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El Bitcoin consume como una ciudad de 8 millones de personas

Un estudio del periódico The New York Times calculó los consumos de las granjas de criptomonedas y reveló que contaminan como 3,5 millones de coches e incrementan el precio de la luz en la zona.

Periodista.

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Mineria de criptomonedas bitcoin.

Después de un período de crisis, el precio del Bitcoin alcanzó su mayor valor desde junio de 2022, llegando a los 27.508,50 euros (30.000 dólares) y ya algunos se ilusionan con su estabilización.

Sin embargo, estas variaciones no han repercutido notablemente en el consumo eléctrico necesario para sostener su minería, que solamente en Estados Unidos, equivale al de la población de una ciudad como Nueva York.

El minado de criptomonedas hace necesaria una red de millones de computadoras encendidas 24 horas al día, 365 días al año. Y cuantos más ordenadores tenga un minero, más posibilidades de extraer bitcoins.

Otro minado que no es sostenible

Curiosamente, como sucede con la extracción de metales y minerales, que para obtenerse demandan grandes cantidades de agua y energía, contaminando tanto el aire como el suelo o las fuentes de agua, las criptomonedas también afectan al medio ambiente. Se calcula el hardware destinado a la obtención de Bitcoin ya emite más dióxido de carbono que la producción de carne vacuna a escala mundial, según una publicación de la revista Nature.

Por su parte, el famoso periódico The New York Times investigó recientemente los gastos que generan 34 granjas de criptomonedas en Estados Unidos que superan los 40 megavatios de consumo energético. El estudio reveló que cada una de esas granjas consume lo mismo que 30.000 hogares. Otra referencia indica que un megavatio/hora supone una cantidad de energía que puede dar electricidad a una media de 330 viviendas en una hora.

Si bien algunos de estos sitios, donde se concentra gran cantidad de hardware minero, se proveen de energías renovables, la mayoría sigue utilizando combustibles fósiles. De hecho, muchas de estas granjas se encuentran en Texas y Dakota del Norte, donde el petróleo y el carbón son económicos y se utilizan para producir electricidad.

Según un análisis de la organización independiente Watttime, las centrales de carbón y gas cubren aproximadamente el 85% de la demanda que la minería de Bitcoin añade a las redes eléctricas.

En cuanto a las emisiones de dióxido de carbono, solamente en Estados Unidos, equivalen al gasto de combustible de 3,5 millones de automóviles.

Otra consecuencia de la instalación de estas granjas es que disparan el precio de la electricidad en las regiones donde se encuentran, porque al subir la demanda, los precios de subasta de la electricidad son más altos, explican desde ComputerHoy. Por ejemplo, en Texas, donde se están instaladas el 30% de las granjas de criptos estadounidenses, el precio de la luz ha subido al menos un 5%. Esto representa 1.800 millones de euros al año que los ciudadanos de esas zonas pagan por vivir en ciudades donde se extraen criptomonedas que no les benefician.

Los autores del estudio publicado por Nature, citado líneas más arriba, evaluaron el daño climático de bitcoin según tres criterios de sostenibilidad: si el daño aumenta con el tiempo; si el precio de mercado de bitcoin supera el coste económico del daño causado; y cómo se compara el daño causado por cada moneda extraída con el daño que causan otros sectores y materias primas. La conclusión ha sido que no cumple con ninguno de los tres criterios clave de sostenibilidad con los que lo evaluaron, y que se necesitan cambios significativos para que la minería de bitcoin sea sostenible.