La salida de la Unión Europea del Reino Unido comporta varias desventajas para la nación que un día alumbró genialidades como las obras de Shakespeare y los Beatles. Entre otras, pérdida de volumen y facilidades de negocio en la Unión Europea, y también recorte de libertades y posibilidades para sus ciudadanos cuando viajan a países de la UE, o quieren instalarse a vivir, de manera parcial o permanente, en uno de ellos. A cambio, este país, compuesto por Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte, dispone de una mayor autonomía para adaptar su legislación e impulsar nuevas industrias con más celeridad. En esa sintonía, el gobierno británico ha confirmado que, a partir de 2023, se permitirá la circulación de coches autónomos, adquiridos por particulares, en sus carreteras. En la nueva legislación que está modelando el ejecutivo británico se establece que los fabricantes serán responsables si un vehículo autónomo choca. De esta manera, un ocupante humano no sería responsable de los percances derivados de ese fallo si el automóvil estaba en modo autónomo.
Precedentes de accidentes de coches en modo autónomo donde se responsabilizó a personas
Hasta ahora, determinar la responsabilidad de un vehículo autónomo cuando circula en modo automático es un asunto que se encuentra en un limbo jurídico, lleno de matices, en la mayoría de los países, donde esta industria sólo ha funcionado de momento de manera experimental. Por ejemplo, en 2017 un vehículo de prueba de Uber mató a un peatón mientras circulaba en modo automático y el operador humano del vehículo fue acusado de homicidio negligente y Uber no tuvo que afrontar ningún cargo. También tuvo bastante relevancia en su momento el caso de un accidente mortal acaecido en 2019, que implicó a un vehículo de Tesla que operaba en modo automático. En ese caso también, el conductor (no Tesla) fue acusado de dos delitos graves por conducción negligente.
Claves para que la industria de los coches automáticos florezca
Una de las claves que configuran el proyecto de ley en el que está trabajando el gobierno británico especifica que “se espera que los coches autónomos sean tan seguros como los trenes o los aviones, de manera que para la aprobación de la nueva legislación se precisa un incremento de 10 veces la seguridad promedio esta clase de vehículos en comparación con los conducidos por personas”. Los documentos oficiales señalan que, tras testear la fiabilidad de los modelos privados, los vehículos autónomos se emplearán para el transporte público y la distribución. La idea es habilitar ambas formas de transporte para que circulen por cualquier carretera del Reino Unido a partir de 2025. El objetivo de esta medida es que esos vehículos puedan llegar incluso a funcionar en un nivel 5, lo que comportará que puedan circular sin un humano al volante en su interior. En ese sentido, parece que el Reino Unido está poniendo las bases para ponerse a la vanguardia de la pujante industria de los vehículos autónomos, al tiempo que sus disposiciones pueden marcar la pauta legal de esta industria en otros países.
Cifras de inversión y de potencial retorno de la industria de automoción en el Reino Unido
Al respecto de este proyecto de ley, el secretario de Transporte del Reino Unido, Grant Shapps, ha puesto en valor las ventajas que esta emergente industria abre para la economía de su país: “Los beneficios de los vehículos autónomos tienen el potencial de ser formidables. No solo pueden mejorar el acceso de las personas a la educación y otros servicios cruciales, sino que también la industria misma puede generar decenas de miles de oportunidades laborales en todo el país”.
En síntesis, el Reino Unido quiere explotar a fondo el mercado emergente de vehículos autónomos. Para concretarlo, quiere invertir 119 millones de dólares en el estímulo de la industria de vehículos automáticos y otros 41 adicionales para la investigación e impulso de la confiabilidad de esta industria, así como un marco normativo solvente para respaldarla, como se informa en la web Tech Crunch.
En total, el gobierno británico estima que la industria de automoción automática le reportará, en el medio plazo, alrededor de 50.000 millones de dólares y considera que podría generar 38.000 nuevos puestos de trabajo.