El primer modelo de Atlas se conoció en el año 2013. El prototipo de la empresa Boston Dynamics pesaba 150 kg, medía 1,80 mts., y a pesar de su forma humanoide, apenas podía caminar. Su evolución fue tal que, además de ser una referencia en el mundo de la robótica y reducir tanto en peso como en altura, se popularizó por dar saltos y hacer piruetas al estilo parkour. Y por si eso fuera poco, en 2020 se lo vió bailar al ritmo de la música junto a los otros dos robots de la compañía, Spot y Stretch.
Ahora, con un día de diferencia, la empresa estadounidense anunció la discontinuidad del trabajo con el robot hidráulico para hacer pública su nueva versión 100% eléctrica, que mantendrá el nombre “Atlas”, pero se verá notoriamente mejorado.
Es “más fuerte, más diestro y más ágil” que su antecesor, publicó Boston Dynamics en su blog, y asegura que es el robot humanoide más dinámico del mundo. Conserva la figura bípeda, con cabeza, tronco y dos brazos, pero con formas más curvas y menos aparatosas.
“Atlas puede parecerse a un factor de forma humana, pero estamos equipando al robot para que se mueva de la manera más eficiente posible para completar una tarea, en lugar de estar limitado por un rango de movimiento humano. Atlas se moverá de maneras que excederán las capacidades humanas”, aseguran sus creadores.
Así, posee múltiples ejes de giro que le permiten desplazarse en todas direcciones sin una limitación frente-espalda, puede rotar su cabeza o su torso 180 grados, levantarse del suelo fácilmente con solo flexionar las piernas y hasta hacerlo de espaldas. Y, además, hereda todos los movimientos y logros del Atlas hidráulico, tanto los saltos y bailes como la manipulación de objetos y su traslado, o el equilibrio al caminar por terrenos inestables.
Y claro, en la era de la inteligencia artificial, el nuevo Atlas no podía prescindir de ella. Su software incorpora también aprendizaje automático, como el aprendizaje por refuerzo, que es una técnica que entrena al software para que tome decisiones, imitando el proceso de ensayo y error que atravesamos los humanos para incorporar conocimientos. Es decir que puede cumplir con tareas de forma autónoma y decidir cómo resolver situaciones.
El objetivo es que pueda hacer tareas “aburridas, sucias y peligrosas”, que alivien el trabajo humano o lo reemplacen cuando haya riesgos.
El primer lugar donde se probará el nuevo Atlas fuera del laboratorio, es en la planta de fabricación de automóviles Hyundai, que además de invertir en Boston Dynamics, servirá como un campo de pruebas para el novedoso humanoide. Por esta razón, sus creadores también están explorando la posibilidad de incorporar nuevas pinzas en sus brazos para ampliar las funciones de manipulación.
A pesar de estar “diseñado para aplicaciones del mundo real”, de momento, este modelo no se comercializará, a diferencia de los otros dos robots de Boston Dynamics, Spot y Stretch, que poseen usos industriales –aunque no hogareños–. El primero es pequeño, emula la fisonomía de un perro, se mueve en cuatro patas y es utilizado para la inspección de almacenes, mientras que el segundo, también móvil, es un robot para trasladar mercancías y consta de un gran brazo robótico, con un diseño mucho más minimalista.