Pocas cosas más eficientes que los diseños de la madre naturaleza. Eso debió pensar Bertrans Coue, co-fundador de la empresa andaluza Sun House, cuando se le ocurrió la idea de construir una “casa girasol” que, al igual que hacen estas plantas, girase para recibir la máxima energía y aprovechar al máximo los recursos naturales del planeta.
Tras consultarlo con el arquitecto Jose Carlos Moya, decidieron crear esta empresa que, desde el año 2004, ha crecido un 80% y doblado su plantilla. Su propuesta consiste en crear casas rotatorias, que permiten ahorrar hasta el 70% de energía. La casa posee un software que analiza los datos de temperatura, la velocidad de los vientos y la radiación solar exterior, y que confronta esa información con las condiciones que el usuario quiere mantener dentro.
Gracias a estos datos, la vivienda ‘decide’ cuál es la mejor orientación. El giro se produce a través de una app que uno se puede descargar y un software que ha desarrollado la empresa Sun House. La “casa girasol” se apoya sobre un disco de giro con un motor de una potencia baja, que se mueve a una velocidad de cerca de un caballo y medio.
Tiene cuatro modos de giro: puede moverse manualmente, se puede decir a la vivienda que siga el movimiento del sol o se pueden seleccionar determinadas vistas que estén predefinidas y a las que la vivienda puede orientarse. Y por último, existe el modo eco, en el que la vivienda es capaz de moverse autónomamente para lograr el modo más eficiente de conservación de la energía.
«Todos los modelos tienen un componente principalmente concéntrico por el eje de giro sobre el que pivota toda la casa, Y es en el diseño Urban donde la fachada se abre totalmente a la luz exterior, porque está totalmente acristalada, y esto potencia su capacidad de seguir el movimiento del sol», dice en ABC el arquitecto Jose Carlos Moya.
El reto más difícil a la hora de poner en marcha el proyecto fue centralizar las tres redes principales de toda vivienda: saneamiento, agua y electricidad, y hacer que pasen de una parte fija a una parte móvil. Todo ello se consiguió gracias a un elemento de PVC que tiene de 80 centímetros a un metro y que es capaz de anclarse a la parte fija y de moverse con la parte giratoria, permitiendo en el proceso el flujo de las instalaciones.
El modelo, además, puede contar de forma opcional con una instalación de energía solar, consistente en una instalación de placas fotovoltaicas pensadas inicialmente para generar electricidad, pero que también podrían usarse para calentar el agua. De hecho, el arquitecto afirma que solo con la energía de las placas fotovoltaicas la casa podría moverse.
La compañía ha construido viviendas de este estilo en Burgos, Marbella, Granada o Estepona, aunque también han recibido encargos desde Italia o desde Israel. De hecho, la “casa girasol” no tiene por qué ser una vivienda completa, sino un módulo que se añada a una vivienda ya existente. Puedes hacer que solo el salón o la oficina giren o añadir un módulo rotatorio a la azotea de un salón o un restaurante.