien apunta que sus compañeros de clase "están hechos polvo, muy tristes".